Vuelve la lucha callejera que enamoró a toda una generación. Renace la genuina grandeza del Yo contra el barrio nacida en los recreativos. Double Dragon ha regresado. Y da exactamente igual que no hayas jugado a ninguno de los juegos anteriores o los nombres de Billy y Jimmy Lee te suenen a chino mandarín: atizar enemigos pixelados hasta que se queden en el suelo en Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons es todavía más divertido que hace tres décadas.
Double Dragon Gaiden es la revalidación de esa justicia callejera impartida de manera poco ortodoxa por los hermanos Lee, pero se niega a ofrecer sencillamente lo mismo que cualquier otro beat'em up: Secret Base toma la licencia de manos de Arc System Works y le añade nuevas ideas, sensaciones clásicas y las lecciones aprendidas con Streets of Red: Devil's Dare Deluxe. Como resultado, el nuevo Double Dragon triunfa allí donde sus recientes antecesores fracasaron.
Y es que repartir patadas giratorias a discreción jamás había sido tan gratificante como Double Dragon Gaiden. No solo por la sensación de tumbar a un puñado de maleantes, que también, sino porque el propio concepto de gratificación es uno de los ejes centrales del juego: Secret Base sirve un Yo contra el barrio que funciona de manera tradicional; pero que en la práctica se reinventa con cada nueva partida. Entre otras cosas, porque el nuevo Double Dragon también es un roguelite.
Lo esencial prevalece, que conste. La idea general es limpiar escenarios de pandilleros, punks y cualquier tipo que se acerque a nosotros con un cuchillo. Incluso si hay un pollo recién horneado en el suelo a dos pasos de nuestro personaje. Pero lo que desmarca esta nueva entrega de Double Dragon de todas las anteriores, y de casi cualquier beat'em up moderno, es cómo cada partida nos hace más fuertes, mejores y (con un poco de suerte) más ricos.
O quizás no tan ricos, pero con el suficiente dinero como para desbloquear la más de media docena de héroes y villanos reconvertidos que ofrece el juego. Y lo que es todavía mejor: en este Double Dragon podrás usar los personajes iniciales y esos que vayamos acumulando de dos en dos. Si, además, sumas a un segundo jugador, el festival del mamporro está más que garantizado.
Un inesperado roguelite deDouble Dragon
Para limpiar de maleantes la Nueva York de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons no basta con saber dónde está el botón de puñetazo: o lo das todo en cada pelea o solo estás perdiendo el tiempo hasta tu siguiente partida. Lo bueno: una vez tengas cierto nivel, vas a poder hacer combos alucinantes.
Double Dragon Gaiden es todo lo que te gustaba del decano de los beat'em up. De hecho, a nivel artístico tiene un curioso equilibrio entre las versiones arcade de los personajes y los clásicos sprites super cabezones vistos en NES y SNES. Aunque, siendo justos, de donde más bebe el estilo artístico de esta entrega no numerada es de Streets of Red: Devil's Dare Deluxe. Algo que, por cierto, habilita animaciones pixeladas muy resultonas en los personajes adicionales.
Si la esencia del Yo Contra el Barrio se mantiene, ¿dónde está la novedad? De entrada, tras la primera partida nuestra prioridad pasará de ver el final del juego a convertir cada enemigo tumbado en fichas, bocadillos y pasta gansa. Es posible, aunque poco probable, que lleguemos hasta el jefe final al primer intento. Pero incluso si nos quedemos a mitad del camino y perdemos de la forma más tonta, el juego sabe incentivarnos a retomar la justicia callejera.
La premisa es simple: cada enemigo vencido se convierte en dinero. Cada caja que rompamos, por lo general, también. Incluso entre las barras de salud de los dos personajes que controlaremos a modo de relevo se puede ver la cantidad de dólares que llevamos acumulados. El motivo: cada uno de esos dólares que vamos juntando sirve para que nuestra experiencia de juego sea mejor y nos garantiza llegar más lejos.
Sin embargo, y aquí empiezan los elementos roguelites, las mejoras que podremos comprar con ese poco o mucho dinero recogido serán una incógnita. Y solo podremos adquirir una por personaje.
De primeras podría parecer algo muy restrictivo, pero a la larga es un acierto ya que la idea central de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons es que cada partida sea diferente a la anterior, pero que cada vez nosotros seamos mejores en el juego. Sin embargo, entre todos los artículos en venta al llegar al final de cada tramo, hay uno que sobresale y no le sirve de nada a nuestro personaje: las fichas.
