Análisis de Crisis Core -Final Fantasy VII- Reunion, llámalo remasterización o la mejor forma de revivir este gran clásico de la saga

Han pasado 15 años desde el lanzamiento del Crisis Core original, que se dice pronto. Para muchos que han tenido una PSP se ha convertido en unos de esos clásicos de culto que no podía faltar en la colección de nadie que tuviese la consola portátil de Sony, de ahí que se haya agradecido tanto que Square Enix haya querido traerlo de vuelta de la mejor forma posible.

Eso nos deja con Crisis Core -Final Fantasy VII- Reunion, una remasterización de esta entrega de la saga sobre la que he tenido la oportunidad de hablaros de ella hasta en dos ocasiones. En la primera ocasión os conté lo que me pareció tras jugar una demo de unos 20 minutos y más recientemente tras haber disfrutado de un adelanto que abarcaba los tres primeros capítulos.

No obstante, ahora toca mirar más allá y sobre todo ha llegado el momento de establecer el veredicto final, de ahí que os invitemos a leer el siguiente análisis en el que vamos a pasar a contaros qué os encontraréis exactamente en esta nueva versión y sobre todo si merece la pena haceros con ella si ya jugasteis al Crisis Core de PSP.

El regreso de Zack Fair y la evolución de su espectacular apartado gráfico

A nivel argumental no esperéis encontraros ninguna sorpresa en esta remasterización porque se han mantenido intactos todos y cada uno de los acontecimientos que tienen lugar. Eso nos deja con una historia que transcurre unos cuantos años antes de Final Fantasy VII, lo que supone una magnífica forma de conocer el origen de determinados personajes y de paso añadirles un mayor trasfondo, además de para descubrir qué fue de la famosa Buster Sword.

Esto nos deja con una trama protagonizada exclusivamente por Zack Fair, un personaje con una personalidad única y con el que resulta complicado no empatizar, con momentos muy memorables, dramáticos, cómicos y escenas que os encantarán. Nuestro héroe pertenece a la organización SOLDADO, un ejército que trabaja para la compañía Shinra y que en esta aventura tiene el encargo de localizar a unos soldados que han desaparecido en masa.

Con el fin de descubrir la verdad de todo este asunto, Zack partirá a diferentes lugares, irá conociendo a diferentes personajes y entre todos ellos habrá caras que resultarán muy familiares para muchos, como por ejemplo la presencia de Sephiroth o Aeris. En cualquier caso, el ritmo del argumento es espléndido, aunque también hay que decir que la historia principal no es que sea excesivamente larga, por lo que no os imaginéis algo que os pueda llevar decenas de horas como los Final Fantasy principales.

Todo lo que ocurre está muy bien llevado y sin duda ciertas escenas ahora resultan más impactantes gracias al renovado apartado gráfico que se le ha dado a todos los personajes y escenarios. Para los modelos de los primeros se ha tomado como base los que ya aparecían en Final Fantasy VII Remake para así ir en mayor consonancia. Lo cierto es que todo luce de lujo, aunque hay determinados aspectos en los que se nota que estamos frente a una remasterización y no un remake.

Por mucho que la calidad visual sea claramente superior, los planos son exactamente los mismos que los que ya se vieron en PSP. No hay ningún cambio en ninguna secuencia y esto mismo provoca que los personajes giren a veces sobre tu propio eje, lo que resulta un tanto extraño. Sin embargo, lo que es más cuestionable es la decisión que se ha tomado para las cinemáticas en CGI, porque no se han modificado ni una pizca, así que son exactamente las mismas para bien y para mal.

Para bien porque no dejan de ser impresionantes y dan ganas de verlas una y otra vez, mientas que para mal porque eso mismo supone que la resolución no es en absoluto la misma que la del resto del juego y por desgracia se nota demasiado. En cambio, las secuencias normales sí que se han remasterizado y por eso mismo merece más la pena volver a verlas. Además, también ayuda el que todos y cada uno de los diálogos han sido doblados al inglés y japonés con las mismas voces de Final Fantasy VII Remake, con unos textos en castellano.

