Análisis de Aspire: Ina's Tale, la poesía en movimiento de Luiz Sampaio

El arte puede ser para toda la eternidad o manifestarse de manera efímera. Aspire: Ina's Tale sabe ser las dos cosas a la vez. Wondernaut Studio firma una historia breve, que se disfruta y se puede superar en una sola tarde, pero a través de ella también nos regala imágenes, algún verso y se nos lleva a mundos oníricos que atesoraremos de manera muy especial. Es una aventura de plataformas, pero definitivamente es arte.

Arte con denominador de autor: el reconocido poeta brasileño Luiz Sampaio -quien a sus 68 años decidió aventurarse en los videojuegos y fundar el estudio Wondernaut- viste los muy tenues lazos argumentales Aspire: Ina's Tale con sus palabras. Logrando que el videojuego sea una poesía en movimiento mientras tiende descarados lazos en lo jugable a referentes como LIMBO o GRIS. Reteniendo sus sensaciones de melancolía y superación a los controles, pero logrando una identidad visual única y distinguible.

Porque el mundo de Aspire: Ina's Tale es precioso, incluso en sus niveles más grises y sombríos. Hasta en los tramos en los que deberíamos ser más cautelosos. A veces es minimalista y muy sutil en los detalles y otras sabe sacar partido al contraste de colores para transmitir la atmósfera que más encaja con el viaje de autodescubrimiento de Ina, nuestra protagonista. Y es que el mero hecho de recorrer los decorados que nos trae el estudio brasileño le da valor añadido a una aventura sencilla en las formas y contenidos, pero generosa a la hora de transmitir emociones.

Y es que Aspire: Ina's Tale quizás no compita por ser el indie revelación del año. Y eso que sus puzles tienen un equilibrio muy bien medido a la hora de ser desafiantes, justos y fáciles de entender con un par de excepciones. Pero logra que el jugador se detenga cada pocos tramos a admirar la imagen que se manifiesta en pantalla. Que sus ojos recorran cada pedacito de escenarios en busca de pistas o simplemente para regodearse en el talento de sus creadores y su acertado empeño constante por transmitir sensaciones a través de las formas y el color.

Elementos que no hacen que el viaje onírico de Aspire: Ina's Tale sea especialmente disfrutable, que dan sentido y significado a los secretos que se nos irán revelando a través de sus diferentes escenarios y, finalmente, logran que la conclusión de la aventura deje un muy buen sabor de boca. El mismo tipo de sensación que se produce al acabar de leer un relato corto bien escrito cuando éste logra conectar con el lector. Un hito que Wondernaut Studio logra a base de plataformas, color, puzles y poesía.

Un viaje de autodescubrimiento a través de una poesía visual

Ina ha despertado tras un largo sueño, pero al abrir los ojos no reconoce el suelo que pisa ni las paredes que la rodean. La joven de larga trenza pelirroja se incorpora con muy vagos recuerdos y montones de preguntas. Sus primeros pasos le sirven para descubrir que se halla dentro de una enorme estructura metálica. Una torre. Conforme comienza a tomar consciencia llega a una conclusión: se encuentra encerrada en una gigantesca prisión que parece tener vida propia.

Una prisión de contrastes. De luces y sombras. De naturaleza que brota del suelo, de las paredes y cae desde un techo al que muy pocas veces se llega con la vista; y también de engranajes, luces artificiales y palancas no tan accesibles que dan acceso a nuevas habitaciones. Nuevas parcelas de la misma prisión. Una cárcel cuyas paredes son tan amplias que incluso crean paisajes conmovedores. Pero, a fin de cuentas, una prisión a todos los efectos. E Ina está dispuesta a todo para salir de ella.

La buena y la no tan buena noticia es que Ina no está sola. A lo largo de su viaje, la decidida joven encontrará diferentes guías que parecen tener una idea más o menos clara de qué es lo que está ocurriendo en la torre. Sin embargo, el descubrimiento de la verdad es parte camino, y debe ser la propia joven quien interprete y de sentido a las respuestas cuando éstas se le manifiesten. La parte no tan buena es que además de guías, en la torre encontrará diferentes clases de peligros y amenazas.

Amenazas con voluntad propia, convenientemente ocultos entre los engranajes y la oscuridad, que se dedicarán a asaltar a Ina. A perseguirla hasta reducirla y eliminarla. A convertir su espíritu en parte de la torre. Y es ante estos seres dónde nuestra protagonista deberá esgrimir su voluntad y determinación por continuar avanzando y, en última instancia, escapar de la torre.

