'Borderlands 2' para Xbox 360: primer contacto

‘Borderlands’ ha sido uno de los juegos que copan mi top 10 de esta generación. Era largo, divertido, todo un reto y el carisma de sus personajes principales y secundarios ponía el resto para convertirlo en todo un título a tener en cuenta. ‘Borderlands 2’ hace honor a aquello de más y mejor, salvo que en vez de eso habría que recalcar que promete ser mucho más y mucho mejor.

Borderlands 2: más y mejor

De entrada hay algo que prometen sus desarrolladores que me parece básico para empezar a valorarlo: mientras que la aventura principal del primer título podía ofrecernos unas 20 horas de juego, en ‘Borderlands 2’ ese número sube hasta las 50. Y eso sin contar todas las misiones secundarias que nos esperan en Pandora.

A grandes rasgos las mecánicas ofrecidas son iguales, con cuatro personajes claramente diferenciados por sus características y ataques especiales, misiones que nos obligan a desplazarnos del punto A al punto B, tiroteos a mansalva y un humor que se ha convertido en su seña más característica.

Humor negro y Borderlands 2 van de la mano

Preparaos porque ese último punto viene bien cargado, y debo decir que con un doblaje excelente, al menos en lo poco que pudimos ver de una versión aún en desarrollo. Un ejemplo: una de las misiones nos llevará a conocer a una niña huérfana bastante malhablada que nos invita a recuperar a sus amigos de las garras de los bandidos para hacer “una merendola“.

Te vas de su escondrijo con la idea de llegar a una zona y ponerte a hablar con los invitados para convencerlos, sobre todo con ganas de ver a su amiga, fácilmente reconocible según ella por tener “unas grandes peras“.

Lo que te encuentras al final es una lucha encarnizada contra los bandidos para recuperar una triste y andrajosa muñeca, que sumada a unos cuantos objetos más y la captura de uno de los enemigos, dará inicio a la citada merienda.

Típicas tazas de juguete sobre una mesa, con los muñecos sentados cada uno en su sitio y un bandido aullando de dolor sobre una silla electrificada son el surrealista escenario que te muestra hasta dónde han llegado los chicos de Gearbox para dotar de vida a su particular País de las Maravillas.

Risas sólo superadas por su nivel de acción y violencia

No hubo demasiado tiempo para replantearse la situación, y es que los gritos del pobre desgraciado que estaba tomando voltios para merendar atrajeron al resto de su banda, convirtiendo el momento en un auténtico infierno en el que el hecho de contar con una única entrada ni siquiera sirvió para paliar el duro reto que se puso por delante.

Decenas de enemigos corriendo como locos, disparando y reclamando la ayuda de corpulentos amigos con miniguns que me obligaron a controlar estratégicamente mi arsenal para darles caza mientras evitaba que me matasen por quedarme sin munición.

Ahí hubo que dar gracias a las nuevas armas, que además de características como envenenar, quemar o electrocutar, también cuentan con sorpresas en forma de ataques secundarios que la primera vez no ves venir y luego acabas aprovechando a la perfección.

Y es que ver cómo se agota la munición de tu lanzacohetes y tienes que reemplazarla es mucho mejor cuando sabes que el cartucho que ya no vas a utilizar lo lanzas automáticamente hacia delante provocando una generosa explosión que te dará un respiro mientras recargas.

Conclusión

Fueron un par de horas, pero lo visto fue suficiente para lanzarme a por ‘Borderlands 2’ tan pronto llegue a las tiendas. Un juego que promete locura y diversión a partes iguales, y además cuenta con una niña sociópata como personaje secundario, merece absolutamente toda nuestra atención.

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