Unos cambios muy necesarios en su sistema de combate

Al pensar en una remasterización lo normal es imaginarse que únicamente se ha tocado todo lo que tenga que ver con el apartado visual y poco más. No obstante, Crisis Core -Final Fantasy- Reunion va más lejos todavía con unos cambios que se han aplicado en su sistema de combate y que desde luego eran muy necesarios para hacerlos más intentos, interactivos y sobre todo de los que dan ganas de jugar una y otra vez.

No os miento si me daba una alegría cada vez que escuchaba la frase "activating combat mode" al comienzo de un enfrentamiento aleatorio, porque eso suponía comenzar a repartir espadazos sin ton ni son a cualquier grupo de enemigos que se interpusiera en mi camino. Estos encuentros nos brindan una mayor libertad en los movimientos al poder desplazarnos más rápidamente y por donde queramos en una especie de arenas cerradas que transcurren en el mismo lugar en el que nos encontremos.

Las batallas resultan más frenéticas todavía con un sistema de combate muy sencillo de aprender. Básicamente Zack se dedicará a repartir tajos con su espada con unos combos impresionantes, aunque también podrá esquivar y bloquear los impactos de los enemigos, algo que resulta indispensable en multitud de momentos, y emplear hechizos con las materias y habilidades que se vayan obteniendo.

Esto mismo supone que no todo será golpear sin más. Las materias se convierten en una parte fundamental de los combates gracias a sus diferentes tipos, dado que ciertos enemigos son débiles frente a algunas de ellas. De este modo, un hechizo de hielo puede causar auténticos estragos a una criatura de fuego, pero también estarán las habilidades físicas que se pueden combinar con los ataques normales para potenciarlas más todavía y provocar unas cantidades de daño bestiales.

Al final todo transcurre con un ritmo muy rápido y por eso mismo siempre apetece librar un combate tras otro. A esto se suma que la interfaz se ha renovado y ahora es más sencillo acceder a las materias rápidamente e incluso mover la cámara a nuestro antojo como queramos para no perder de vista la acción en ningún momento. De hecho, los que hayáis jugado al remake de Final Fantasy VII os sentiréis como en casa al participar en estas batallas.

Por otro lado, lo que sí se ha tocado bastante ha sido el sistema OMD, una de las características principales de este juego. Se trata de una especie de ruleta en forma de máquina tragaperras que figurará en la parte superior de la pantalla y con la que no podremos interactuar de ninguna forma, quedándonos a expensas de los resultados que vayan apareciendo, porque los números y caras que salgan influirán durante los combates.

En este sentido, ciertos números pueden otorgarnos bonificaciones temporales, como un aumento en los puntos de vida, magia y de habilidad, o incluso hacer que no se consuma ninguno durante unos segundos para que ataquemos como locos. A su vez, uno de sus resultados es el encargado de hacer que Zack suba de nivel, lo que en ocasiones puede conllevar que suba varios de golpe muy rápido o que tengáis que combatir bastante hasta que la suerte os sonría.

Y ahí no queda todo, porque este sistema también permite dar rienda suelta a los límites e invocaciones especiales. De hecho, esto también ha recibido un cambio importante, porque las batallas no se verán interrumpidas cuando salga resultado oportuno en la ruleta. En su lugar seremos nosotros los que decidiremos cuándo activar algo de todo esto por si queremos esperar a un momento más oportuno.

Incluso se podrán saltar las secuencias para los que no quieran tragárselas una y otra vez, pero lo que sí interrumpirá la acción de repente es cuando algunos límites de ciertos personajes nos muestren un recuerdo de Zack con el personaje en cuestión, lo que puede ser un poco molesto por mucho que también se pueda saltar. En este caso serán secuencias como las del resto del juego, pero las invocaciones, al ser en CGI, chirriarán más por lo comentado previamente, lo que no quita que sigan siendo asombrosas.

Sea como sea, un buen momento para emplear estas técnicas tan devastadoras es cuando los propios jefes finales traten de hacernos morder el polvo con sus ataques definitivos, ya que estos dispondrán de su propia barra de porcentaje que podemos disminuir para así disminuir el daño que nos causen o incluso interrumpirlo si les golpeamos lo suficientemente rápido. En el original por ejemplo el ataque era inevitable, así que al menos ahora hay más opciones de sobrevivir ante estas amenazas.

