La fantasía de toda una generación hecha realidad (virtual). Análisis definitivo de Arcade Paradise VR

Crear tu propio imperio de máquinas recreativas ya era una propuesta irresistible en Arcade Paradise: tú eliges los juegos, la decoración y te pones a jugar a cualquier cosa que haya enchufada cuando te dé la gana. Un auténtico buffet libre de videojuegos. Es más, mientras te diviertes y te abstraes ya sea lanzando canastas o viviendo aventuras de magia y espadas mientras las cajas de dinero se llenan automáticamente. Ahora que esa misma genialidad da el salto a la realidad virtual, tanto la fantasía como la experiencia jugable son prácticamente insuperables.

La premisa de Arcade Paradise VR no es simplemente darle una capa extra de inmersión a la idea original, sino recuperar la esencia de la edad dorada de los salones recreativos y, en el proceso, convertir nuestra casa en uno a nuestro gusto. Algo que se logra gracias a exprimir la tecnología de las Meta Quest y a una estética deliciosamente inspirada en el año 1993 que se manifiesta tanto en la decoración como en el tipo de recreativas que podremos jugar. Y sí, el uso de los controladores Touch marca una gran la diferencia.

Y es que Arcade Paradise VR es más que un pasatiempo: es una obsesión. Es ese espacio virtual en el que da gusto abstraerse un poquito cada día, ya bien sea para hacer reformas y llevar un paso más lejos tu visión de lo que debería ser un templo del videojuego, o simplemente para seguir jugando a esos títulos creados para la ocasión.

Y es que Nosebleed Interactive ha sabido hacer las tareas y se ha sacado de la chistera nada menos que 39 máquinas. Algunas de ellas se disfrutan en forma de minijuegos, otras creadas o totalmente acomodadas para la realidad virtual, alguna que otra genialidad que le da un toque extra de ambientación y todas con un denominador común: de manera genuina podían haber estado en esos salones recreativos de la época. Con la ventaja añadida de que no nos costará una moneda echar la tarde. Es más, seremos nosotros mismos quienes recogeremos la recaudación. Y luego la invertiremos en nuestro proyecto.

Porque Arcade Paradise VR cumple con lo que se sugiere desde su titular y nos propone crear el salón recreativo de nuestros sueños. A nuestro gusto. Pero, a la vez, también es un juego con su propio sistema de progresos diseñado para que valoremos cada máquina nueva, cada logro y sopesemos qué tipo de inversión hacer. Porque antes de poner un pie en ese prometido paraíso de los videojuegos arcade, deberemos sacar chicles, tirar la basura y limpiar retretes.

De una lavandería de barrio al templo del videojuego

El año 1993 podía haber sido el peor de nuestra vida. Por suerte, internet le dio un giro a nuestro destino. Casi se podría decir que Arcade Paradise (y su versión de realidad virtual) tienen algo parecido a una trama que se resumen en lo siguiente: tu nombre es Ashley, no irás a la universidad y te quedarás en la ciudad de Grindstone cuidando del aburridísimo local de lavadoras de tu padre.

Si lo deseas, puedes poner tu mismo la ropa de los canastos a las máquinas y luego llevarlo a las secadoras. Lo que no es tan opcional son las tareas no automatizadas: tirar la basura o limpiar los baños. Lo bueno es que hasta esas cosas tan rutinarias se nos plantean como videojuegos.

Una vez entendemos cual será nuestro plan hasta el fin de los tiempos, se nos abre una puerta. Literalmente. Al hacer la caja diaria veremos que justo en la habitación contigua, en la sala de espera, hay unas pocas máquinas recreativas a las que no solo podemos jugar sin límites, sino que además lo recaudado va directamente a nuestro bolsillo. Nuestro padre (con la voz de Doug Cockle, el actor de Geralt de Rivia) solo se preocupa de las lavadoras, la limpieza y la caja.

Aquello de las recreativas fue una iniciativa de nuestra hermana, con la cual chateamos desde ese nuevo invento llamado internet desde el ordenador del despacho. Y pese a que nuestro padre nos encargó simplemente cuidar del negocio familiar, es imposible no echar un vistazo a qué otras recreativas es posible comprar y añadir una más. En parte para hacer que nuestras visitas rutinarias sean más entretenidas, pero también porque cada una de ellas será un nuevo escalón de cara a un plan mayor: añadir a la aburrida lavandería una salita arcade.

Arcade Paradise VR promueve que regresemos cada día a jugar a la lavandería. Tenemos un horario, por supuesto, que podremos acomodar a lo que queramos hacer, a los quehaceres básicos y, sobre todo, a ganar más monedas. Sin embargo, cada poquito tiempo habrá un reclamo para terminarlo todo rápido y tomar el primer autobús que marcará el final de la jornada.

Nosebleed Interactive convierte la rutina en diversión, y nos invita a progresar en el juego o empezar un nuevo día al promover que, con nuestras ganancias, nos espere a la entrada del local una nueva recreativa que nosotros mismos habremos elegido o llevar la iniciativa más allá y construir una nueva expansión en la que añadir más juegos, actividades y, por supuesto, una decoración acorde a nuestro plan final: la apertura de nuestro propio templo del videojuego arcade. Uno que no solo podremos disfrutar, sino que dejará beneficios.

Lo que Arcade Paradise gana con la Realidad Virtual

Da igual si lo jugaste en PC o consolas o llegas de nuevas: cuando empiezas a jugar a Arcade Paradise VR, el juego sabe cómo darte la bienvenida y te pone delante una recreativa a tamaño real. No es exactamente un menú, sino una pantalla de inicio, pero desde ese momento sabes que la experiencia va a ser mucho mejor de lo que conoces o esperas.