Puzles, poesía y plataformas

Pese a que hay algunos tramos que invitan a perderse, completar Aspire: Ina's Tale no nos llevará mucho más de cuatro horas. Quizás bastante menos si somos un poquito avispados con los puzles y entendemos lo que está sucediendo en pantalla. Dicho lo cual, lo bueno si es breve es dos veces bueno y el mensaje que busca transmitir Wondernaut Studio desde el despertar de nuestra protagonista hasta los compases finales no requiere más. El tiempo que extra que decidamos darle será para quedarnos embobados viendo sus paisajes.

A nivel de jugabilidad, Aspire: Ina's Tale sigue la estela de LIMBO o Inside a base de aprovechar un gran escenario que recorreremos en scroll lateral y con mecánicas plataformeras para añadir elementos narrativos. Sin embargo, hay aspectos que le dan voz propia. Hay diálogos e interacción con otros personajes, nuestra heroína manifiesta su propia voluntad a lo largo del juego y existe un mensaje y una temática que va evolucionando a lo largo de la aventura.

Definitivamente, Aspire: Ina's Tale transmite emociones sin terminar de dar la sensación de aventura. Más bien, es un viaje de autodescubrimiento. Lo cual hace que inevitablemente nazcan las comparaciones con GRIS, aunque en este caso sí podremos ser eliminados y estaremos expuestos a peligros. Siendo justos, la cantidad de enemigos a los que nos enfrentaremos -y sin entrar en detalles- se cuentan con los dedos de una mano y nos sobran; pero algunos de ellos son bastante insistentes.

Por parte de los puzles, y como ya comentamos, la dificultad está muy bien calculada. Su cantidad es la justa y, en esencia, se basan en aprovechar tres habilidades concretas (la luz, la capacidad de elevar objetos y la de hacerlos de mayor tamaño) para poder seguir avanzando. Entrados en los compases finales deberemos saber compaginar las tres habilidades, aunque en ningún momento se logra coquetear con las mecánicas de los metroidvanias. Son simplemente un desafío que conecta la narrativa y evoca al proceso de crecimiento de Ina.

Un proceso de maduración a través de una historia que dura lo que tiene que durar, ni más ni menos, pero que sabe recompensar a quienes desean perderse un poquito más de la cuenta con algunas diferentes piezas sueltas del gran puzle que solo es posible encontrar si decidimos desviarnos un poquito del camino establecido. A veces, recuerdos de nuestros propios guías, otras, piezas del pasado de Ina.

Logrando que Aspire: Ina's Tale sobresalga en lo artístico, lo cual también atañe a una banda sonora excepcional y a juego con el conjunto, guste en lo jugable y logre aportar emociones genuinas al jugador. Y pese a que no se descarrila de fórmulas y mecánicas ya vistas y muy conocidas en otros juegos independientes, el viaje de Ina transmite de manera genuina las buenas sensaciones de las obras con denominación de autor. Incluso en sus tramos más desafiantes, que los hay.

La Opinión de VidaExtra

Aspire: Ina's Tale es una agradable sorpresa. Uno de esos pocos juegos con alma y voz propia que aparecen casi con cuentagotas cada año. Quizás no aporte demasiado al género de los juegos de plataformas y aventuras, pero sabe dejar su huella en los aspectos clave y, en el proceso, regala al jugador imágenes con un toque de color y minimalismo que merecen enmarcarse.

De hecho, pasear por la torre es una muy grata experiencia en la que confluyen todo tipo de estilos arquitectónicos e imágenes que transmiten sensaciones al jugador. Sabe ser oscuro y esperanzador cuando toca, pero también colorido y enigmático en los momentos más delicados y relevantes.

Definitivamente, el juego se completa en una tarde o dos si no estamos demasiado inspirados, y eso no es malo cuando el mensaje que se quiere aportar se alcanza. Alargar el viaje de Ina más de lo necesario o meter más personajes y enemigos por darle horas extra sería contraproducente. Pero, lógicamente, nos toca matizar todos los aspectos.

Elementos que, sumados, convierten a Aspire: Ina's Tale en uno de los últimos caramelitos indie de 2021. Un juego sencillo y con mucha alma. Una ópera prima que irradia identidad por parte de sus creadores y, pese a tratarse de un videojuego, es poesía en movimiento con la firma de Luiz Sampaio.