Los amores a primera vista existen, no son una leyenda urbana que perseguir entre los perfiles de Tinder. Hay flechazos instantáneos que no puedes evitar y eso es lo que me sucedió precisamente con Gunbrella en octubre de 2022. Lo que está cocinando en el horno doinksoft forma parte del selecto grupo de juegos que desprenden cariño, desafío, belleza y un magnetismo irresistible.
En aquella ocasión pude jugar alrededor de una hora a la demo que está disponible en Steam, pero para esta ocasión he revivido los primeros acontecimientos de la aventura junto a un tramo extra. En total dos horas de partida que se me han hecho cortas y entretenidas, por lo que la espera hasta la fecha de lanzamiento va a ser difícil de soportar.
Dispara, luego pregunta
Nuestro protagonista, de nombre misterioso, es un hombre que se ha visto abocado a un camino de venganza del que no quería participar, pero la crueldad ajena le ha obligado a actuar. Tras descubrir cómo su mujer muere y su bebé es raptado sin aparente motivo, lo único que encuentra como pista es un extraño aparato: un gunbrella. El arma que da nombre al juego es el núcleo absoluto de las mecánicas gracias a sus habilidades únicas.
El nombre no engaña, pues estamos ante una combinación loquísima entre un paragüas y una escopeta, por lo que podemos abrirlo para planear, realizar dashes y hasta parrys con los que devolver los proyectiles que nos envíen. Esta rama de características entronca perfectamente con el hecho de que, si bien hay acción, también nos plantamos ante retos de plataformas. El personaje es capaz de rebotar en las paredes, deslizarse rápidamente y realizar movimientos de parkour que, bien dominados, nos permiten atravesar pantallas en un instante.
Como no puede ser de otra forma, el gunbrella también escupe ricas balas. Tenemos a nuestra disposición las clásicas de escopeta, aunque podemos hacernos con una ristra de las de metralleta si queremos que sean más rápidas, que gocen de mayor alcance y que el daño se incremente. Así pues, con semejante cacharro entre las manos toca recorrer diferentes pueblos para descubrir la verdad sobre el crimen que cambió nuestras vidas.
Debajo de cada piedra si es necesario
Bebiendo de un estilo noir punk, los escenarios de Gunbrella son de los que hacen sonreír a los amantes del toque pixelado. Se nota un gran trabajo en el diseño de poblaciones en las que susbsisten entre la miseria, localidades en las que cultos secretos dominan con puño de hierro y hasta ciudades a las que se debe acceder en un ascensor para contemplar sus carteles de neón.
No os engañéis, no hay gloria en ninguno de estos lugares y si alguna vez estuvo allí, se ha apagado por completo. La sociedad intenta acaparar por completo un recurso natural que se agota, lo cual deriva en desconfianzas y corrupción por doquier. Mi primera partida al título me mostró que existe un tren con varias paradas a las que acceder, con total libertad, pero no pasé de la segunda. Ha sido en la tercera cuando el panorama se ha abierto mucho más.
Las misiones secundarias han comenzado a florecer y, aunque son modestas debido al tamaño del juego, son una variación extra en cuanto a tareas para realizar. Hay un objetivo tan claro como seguir la pista de quién fue el desalmado que causó estragos en la familia de nuestro leñador, pero eso no impide rescatar a un crío perdido en mitad del bosque. No hay necesidad de hacerlo, si bien la recompensa en forma de numerosas monedas nos conviene.
Y es que uno de los nuevos personajes que he conocido se trata del mismísimo inventor del Gunbrella y él será el que nos permita mejorar el arma. Necesitaremos engranajes, los cuales no abundan precisamente, y así aumentar la cadencia de tiro o la fuerza del impacto. Por otro lado, hacer acopio de dinero es sinónimo de acudir a la tienda para gastarnos todo lo que podamos en comida para recuperar salud, más balas de metralleta, granadas y todo tipo de utensilios más que recomendables para la aventura.
Más chicha que balas
Bien es cierto que he disparado a gusto, pero el viaje hasta ahora ha tomado un cariz narrativo la mar de interesante. No hablo de un DOOM que está punto de romperle la boca al que se le ocurra contar cualquier detalle de la trama, sino que Gunbrella se preocupa realmente por construir un contexto para su mundo que interesa. Nos topamos con espectros, mafiosos, policías, pueblerinos sin maldad y sectarios en una red en la que cada uno de ellos traicionaría a su propia madre.
La visión del mundo es horripilante, con diezmados y ejecutores, y aún así hay mucho espacio a la comedia. doinksoft siempre introduce alguna broma, un diálogo jocoso o un detalle desenfadado que relaja parte de la tensión, pero no la hace desaparecer por completo. Es por ello que se mantiene en un equilibro idóneo que mantiene la atención para descubrir cuál será el siguiente evento a descubrir.
Todo puede ser tan gracioso como pelearte contra un grupo de pandilleros que viven en un estercolero y que tienen dos neuronas funcionales, como que un sectario pida que se le sacrifique para resucitar a una criatura demoníaca. Porque sí, en Gunbrella hay jefes finales tan horripilantes como ratas gigantes o seres que son difíciles de definir, pero exudan mucha sangre.
A pesar de que he jugado en la dificultad más alta, sí que he echado en falta un pico mayor de reto. No me he visto realmente acorralado o en problemas en ningún momento y a ello hay que sumar el hecho de que los enemigos no reaparecen una vez los aniquilas. Una vez limpias un nivel, es un completo paseo salvo por la aparición de unos incómodos espectros, pero no suponen un obstáculo insalvable.
He terminado esta vez encerrado en la cárcel, sin conocer muy bien mi destino, aunque tengo más que claro que estaré en primera fila para que Gunbrella me impacte en todo el pecho.
- Plataformas: PC y Nintendo Switch
- Multijugador: No
- Desarrollador: doinksoft
- Compañía: Devolver Digital
- Lanzamiento: 2023