Tu manera de interactuar con todos los elementos de Arcade Paradise cambia drásticamente en la realidad virtual, y no solo por el tema de la inmersión, sino por cómo están planteados todos sus elementos por separado: desde los elementos más rutinarios como los minijuegos al lanzar la basura o poner las lavadoras ganan enormes matices. Sin embargo, el verdadero golpe sobre la mesa es cómo hace todavía más inmersiva la ambientación de principios de los 90. Tanto en la estética de los 90 como cuando ya empiezas a tener su propio salón recreativo.

Tu manera de pasearte e interactuar puede ser desplazándote dentro de los límites que tu fijas o directamente sentado y gracias a las funciones de los controladores Touch, aunque sobra decir que lo primero logra más y mejor que realmente te sientas en un recreativo. Mejor dicho: en tú recreativo y con tus propias máquinas arcade.

No tendremos juegos míticos como Street Fighter II o Virtua Cop, pero Nosebleed Interactive ha sabido hacer las tareas creando diferentes experiencias que tratan de abarcar los éxitos de la época y todas esas máquinas que no deberían faltar en un arcade: desde juegos de acción y fantasía, conducción o puzzles a una gramola con la que poner la música que nos guste una vez hayamos añadido expansiones al diminuto local de nuestro padre. Y, ya puestos, se han introducido nuevos juegos para jugarse en realidad virtual, de modo que:

• Por un lado, tenemos 27 recreativas de diferentes géneros que se juegan usando los botones y sticks tradicionales en entornos virtuales.
• A estas hay que sumar seis juegos más que se han adaptado a los controles Touch de la Realidad Virtual, incluyendo un Air Hockey, una máquina de baile o un Futbolín.
• Y no solo eso, ya que se ha aprovechado para añadir seis juegos más, completamente inéditos y diseñados para ser jugados en realidad virtual, incluyendo un juego de canastas o el clásico Boxeo y hasta un adivino que nos da tarjetas de la fortuna.

Las actividades anteriores y las novedades no acaban aquí, que conste, ya que las tareas rutinarias como extraer los chicles o lavar la ropa son mucho más entretenidas y los menús, que se despliegan desde nuestra PDA (el abuelo de las actuales tablets) ganan capas de profundidad adicional al sumergirnos en la experiencia de Arcade Paradise. Sin embargo, lo que se lleva la palma es que ahora también podremos usar la realidad mixta.

¿Te acuerdas que te comenté al principio que veías una recreativa delante tuya nada más empezar? En Arcade Paradise VR podemos colocar las recreativas dentro de nuestro entorno y echar unas partidas sin que ocupen espacio físico. Sin embargo, aquí hay que hacer un matiz: en los modelos Meta Quest 3 veremos el entorno transparente y en las Meta Ques 2 todo lo que no genere el juego veremos en blanco y negro. Algo así como Frodo del Señor de los Anillos al ponerse en Anillo Único.

Algo que no empaña lo que Arcade Paradise VR ya es: la mejor versión de una idea sensacional que, sin ser pretenciosa, sabe colmar la fantasía de todo el que alguna vez soñó con tener su propio salón recreativo.

La opinión de VidaExtra

Arcade Paradise VR es el sueño cumplido de todo el que alguna vez deseó montar su propio salón recreativo. Y lo mejor que hace es que no te lo da directamente, sino que te propone que lo consigas, lo cual le da un valor añadido a cada máquina que añades, a cada mejora y a cómo ves todo lo que se está construyendo poquito a poquito con cada partida. Con cada céntimo logrado, cada chicle despegado y caja de hamburguesa que tiras a la basura. De hecho, hasta arreglar las placas de las recreativas que no funcionan es un minijuego.

¿El recreativo de nuestros sueños? Desafortunadamente, los juegos que hay son creados para la ocasión. Conversiones genéricas que tratan de llenar el hueco dejado por los juegos de lucha o los clásicos de la época. Pero eso no quita lo esencial: los juegos no son el único atractivo de este recreativo virtual, sino un extra de cara a una experiencia todavía mayor.

Elementos que ganan enormes matices al añadir el formato de la realidad virtual y actividades y máquinas que se añaden a lo que ya había con el propósito de sacarle todo el partido a ésta. Logrando que nuestra zona de juego en el mundo real sea un espacio virtual colmado de vida, color y decoración de la época. Un rinconcito en el que da gusto perdernos sin salir de nuestra propia habitación.

Hay cosas que se pierden por el camino de la versión de PC, como esa opción de jugar a dobles en determinados juegos: aquí, hasta dónde sabemos, todas las experiencias son para un único jugador. Y eso, cuando hay una mesa de Air Hockey o un Futbolín, se acaba notando. Pero Arcade Paradise VR jamás fue un recopilatorio de recreativas o minijuegos, sino una experiencia en sí misma: contruir y disfrutar de nuestro propio arcade. Hacer que lo vivamos como si estuviésemos en él. Y eso lo borda.

Precio de Arcade Paradise VR

El precio es uno de los grandes atractivos de Arcade Paradise VR: como la versión de PC, puedes comprar el juego completo en la tienda de Meta Quest por unos muy amortizables 19,99 euros. Es más, si reservamos antes de su lanzamiento nos saldrá un par de euros menos. Por otro lado, no necesitas una conexión a internet para jugar una vez lo descargues.

Duración de Arcade Paradise VR

Hay dos maneras de matizar lo que te va a durar Arcade Paradise VR. La primera es que puedes llegar a tardar unas 20 horas o más en completar el equivalente a la historia del juego, lo cual se resume en convertir una lavandería en un enorme salón recreativo y hacer que prospere y se expanda. La segunda, todavía más interesante, es el tiempo que le vas a dedicar a cada máquina por separado. Y pese a que hay arcades con principio y fin, en ese segundo caso estamos hablando de una rejugabilidad incalculable.