Análisis de los Razer BlackShark V2: peso reducido y sonido espacial THX en unos auriculares comodísimos

Análisis de los Razer BlackShark V2: peso reducido y sonido espacial THX en unos auriculares comodísimos

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Dos años después de quedar encantados con los Kraken Tournament, la atención puesta en los esports vuelve a entregarnos una nueva iteración de Razer en su intento de dominar el panorama de los auriculares gamer. Recién resucitado de su aventura de hace cinco años nos llegan los Razer BlackShark V2.

Con un diseño mucho más sobrio pero manteniendo las grandes bazas de propuestas anteriores como el sonido espacial THX, los Razer BlackShark V2 se introducen en tendencias como la cancelación de ruido y las orejeras transpirables en unos cascos que, además, son ligeros como una pluma.

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Razer BlackShark V2: especificaciones técnicas

Razer BlackShark V2

especificaciones técnicas

Frecuencia de respuesta

12 Hz – 28 kHz

Impedancia

32 Ω a 1 kHz

Controladores

50 mm

Diámetro interno de la almohadilla

65 x 40 mm

Conexión

USB/ 3,5 mm

Cable

1,8 m

Peso

262g

precio

109,99 euros

Apostando por la sobriedad y el confort

Pese a lo mucho que valoro que los periféricos gaming pretendan ser más elegantes que una nave espacial, aquí reconozco que era un firme defensor de la estética de piloto de los primeros BlackShark.

Aquí Razer mantiene cierto espíritu al mantener los raíles laterales para ajustar la altura de orejeras y diadema, pero en líneas generales son unos auriculares más terrenales y, de calle, mucho más contenidos que ejemplos como los citados Kraken TE.

Lo peor que se puede decir de ellos a nivel de diseño es que el recubrimiento de las orejeras tiene esa sensación a plástico que tan bien han sabido esquivar otras opciones como los Logitech G Pro X, pero desde luego es un apartado que estoy bien dispuesto a sacrificar si acaba entregando un peso como el propuesto por estos BlackShark V2.

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Apenas 262 gramos de peso que, gracias a las almohadillas de espuma para diadema y orejeras, se colocan como un guante en nuestra cabeza. Con una prueba que se ha hecho en plena ola de calor, que mi cabeza y orejas no hayan acabado sudando es también algo a tener muy en cuenta -y agradecer-.

Muy gratamente sorprendido por lo frescas que han sido sus orejeras, pero no tanto por el aislamiento de ruido que suponen. O una cosa u otra, claro, pero creía que la cancelación de ruido prometida por Razer iba a ser algo más reseñable en ese sentido.

Buenos tras salir de la caja, geniales tras pasar por Razer Synapse

A nivel de sonido Razer también estrena su tecnología Razer TriForce Titanium, tres drivers de 50 mm destinados a entregar bajos, medios y agudos por canales distintos buscando una mayor claridad de sonido y apuntando a destacar en una de las asignaturas pendientes de la marca: los graves.

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Si bien la configuración predefinida puede considerarse muy bien balanceada, toca trastear un rato con Razer Synapse 3 para acabar de ajustar configuraciones y evitar, en ciertos casos, que el sonido sea excesivamente metálico.

Por suerte ahí hay bastante tela que cortar y, además de configuraciones predefinidas para música, cine y juegos, siempre podrás establecer distintas configuraciones de sonido para tus juegos favoritos.

Saltar de una a otra gracias a Razer Synapse 3 es una gozada, pero ten en cuenta que serán configuraciones ancladas al PC vía tarjeta de sonido USB, y que pese a su compatibilidad con cualquier otra máquina gracias a su jack de 3,5 mm, tocará ceñirse a la predefinida si los utilizas para jugar en consola.

Sonido espacial y claridad para un mejor competitivo

La otra gran inclusión en el apartado sonoro está en la tecnología de audio espacial de THX, que añade dos opciones distintas respecto a lo ya visto en los Kraken TE. Aquí la idea es que podamos variar entre el modo ambiental para juegos más cinematográficos y, cuando toque competir, centrar el foco en pasos y disparos para aprovechar los ruidos como ventaja.

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La idea funciona bien, pero lo hace aún mejor cuando, una vez más, retocamos sonido y creamos perfiles distintos para cada juego o tipo de experiencia. Son, en definitiva, unos cascos que nos demandan un poco de atención durante las primeras horas para dejarlo todo lo más fino y ajustado posible.

Superadas las orejas vamos a la boca, donde la cancelación de ruido sí goza de una respuesta mucho más destacada. Notable recién salido de la caja, el micro también cuenta con una considerable variedad de opciones desde la aplicación para acabar de ajustar vía grabaciones y pruebas.

Un punto a tener en cuenta que, sin embargo, le hace perder bastante fuelle frente a opciones mucho más completas de la competencia a nivel de software y retoques de voz.

La opinión de VidaExtra

En un panorama con cada vez más compañías asaltando el mercado de los periféricos gaming, Razer no acaba de encontrar su sitio en lo que a auriculares se refiere. El hueco que se había hecho gracias a sus agresivos diseños, y una buena puerta de entrada a la calidad media, se ha convertido ya en una batalla campal con muchos competidores repartiéndose el pastel.

Razer BlackShark V2 es el nuevo intento de la compañía a la hora de intentar separarse un poco de ese pasado, buscando un público que valore más la elegancia y la sobriedad en los diseños.

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Sin quejas en el apartado sonoro, sí se echa de menos una entrada un poco más ambiciosa en el mercado, aunque sea a costa de elevar bastante más los 109,99 euros con los que llegarán estos últimos.

En cualquier caso, los BlackShark V2 destacan precisamente por lo que son, unos cascos relativamente asequibles que recogen lo mejor de las anteriores propuestas cableadas de la compañía. Entregando con ello un sonido fantástico y con un gran margen de mejora a través de configuraciones personalizadas.

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