Las otras formas de pasar el rato durante la aventura

Aquellos que quieran ir a tiro fijo con la historia principal comprobarán que ciertos capítulos no es que sean excesivamente largos. Esto nos deja con las actividades secundarias que son con las que pasaremos la mayor parte del tiempo, sobre todo por lo necesarias que pueden llegar a ser a la larga, entre las que tenemos minijuegos y misiones opcionales.

En el caso de los primeros irán apareciendo algunos por el camino que no están mal para pasar el rato. Entre ellos hay uno en la base de Shinra en el que Zack compite contra otro miembro de SOLDADO por ver quién realiza más sentadillas en un tiempo límite, pero también me he encontrado otro de apostar cuántos niños iban a aparecer en pantalla en una zona determinada o recolectar una serie de objetos en un tiempo límite. Tampoco es que sean la repanocha, pero al menos son más formas de divertirse y que no todo sea hablar y combatir.

Por su parte, las misiones secundarias pueden resultar muy útiles con el tiempo porque gracias a ellas recibiremos objetos en forma de materias e incluso más invocaciones para añadir al OMD, como por ejemplo la de Tomberi o incluso la de Odín para que destruya a los enemigos de un solo golpe si tenemos la suerte de que aparezca en la ruleta. Aun así, la mayoría de veces nos entregarán objetos más comunes o no tan útiles.

Entonces, ¿por qué hacerlas? Pues básicamente porque también resulta una buena forma de subir de nivel al participar en más combates y por lo tanto más probabilidades de que en la ruleta salgan los números oportunos para que Zack se fortalezca, porque a nivel argumental carecen de todo interés la inmensa mayoría de ellas, por mucho que antes de ponernos manos a la obra nos pongan un poco en contexto de qué tratan.

Y es que el problema que hay en ellas es que casi todas son exactamente iguales: entras a un escenario cerrado, con unos pasillos, derrotas a varias oleadas de enemigos y un minijefe o jefe final, nada más. Por eso mismo cuando ya llevas un buen puñado de ellas puede que resulten un tanto tediosas por tener que hacer lo mismo una y otra vez, a pesar de que los combates sean tan brutales, aunque ese sea el mayor motivo por el que te puedes pasar horas y horas llevándolas a cabo.

Además, otro problema es que los escenarios son casi todo el rato los mismos y al final te los acabas aprendiendo de memoria. Es más, hay en algunos de ellos que se nota que el juego proviene de PSP con unos combates más limitados, porque hay zonas en las que te lías a espadazos en las que las dimensiones son más reducidas y tampoco tienes demasiado sitio por el que moverte, pero por suerte esto no suele ser lo habitual.

La opinión de VidaExtra

No se puede negar que Crisis Core -Final Fantasy VII- Reunion es una buena forma de volver a disfrutar de esta entrega tan clásica y añorada por todos los seguidores de la saga y del universo de Final Fantasy VII. Se han implementado mejoras de vida realmente muy necesarias y que le han sentado de maravilla, sobre todo en su sistema de combate que sin duda se ha convertido en su punto más fuerte y el que causa mayor impacto en cuanto te pones a jugar.

Por supuesto el apartado gráfico es otro de los puntos más destacados, con una calidad fantástica para hacer que Zack y compañía luzcan mejor que nunca. Y el rendimiento no se queda atrás en absoluto, porque en la versión que he podido analizar para PS5 la acción se veía a 4K a 60 fps constantes, lo que desde luego ayuda a que todo se vea más espectacular por la cantidad de efectos en pantalla, con una banda sonora cuyos temas también se han remasterizado.

También es verdad que no todo es perfecto, porque las cinemáticas en CGI se podrían haber mejorado o haberle añadido algo diferente a las misiones secundarias para que no fuesen tan repetitivas. De todos modos, estamos frente a una versión que encantará a todos los seguidores de la franquicia y que no puede faltar en vuestra colección si sois de los que os hicisteis en su momento con el Crisis Core de PSP, porque será difícil que queráis volver a jugar al original después de probar esta remasterización.