No sé vosotros, pero yo pienso en 2022 y se me vienen a la cabeza una cantidad de leches para dirimir quién será el GOTY que solo hace que me frote cada vez más las manos. A principios de año van a haber piñas de las buenas y se avecina uno de los grandes años de la industria. Ya conocemos a los principales candidatos a esta contienda, pero entre los más tapados, se encuentran potenciales joyas.
Un servidor cuando vio Forspoken por primera vez no pudo decir con claridad si está ante un excelente juego, pero lo que ya tenía claro desde ese momento es que quedaba totalmente fichado en mi agenda. ¿Un isekai con un mundo abierto gigante y un desplazamiento prometedor? No sé si el cesto es bueno, pero desde luego los mimbres apuntan a estar ahí.
Bienvenido a Athia
Luminous Productions quiere poner toda la carne en el asador con su primera obra, en colaboración con Square Enix. Allison Rymer y Todd Stashwick, guionistas del título, sentaron las bases de lo que vagamente hemos podido conocer en los adelantos. Nos encontramos controlando a Frey Holland, una joven que vive en Nueva York que es transportada a Athia, un mundo de fantasía que desconoce y del que no puede escapar. Un inusual brazalete aparece en su muñeca, respondiendo al nombre de Cepo, y descubre que es capaz de lanzar hechizos casi sin pensarlo.
Una misteriosa fuerza que responde al nombre de Break ha invadido el mundo, como si de una plaga se tratase. La corrupción que provoca allá por donde pasa genera el caos, transformando a los animales en criaturas abominables, a los seres humanos en poco más que bestias y creando monstruos de todo tipo. La jugada maestra es que Frey es, por algún motivo, inmune a los males que provoca Break, por lo que se transforma en la última esperanza para la humanidad en Athia.
Luminous Engine es el motor gráfico que da vida a Forspoken y no estamos ante un tema menor. Durante la presentación en la que estuve presente varios miembros del equipo de desarrollo incidieron en la importancia de las animaciones faciales y especialmente en las gestuales. De hecho, se recalcó que fue relevante el imprimir formas de caminar a Frey, que diesen a entender qué clase de persona tenemos delante.
Una muchacha que se ha encontrado sola en muchas ocasiones, sin rumbo y sin un objetivo al que dirigirse. Es por ello que la obra toca temas tan universales como la búsqueda de una familia y la necesidad de encontrar la identidad propia. Este es el leitmotiv de lo que podremos ver durante el juego.
Un mundo abierto para correr
No solo vive de capturas de movimiento el Luminous Engine, porque a nivel gráfico Forspoken es muy sólido. Los paisajes son enormes, con una distancia de dibujado lejana y que se porta muy bien con los personajes. Frey es capaz de ir en carrera, a velocidades vertiginosas como ya hemos podido ver en varios adelantos y su capa se mueve con físicas propias. La fiesta comienza cuando decide emplear todas sus magias y hechizos para aniquilar lo que tenga enfrente.
Antes de que eso suceda, pude ver a Frey en mitad de un gran asentamiento de humanos. Se trata de uno de los pocos lugares en los que la humanidad logra resistir, por un hecho tan simple como que se encuentran a una gran altura. Por lo tanto, cuando decide atravesar las puertas de la muralla que cubre la ciudad, una marea de nubes se encuentra a los pies de la protagonista. Y aquí es el momento en el que Forspoken saca a relucir uno de sus elementos clave: el desplazamiento.
No solo es capaz de correr, como decía anteriormente, sino que los poderes de desplazamiento de Frey abarcan grandes saltos o la posibilidad de aferrarse a puntos fijos repartidos por el mundo. La mayor parte del tiempo que he visto Forspoken ha sido con la protagonista yendo a pie y ya parecía lo suficientemente entretenido, desde luego no al nivel de un Marvel's Spider-Man, pero sí como para no importar el tirarme horas por Athia adelante.
Siempre y cuando las malditas criaturas infernales me dejen en paz. Pude ver varios combates en los que Frey desplegaba sus habilidades, las cuales están basadas en magias elementales. La clásica retícula a lo Infamous aparece para que ametrallemos sin compasión a los enemigos, que comienzan a reunirse, no en cantidad, pero sí con ese ansia viva de las hordas de Days Gone. No tiene por qué sucederse de esta forma, ya que existen otros seres más brutos y poderosos, que por ejemplo Frey decidió esquivar haciéndose invisible, sin capa de invisibilidad ni nada.
Ojo, porque el festival de magias es contundente. Rayos que parecen lanzados por el mismísimo Zeus, espadas creadas con magia elemental o una impresionante burbuja llena de agua que ahoga a los enemigos. Ante tal torrente de violencia nadie se resiste, así que Frey puede hacerse sin problemas con el botín que guarda ese cofre tan jugoso. Y este es otro detalle importante de Forspoken.
Durante la repartición de guantazos, mensajes como invulnerable o números que destacan el daño aparecían junto a los enemigos. Esto es debido a que podemos customizar y potenciar diferentes aspectos de Frey, con un impacto visual, que es lo que más mola. Su colgante potencia parámetros de su magia verde, azul, roja o morada y la capa también puede cambiar de color a la vez que aumenta las estadísticas para machacar al ser corrupto que haya enfrente.
Sin embargo, el destello de originalidad proviene de las manos de Frey, concretamente de sus uñas. Efectivamente, dependiendo del diseño que llevemos pintado, seremos beneficiados de diferentes formas. Lo cierto es que no puede destacar más en ese mundo la protagonista, porque llevar unas Converse con unos vaqueros no parece bastante corriente entre humanos que parecen sacados de la época medieval.
Para que no queramos irnos de Athia en ningún momento, se han colocado muchos coleccionables para descubrir. Repartidos en los cofres, árboles... hay muchos recovecos a explorar, dando ese punto extra para aprovechar el movimiento de Forspoken. Para amenizar la marcha, el brazalete mantiene conversaciones con Frey, lo cual apunta a que habrá mucho juego entre ambas partes.
La miel en los labios
El remate final de la función fue el instante en el que Frey acaba atrapada en mitad de una descomunal tormenta de arena. El nivel de dificultad aumenta exponencialmente, puesto que varios rivales espigados comienzan a caminar hacia ella lentamente, pero con malévolas intenciones. La única forma de huir de ahí será acabar con un monstruo enorme, una criatura que se mueve a cuatro patas, no tiene una cabeza definida y lo único que sabe hacer es lanzar unos rayos que arrasan con todo.
Aquí el despliegue visual fue de los buenos, con toda la arena levantada, creando prácticamente una bóveda de la que no se puede salir. Una barra de vida en la parte superior de la pantalla indica cuánto más tenemos que pelear con este jefe para escapar y ojalá momentos como estos sean frecuentes en Forspoken.
Todavía me queda la deuda con la historia, con una trama de la que tan solo conozco sus primeros pasos y que no tengo claro hasta qué lugar quiere llegar. En Luminous Productions se han ido al ABC de los videojuegos, por lo que se me ha mostrado. No puedo asegurar hasta qué punto se ha arriesgado, especialmente a nivel argumental, pero en la parte mecánica ha sido una reunión familiar. Árbol de habilidades, mapa de mundo abierto, mucha exploración... es la clásica fórmula para triunfar, una seña de identidad común a muchas obras que, sencillamente, funciona muy bien.
Son varios los videojuegos que he referenciado a lo largo del texto. Un poco de allí, otro tanto de allá y el resultado lo conoceremos el próximo 24 de mayo de 2022. Forspoken llegará en exclusiva a PS5 en consolasy también podrá ser jugado en PC vía Steam y Epic Games Store.
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