Las fichas son una moneda que tiene dos usos. Las puedes gastar para continuar la partida (como esas socorridas monedas de 25 ptas.en las recreativas) o para adquirir contenido desde fuera de la partida, el cual incluye consejos, arte, piezas musicales y, nuestra gran prioridad, nuevos personajes que podremos usar en el juego. Eso sí, incluso contando con cuatro de partida, sudaremos tinta china para hacernos con los 13 luchadores callejeros jugables de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons.
A partir de aquí llega el segundo gran acierto de Secret Base: en lugar de rejugar hasta la saciedad a los mismos niveles y en el mismo orden para obtener dinero y fichas, tenemos una selección de misiones en la que el orden determina la cantidad de tramos, la variedad de enemigos y hasta el número de jefes y subjefes que nos saldrán al paso. De modo que independientemente de dónde empecemos, la dificultad de cada partida irá in crescendo y habrá elementos diferentes y nuevos reclamos. ¿Y qué pasa con la experiencia de juego?
Double Dragon Gaiden: lucha callejera por parejas
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons no sigue la estela de Final Fight o Streets of Rage: preserva la experiencia de la saga de Technos directamente desde los originales de las recreativas y consolas. Y esto quiere decir que no basta con aporrear botones de cualquier modo: la técnica siempre vence a la fuerza bruta. Lo cual no quita lo que ya comentamos: para ganar más seguido y llegar más lejos tienes que gastar dinero.
La manera de ofrecer un combate más técnico pasa por ofrecer un estilo único para cada personaje. De hecho, los estilos de lucha de los hermanos Billy y Jimmy Lee apenas se parecen entre sí: el primero es más equilibrado y próximo a los Double Dragon originales, mientras que el segundo es más agresivo y directo. Pero lo mejor es el punto de variedad que aporta el resto: Marian usa pistolas y elementos a distancia y el Tío Martin es un bruto casi de manual.
Pese a que nuestro repertorio de movimientos nos hará ir holgados, notaremos desde el principio que nuestros enemigos no son unos peleles y nos pueden llevar por delante de un descuido. Esto también es una herencia de los elementos Roguelite. Ahí, precísamente, es donde entre en juego la otra gran novedad del juego: la lucha por parejas.
Bajo la barra de salud hay un indicador de especial que se va llenando a base de hacer combos, vencer enemigos o con el paso del tiempo. Estos especiales no nos cuestan salud, pero inicialmente tardaremos en poder lanzar el siguiente hasta que adquiramos las mejoras. Sin embargo, lo más sugerente será canjearla entera, hacer un relevo y continuar peleando con nuestro héroe secundario.
A diferencia de otros beat'em ups, en Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons elegimos a dos personajes y podemos cambiarlos con libertad gastando una carga de la barra especial. Con ello podemos aprovechar para reponer la salud de uno, cambiar de estilo de combate o extender nuestros combos o zafarnos de una paliza. Un elemento que no solo le da una personalidad especial al juego, sino que añade muchísima más capas de variedad y nos permite adaptarnos a más tipos de enemigos. Algo que, muy probablemente, aprenderemos a las malas.
Dicho todo junto podría parecer que Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons es un juego estricto, pero la naturaleza de los roguelites consiste en intentar llegar lo más lejos posible, mejorar y comenzar de nuevo. Sin embargo, Secret Base también tiene en cuenta a los que simplemente quieren dar tortazos y, de un modo muy parecido a Hades, nos ofrece modificadores de nueva partida.
Dicho de otro modo: podemos elegir si jugamos en solitario o con otros jugadores. Si tenemos continuaciones infinitas o establecer la dificultad de los enemigos y los costes de revivir y las mejoras. Pero mientras más permisivas sean nuestras condiciones, mas dinero nos costará seguir avanzando. Y lo mismo se aplica al revés: mientras más difícil sea el juego, más rápido obtendremos mejoras y recompensas.
De hecho, Secret Base delega en nosotros mismos y nuestra habilidad para golpear la frecuencia con la que recuperamos salud: al fulminar a tres enemigos o más con un ataque especial aparecerán una hamburguesa o un perrito que nos harán recuperar vida. Así no solo se fomenta que haya un ritmo intenso en Double Dragon Gaiden, sino que se incentiva que apostemos por la agresividad y el uso de técnicas especiales.
