Adentrarse en la realidad virtual no es algo sencillo y que se pueda permitir todo el mundo. El dinero que se necesita invertir para tener que adquirir los dispositivos y un ordenador potente, además del espacio que se requiere para emplear estos aparatos, son sin duda aspectos muy a tener en cuenta y que a más de uno le puede echar para atrás.
Por suerte también existen alternativas como Zero Latency, una experiencia de realidad virtual adaptada para todo tipo de público y que se ha ido expandiendo a lo largo de los últimos años con más juegos y una tecnología que se ha ido perfeccionando más todavía. De hecho, el siguiente videojuego que se unirá a su catálogo será Undead Arena VR y nosotros ya lo hemos probado en exclusiva.
Hace unos años os hablamos de Singularity, en el que nos adentramos en una nave espacial con robots, pasillos estrechos y hasta un jefe final. No obstante, aquí la propuesta es completamente diferente al tener que enfrentarnos a oleadas de zombis de lo más salvajes y en el que ya os anticipamos que los momentos para relajarse prácticamente brillan por su ausencia.
Primando la seguridad en tiempos de Covid
Antes de pasar a hablaros sobre qué sensaciones nos dejó este nuevo título, hay que tener en cuenta que se trata de una experiencia en la que se pueden juntar hasta ocho personas al mismo tiempo, algo que es lo ideal porque siempre es más divertido pasar el rato con amigos y familiares, aunque en el caso de ser pocos es posible que te puedan juntar con otros grupos de personas en el caso de que todas las sesiones estén llenas.
Tal vez años atrás esto no suponía ningún problema reseñable, pero a día de hoy, con el coronavirus tan presente en nuestras vidas, es algo que no se puede pasar por alto. Los responsables de Zero Latency lo tienen muy claro y por eso en todo seguro priman la seguridad para que cualquiera pueda acudir sin correr riesgos que le hagan temer por su salud o el llegar a contagiarse.
Por eso mismo, aparte de llevar obligatoriamente la mascarilla en todo momento, nada más entrar tenemos un gel hidroalcohólico esperándonos en la puerta para echárnoslo en las manos junto con un aparato que nos mide la temperatura. En cuanto al equipamiento, compuesto por una mochila, unos auriculares, una pistola y las correspondientes gafas de realidad virtual, se limpia de arriba a abajo después de cada sesión al tratarse de componentes que utiliza todo el mundo que participa.
Una vez ya entrando en faena, toda la partida tiene lugar en un recinto cerrado de 200 m2 que al momento se convierte en un mundo virtual al colocarte las gafas. Dependiendo del juego escogido te irás moviendo por unas zonas u otras de la sala, dado que uno de los aspectos que hacen tan especial a esta experiencia es el hecho de que cada uno se mueve por su cuenta sin tener que depender de mandos o cables, contando con total libertad para ello.
Anteriormente siempre que otro jugador se acercaba a tu posición aparecía un aviso en pantalla con una alarma para advertirte de que tenías a alguien cerca, para así evitar impactos o golpes con el arma al dar un giro. Por eso mismo, con el fin de que haya más distancia entre unos y otros siguiendo las normas establecidas, el radar se ha ampliado de forma que ahora el aviso se activará antes de lo normal.
Así pues, es de agradecer la empresa tiene muy en cuenta todos estos detalles y tome las medidas oportunas para que así nadie corra peligro y de paso velar por la seguridad de todos los asistentes.
Participando en un espectáculo con zombis para dar y tomar
Pasando ya a hablar de nuestras impresiones de Undead Arena VR, los jugadores toman el papel de unos supervivientes en un futuro postapocalíptico en el que los zombis están por todas partes. A la televisión no se le ha ocurrido otra cosa que producir un reality show en el que los participantes se meten de lleno en un espectáculo en el que deberán acabar con todos los no muertos que se encuentren para convertirse en estrellas millonarias o de lo contrario morirán de una manera terrible y se unirán a la horda.
Aunque la capacidad sea para ocho jugadores, en mi caso estuve solo en todo momento, lo que me hizo dudar de si sería capaz de acabar con las oleadas de zombis que no paran de surgir por todas partes del escenario. Para que no sea un desafío imposible, la dificultad de la partida se ajusta en base a la cantidad de personas que haya, para que así esté equilibrado en todo momento. Eso no quita que de las dos partidas que jugué, en la primera las pase canutas.
