Había cierto temor cuando Gearbox Software anunció la segunda expansión de Borderlands 3, puesto que giraba en torno a la boda de Sir Hammerlock. ¿El motivo? Este personaje disfrutó de una expansión bastante olvidable y tediosa en Borderlands 2 y no sabíamos si sería capaz de redimirse con su regreso.
Por fortuna, el estudio de Randy Pitchford, tras el titubeante DLC El Golpe de Moxxi a Jackpot el Guapo (que solventó un problema con Moxxi y dejó buen sabor de boca con su final), ha recordado cómo se hacía una buena expansión con el reciente Armas, Amor y Tentáculos: la Boda de Wainwright y Hammerlock.
Yo os declaro marido y... ¡tentáculo!
El principal problema que tuvo La gran cacería de Sir Hammerlock fue que no supo medirse. Nos plantó ante un mundo enorme con mucho relleno que acababa cansando enseguida y mediante una historia con la que no llegamos a conectar del todo. Y eso que Sir Hammerlock tenía mucho potencial como secundario, como demostró en el arco narrativo de la historia principal de dicha secuela.
En Borderlands 3 tuvo más protagonismo, junto con Wainwright, de la familia Jakobs. Y es precisamente esta relación la que acaba de explotar a lo grande con su boda, la cuál se chafa por culpa de un monstruo de dimensiones totalmente desproporcionadas y una fuerte influencia de Lovecraft. Sí, una especie del gran Cthulhu que cubre casi por completo una región de la vistosa Xylourgos.
Armas, Amor y Tentáculos: la Boda de Wainwright y Hammerlock nos gana desde el principio al aprovechar mejor las no pocas bondades de Borderland 3, siendo (por fin) un planeta que no se limita a un único bioma, sino que es capaz de mostrar un número importante de escenarios para que la experiencia resulte lo suficientemente variada para que no se resienta en ningún momento este DLC.
Es curioso, porque su historia arranca con una invitada muy especial que hasta ahora no había tenido nada de protagonismo: Gaige, la Mecanomante. Sí, aquel personaje que vino a modo de DLC en la secuela y que estuvo pensado para la gente menos ducha en este shooter gracias a su Trampa Mortal, un robot que facilitaba la partida significativamente. Ella será la encargada de preparar la boda y la que nos ayudará para resolver el lío en el que se ha metido Wainwright...
Y es que, lógicamente, los preparativos de este enlace se truncan antes de que el actual propietario de la casa Jakobs y Hammerlock se den el sí quiero, al entrar en juego una secta, relacionada con el monstruo que asola la zona (en presencia y espíritu), que tiene en jaque a sus habitantes, quienes parecen almas en pena.
El apiolamiento de esta expansión de Borderlands
Tal y como sucedió con la primera expansión de Moxxi en Borderlands 3, este DLC se nutre tanto de viejos conocidos como de nuevos rostros, destacando en esta ocasión un par de ellos: Mancubus y Eista. Este último, de hecho, podría formar parte en un futuro como otro Buscador de la Cámara, porque tiene un desparpajo terrible y su insistencia con los apiolamientos es digna de elogio (y de estudio).
Es, como no podía ser de otra manera, otra expansión con un gran sentido del humor, llevado en esta ocasión al extremo al no ceñirse únicamente a las misiones secundarias (la de cierto humano que se cree un pez nos deparará una sorpresa final bastante... indescriptible), sino también por medio de otros elementos, como unos peces aparentemente disecados que, si interactuamos con ellos, nos cuentan un nuevo chiste cada vez. Todos sobre peces, claro está.
No es de extrañar, por otro lado, que en este DLC también contemos con diversas cacerías místicas de Sir Hammerlock, pero a modo de desafíos, tal y como sucedió con la aventura principal, teniendo bastante por hacer si queremos lograr el 100%. Además, no será un paseo, puesto que hay varios enemigos (no solamente jefes, muy llamativos algunos, por cierto) que nos pondrán contra las cuerdas debido a algunas de sus técnicas, como ver esos nigromantes que reviven a los rivales caídos u otros que se refuerzan a lo grande a las mínimas de cambio, dejando en pañales a los Goliat. Y ya no digamos con Caos activado.
Aparte de la gran variedad de entornos y situaciones, nos toparemos con unas pocas misiones en la historia y ciertas secundarias donde habrá que darle un pelín al coco, como no ir a lo loco a la hora de preparar un brebaje, sortear con cuidado unas trampas controlando a la perfección el deslizamiento por el suelo o resolver un pequeño acertijo con unos símbolos que nos irá cantando Mancubus al final.
Todo este cóctel logra, fácilmente, que Armas, Amor y Tentáculos: la Boda de Wainwright y Hammerlock sea una de las mejores expansiones de toda la saga, aunque sin llegar al nivel de la loquísima partida de rol de Tina Chiquitina en su asalto a la mazmorra del dragón. Pero al menos se ha vuelto a encauzar la senda.
La opinión de VidaExtra
En definitiva, esta segunda expansión de Borderlands 3 de nombre ridículo y extremadamente largo, viene a certificar por qué gustan tanto las expansiones de esta saga (en líneas generales) con más de diez años de historia. Y sin parar de enriquecer su ya de por sí vasto universo con más personajes de excepción.
Armas, Amor y Tentáculos
Plataformas | PC, PS4 y Xbox One (versión analizada) |
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Multijugador | Sí, local (dos jugadores) y online (hasta cuatro) |
Desarrollador | Gearbox Software |
Compañía | 2K Games |
Lanzamiento | 26 de marzo de 2020 |
Precio | 14,99 euros (o bien 49,99 euros con el Pase de Temporada) |
Lo mejor
- La enorme variedad del bioma de Xylourgos
- El regreso (y mayor protagonismo) de Gaige y otros secundarios que debutan aquí
- Los 25 chistes sobre peces
- La dureza y técnicas de los nuevos enemigos
Lo peor
- Que sigamos sin más personajes jugables
- El rendimiento sigue siendo mejorable
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