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons combina lo mejor de las entregas clásicas con nuevas ideas, pero en el proceso se deja un cabo suelto: el multijugador. De entrada solo hay cooperativo para dos jugadores (cuatro personajes en total a razón de dos parejas), pero es que carece de juego online con una excepción: en Steam se abre la puerta a través del Remote Play. Algo es algo, aunque debería ser mejor. O, al menos, hacerlo tan bien como otros beat'em ups que han regresado con fuerzas renovadas.
La opinión de VidaExtra
En pleno renacimiento del género de los beat'em up, los hermanos Billy y Jimmy Lee golpean por duplicado. Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons no reinventa la base. Es más, le añade más matices a su jugabilidad en la buena dirección, pero a base de buenas ideas extiende con gran acierto algo de lo que cojean la mayoría de los clásicos Yo Contra el barrio: la duración del juego.
Porque, nos guste o no, títulos míticos que hoy celebramos como Final Fight o Cadillacs y Dinosaurios se pueden acabar en media hora o menos. Y Secret Base combate esa realidad con elementos de roguelite y una genuina devoción por el espíritu de los Double Dragon originales.
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons no se limita a apoyarse en una licencia que es historia viva del videojuego, sino que busca actualizarla. Conservando esos elementos que distinguieron la saga de Technos del resto, como un sistema de golpes y técnicas más profundo o una mayor interactividad con los escenarios.
De hecho, la única manera de extender nuestra vida es fulminando enemigos en grupos, lo que nos garantizará esa comida rápida que cogeremos desesperadamente del suelo. Pero en el proceso, entre tantas buenas ideas, se deja algo tan básico como poder jugar online. Aunque, ¿quién sabe? Quizás una futura actualización corrija este aspecto.
Lo que sí nos queda claro es que Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons está a la altura de los clásicos que le preceden. Que sus intenciones manifiestas son obsesionar por igual a los jugadores que vivieron el fenómeno en recreativas y aquellos que ven la fórmula del Yo Contra el Barrio como algo más propio de otros tiempos. Y, en última instancia, que se puede dar un salto de calidad y variedad a la siempre bienvenida justicia callejera pixelada de toda la vida sin sacrificar su esencia. Como debe ser.
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Precio de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons
Si apuestas por el formato digital, el precio de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons no será una barrera: lo puedes encontrar por 24,99 euros en la eShop de Nintendo Switch y con un descuento adicional de salida del 10% en PlayStation y Xbox. El precio en Steam va en la misma línea.
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons
Por su parte, la versión en físico para consolas, publicada también por Modus Games, no se desmarca demasiado y se puede encontrar por un poquito menos de 30 euros. La versión de PC se queda sin edición en caja, pero cuenta con el aliciente de ofrecer multijugador online a través de Remote Play Together.
Merece la pena tener en cuenta que las copias de PlayStation y Xbox incluyen las versiones las sobremesas de ambas generaciones. De hecho, en el caso de Xbox nos encontramos con Smart Delivery, lo que significa que acumularemos progresos independientemente de en qué consola juguemos.
Duración de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons
Incluso si desbloqueas todos los contenidos de Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons, su matiz de Roguelite te va a mantener jugando de manera completamente indefinida. A modo orientativo, y mirando los registros de mi partida en Steam, es posible acabar la historia en aproximadamente dos o tres horas con los ajustes por defecto, recurriendo a continuaciones y jugando en solitario.
Sin embargo, vas a necesitar muchísimo tiempo para exprimirlo todo al máximo: además de los coleccionables en forma de música, arte y consejos, y que el sistema de elección de niveles le da un punto de variedad al conjunto, nos topamos con que al completar el juego o quedarte en el intento habrás obtenido fichas para comprar nuevos personajes, con lo que siempre acabas regresando para impartir más justicia callejera de un modo u otro. Exactamente lo que se espera de un roguelite.
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons
Plataformas | PC (versión analizada), PS5, PS4, Xbox Series X / S, Xbox One y Nintendo Switch |
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Multijugador | Sí. hasta 2 jugadores en local. |
Desarrollador | Secret Base |
Compañía | Modus Games / Arc System Works |
Lanzamiento | 27 de julio de 2023 |
Lo mejor
- Sensaciones de beat'em up clásico con una rejugabilidad impresionante
- Montones de personajes y mejoras desbloqueables
- Acomodar las reglas y recompensas antes de cada partida le da más capas de variedad al conjunto
Lo peor
- Sin multijugador online salvo en Steam con Remote Play. Una pena
- La obtención de Fichas para desbloquear objetos se puede hacer muy cuesta arriba
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