Básicamente el escenario tiene varias puertas desde las que van saliendo los zombis. Por todas partes hay barricadas con las que puedes cubrirte y frenan algo su paso, pero lo que más destaca son los barriles explosivos que puedes volar por los aires con unos pocos tiros o las trampas de fuego que se pueden activar para que así los zombis se achicharren en un santiamén. Por lo tanto, no todo es disparar a saco sin preocuparte de nada más, porque es indispensable interactuar con todo lo que tenemos a nuestro alrededor para sobrevivir.
He de reconocer que en mi primera partida lo pagué caro porque consideraba que la mejor opción era quedarse en el centro de la sala y desde ahí poder ver mejor por dónde venían los zombis. Sin embargo, al final acaba muriendo más de una vez porque me acababan rodeando porque no daba a basto. En cambio, la segunda vez cambiaron las tornas considerablemente, porque esta vez opté por estar en constante movimiento por todas partes.
Esto me permitió huir de los zombis si veía que se acercaban demasiados y así tener tiempo para reaccionar y también para fijarme en otras trampas o que me resultara más sencillo atinar a los barriles explosivos, porque podéis estar seguros que el uso de estos elementos inclina la balanza bastante a nuestro favor. Tan solo tenéis que echarle un ojo a las puntuaciones que hice la primera y la segunda vez.
Y es que en realidad el objetivo real de este juego es aniquilar zombis sin parar para obtener puntos, porque tienes vidas infinitas, así que es una competición entre todos los jugadores para ver quién es el mejor de todos. En otras circunstancias el juego lo que hace es dejarte sin poder actuar durante diez segundos si caes eliminado para después volver a la acción con la vida a tope. En cambio, jugando solo lo que ocurre es que los zombis se quedaban paralizados y eso me daba tiempo para colocarme en una mejor posición y huir de ellos si me habían puesto contra las cuerdas.
Con respecto a la pistola que se utiliza, con munición infinita, cuenta con tres tipos diferentes de disparos: una metralleta, una escopeta y una ballesta. Cada una dispone de su propio tiempo de recarga y daño, por lo que dependiendo de la situación son mejores unas u otras. En cualquier caso, los zombis tampoco es que aguanten demasiado porque el atinarles en la cabeza, además de dar más puntos, los hará picadillo prácticamente siempre a la primera, excepto a los que llevan armadura, en cuyo caso hay que arrebatársela primero.
Algo que también me pareció una pasada era el diseño del escenario. Más allá de por lo comentado anteriormente, sobre todo por el hecho de que la inmersión es alucinante desde el primer segundo y olvidas que en realidad estás en una sala grande y vacía. Asimismo, me encantó el hecho de que tras superar varias oleadas tienes que ir a otra zona en un nivel superior con rampas y plataformas que se mueven, lo que resulta de lo más curioso ver cómo te mueves solo o subes y bajas cuando en verdad tu cuerpo está quieto o solo avanza en línea recta.
Por si acaso, es importante recalcar que por mucho que los enemigos sean zombis, no se trata de un juego de miedo en absoluto. Igual a los más aprensivos les puede impresionar más el verlos tan cerca, sobre todo cuando te golpean y se juntan unos cuantos, pero esto no va de sustos ni nada parecido. Es un juego de acción puro y duro en el que lo único que nos dedicaremos a hacer es disparar como si no hubiera un mañana.
Precio y cómo reservar
Durante estos años Zero Latency se ha ido expandiendo por varias ciudades de España. A día de hoy cuenta con cinco centros distintos en Barcelona, Bilbao, Madrid, Terrasa y Zaragoza en las que encontraréis los mismos juegos. En el caso de Undead Arena VR son dos partidas las que se disputan, cada una con una duración de unos 15 minutos aproximadamente.
Con respecto al día y la hora, hay veces que hay una diferencia de media hora entre una sesión y otra y otras ocasiones en las que hay una diferencia de una hora. Por eso es importante fijarse bien en el calendario y los horarios que hay establecidos en su página de reserva.
Finalmente, los precios también varían dependiendo de la ciudad seleccionada. Por ejemplo, si compráis vuestras entradas para el mismo día, estas tendrán un precio de 19,95 euros por persona, mientras que el precio de las entradas para otra fecha más alejada asciende hasta los 29,95 euros. En cambio, en Madrid todo es 10 euros más caro, pasando a costar 29,95 euros y 39,00 euros, respectivamente.
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