Tenía muchas ganas de ver qué había estado preparando Novarama para su nueva etapa lejos del paraguas de Sony y su saga estrella, esa demostrada gallina de los huevos de oro que resultó ser Invizimals. Con Killsquad, lanzado en Acceso Anticipado en Steam hace tan sólo unas semanas, el estudio cambia completamente de espíritu para apostar por algo muy alejado de sus monstruos de bolsillo.
Con una estética que inevitablemente recuerda a viajes espaciales como los de Destiny, un planteamiento que navega a medio camino entre el top-down de Helldivers y las mazmorras de Diablo, Killsquad baja humildemente el listón de todos esos nombres para entregar un acceso prometedor pero excesivamente anticipado.
La prometedora propuesta de Killsquad
Con cuatro héroes y un pequeño puñado de enemigos, escenarios y estilo de misiones, nuestro objetivo es cumplir distintos contratos haciendo uso de un par de héroes enfocados en el disparo y otros dos en el cuerpo a cuerpo. Con ellos, solos o en compañía, tocará hacer frente a pequeñas y grandes amenazas a través de mapas que ceden poco a la exploración en favor de una acción constante.
Pese a ser la cooperación su gran baza -menudo nombre si no lo fuera-, también he podido disfrutar del reto de embarcarte en solitario en esos mismos retos y, aunque el avance de su dificultad fácilmente te pone en tu sitio a la hora de aventurarte sin refuerzos, no es una tarea imposible si controlas el ritmo del juego y su principal mecánica, el progreso individual dentro de cada partida.
Como si de un MOBA se tratase, en cada uno de los contratos entras con lo puesto. Eso es tu héroe con la skin que más te guste y el mejor arma que hayas conseguido rascar hasta el momento. Luego volvemos a eso. La cuestión es que el inicio de tu partida siempre será con una evolución que parte desde cero, siendo tu subida de nivel conforme superas oleadas lo que te da acceso a nuevos poderes y la posibilidad de mejorar los iniciales.
En qué camino evolutivo escoger para cada situación y equipo debería estar la clave de un juego que, al menos por ahora, cede bastante a la experimentación sin ponerte contra las cuerdas por no haber hecho la elección adecuada. Así, matar moscas a cañonazos sigue siendo posible, pero no necesariamente la mejor idea.
Un juego con tanto potencial como camino por recorrer
Cooperar y adaptarte a los puntos fuertes y débiles de tu equipo promete ser, en esencia gran parte de la gracia de un juego con potencial para brillar cuando, en algún punto dentro de unos meses o un año, se acerque más a un juego con cara y ojos que a la demostración de mecánicas y estilo visual que es hoy en día.
Por ahora el progreso se limita a seguir consiguiendo versiones modificadas a nivel estadístico y visual del arma principal de cada héroe, subiendo así su nivel de poder y permitiéndonos acceder a misiones de mayor rango y dificultad. No hay, por así decirlo, ese chute de curiosidad del que tanto bebe Destiny que impulsa a querer ir más allá para ver qué puedes conseguir.
Killsquad es una pequeña muestra de lo que podría ser el día de mañana, un futuro con más héroes, escenarios, enemigos y posibilidades a la hora de atarte a un personaje y hacerlo crecer en partidas ágiles y divertidas. Especialmente si es a base de juntarte con amigos o, por lo probado hasta el momento, si decides ponerte a prueba en solitario exprimiendo los poderes de cada protagonista.
Con unas patas muy cortas, no hay dudas sobre el potencial del estudio de cara a su versión final y va a ser interesante verlo crecer durante los siguientes meses, pero por ahora es sólo una escasa muestra en un acceso muy anticipado. Puede servir como carta de presentación, pero no como juego al que tirarte de cabeza. Al menos no hasta que la suma de contenido y el abandono de sus déjà vu lo acerque más a todas las bondades del citado Destiny para escapar a su vez de todos sus errores.