Días atrás hablamos de una curiosa tendencia de estos últimos años en relación a ciertos estudios españoles que están optando por rememorar el espíritu de los grandes clásicos del survival horror, como Resident Evil, Silent Hill y Alone in the Dark. El último en llegar ha sido Dawn of Fear, de los valencianos Brok3nsite.
Con el apoyo de PlayStation Talents, uno sabe perfectamente que un proyecto de este calibre tiene un origen mucho más humilde, por lo que no se le puede exigir lo mismo que a grandes compañías como Capcom o Konami a la hora de crear un juego de terror. Pero no por ello fastidia ver cómo sus buenas intenciones quedan empañadas por errores que se podrían haber subsanado con más tiempo.
Hay que ser permisivos para poder disfrutarlo
Formado por un equipo de tan solo cuatro personas, Brok3nsite se ha inspirado en los grandes clásicos de terror de los noventa a la hora de desarrollar Dawn of Fear. Sin ir más lejos, el protagonista recuerda poderosamente al aspecto de Edward Carnby, mientras que el estilo de juego se asemeja más al de Resident Evil.
Obviamente, es una aventura sin grandes pretensiones ni los medios de las grandes producciones. No puede competir en gráficos con el remake de Resident Evil 2, sino que bien podría pasar por uno de tantos survival horror que pasaron desapercibidos en Dreamcast o PlayStation, como The Ring, Carrier u Overblood.
Destaca, sobre todo, por su ambientación, dentro de una mansión que en seguida empieza a mostrar su peor cara (en el buen sentido) para los amantes de esas pesadillas que bien podría haber salido del imaginario de Silent Hill, como esos segadores con patas afiladas. Pero hay un problema: hace aguas en todo lo relativo a la jugabilidad, desde lo caprichosa que es la cámara con los planos hasta lo mal que detecta en muchas ocasiones los objetos a examinar/recoger.
El juego no se lleva bien con ciertas esquinas, siendo bastante habitual dar vueltas entre cada transición o a la hora de intentar descubrir qué hay detrás de algunos objetos que entorpecen la visión. Cabe decir, además, que cuenta con dos tipos de control: uno clásico, tipo tanque, que no va demasiado fino a la hora de recular; y otro más abierto, con el stick, que muestra unos movimientos más bruscos por parte de Álex, el protagonista. Pero rara será la ocasión en que no haya problemas.
Dawn of Fear tiene buenas intenciones, pese a ahondar en un género donde es difícil que se nos vuelva a sorprender (Resident Evil 7: Biohazard lo hizo con el cambio de perspectiva y de otras mecánicas en una saga demasiado arraigada a ciertas fórmulas), pero se nota que le falta un tiempo de cocción extra para subsanar sus errores y poder destacar frente a la dura competencia. Y es que hay que ser muy permisivo y paciente para llegar a disfrutarlo en su total plenitud.
Dawn of Fear, una pesadilla con aire noventero
Sabe jugar muy bien la baza de su mansión, la cuál iremos descubriendo poco a poco, pero resulta engorrosa la navegación al no contar con ningún mapa y lo confusas que resultan las llaves (todas llevan un número y muy poca información en su descripción) y ciertos objetos importantes. Es un juego para jugar del tirón, de lo contrario se nos pasarán por alto muchos detalles y daremos vueltas.
Es un juego, además, bastante exigente, puesto que nos da muy poca munición y de pocos golpes nos matan fácilmente. Suerte que el cuchillo lo conseguimos muy pronto, siendo la única arma a corta distancia y la más útil contra los zombis. Pese a todo, no va muy fino con los impactos (sobre todo con la pistola) y la IA de los enemigos a veces se atasca sin explicación alguna. En muchas ocasiones lo recomendable será recurrir al habitual zig-zag para ahorrar munición. Un clásico.
En Dawn of Fear también habrá protagonismo para los puzles, pero no habrá ninguno con el que haya que estrujarse demasiado la cabeza, tan solo en el tramo final mirando cierto documento y unas notas... ¿Y cómo gestiona el guardado de la partida? Mediante unas velas que escasean por la mansión y que habrá que dosificar. Y cómo no, habrá un guiño a la máquina de escribir del Resident Evil.
En cuanto a la gestión del inventario, es mejorable. Es bastante rústica su interfaz, pero al menos ofrece información dentro de ese cuaderno de notas. Cuaderno que, por otro lado, se manchará de sangre (dificultando su visión; no la del protagonista, ojo) cuando Álex sufra algún daño. Eso sí, tanto la navegación por el inventario como (sobre todo) el hecho de guardar la partida, será un proceso lento.
No es una aventura que vaya a pasar a la historia, ni mucho menos, pero es "el sueño de un grupo de amigos que soñaban con hacer sonreír al niño que llevaban dentro" creando un juego siguiendo las directrices de los clásicos del género de terror. Si no fuese por lo mal que lleva ciertas situaciones (ya no digamos con la paciencia que requieren sus jefes), probablemente estaríamos ante un destino bien distinto. Lo importante es que Brok3nsite no deje de soñar y pueda dedicarle más tiempo a futuros trabajos, que no es fácil destacar en una industria que lleva un ritmo difícil de seguir y no exento de polémica con el (im)popular crunch.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, Dawn of Fear no sabe jugar a la perfección su baza como homenaje a los clásicos del terror de los noventa y hay que ser demasiado fan del género para llegar a perdonarle sus fallos. Pero en cuanto a ambientación de su mansión y la banda sonora, no sale mal parado. Lo ideal es esperar a una rebaja en el futuro o que se vayan puliendo los aspectos que le impiden alcanzar mejor nota.
Dawn of Fear
Plataformas | PS4 |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Brok3nsite |
Compañía | Brok3nsite |
Lanzamiento | 3 de febrero de 2020 |
Precio | 19,99 euros |
Lo mejor
- Buena ambientación de su mansión (con sorpresas)
- La banda sonora acompaña bien en todo momento
Lo peor
- Jugabilidad con demasiadas impurezas
- Ausencia de mapa e interfaz mejorable
- La cámara y la detección de algunos objetos
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