Iron Man VR pone sobre la mesa todo lo necesario para triunfar. Un personaje reconocible y emblemático, una gran idea replicando su sistema de vuelo en realidad virtual y el apoyo de la propia Sony. Todo para garantizar que llega hasta nuestras manos un juego a la altura del potencial de una PlayStation VR a la que le crece la competencia.
Y sobre el papel todo eso está ahí. Algo que no aparentaba en sus primeros vídeos y que en su demo de los dos niveles iniciales empezaba a pintar mucho mejor, pero que llegados a la versión final queda muy lejos de lo que uno podría esperar de una combinación magistral como esa.
El robot estrella de PSVR sigue siendo otro
Iron Man VR goza de buenas ideas y momentos interesantes, pero la escasa variedad de niveles y situaciones, sumado a un apartado técnico bastante mejorable, consiguen que se aleje hasta llegar a las antípodas de proyectos mucho más recomendables como Blood & Truth, Astrobot o incluso opciones con más solera como Until Dawn: Rush of Blood.
Las sensaciones van constantemente en la línea de lo que ya comentamos en nuestras impresiones con la citada demo. Allí explicábamos que el primer nivel, una suerte de tutorial en el que volar, disparar y realizar desafíos de velocidad, palidecía ante la ya conocida escena del avión que iniciaba la aventura.
La dupla, pese al desnivel entre ambas propuestas, parecía lógica ahí. Toca dar al jugador un entorno seguro en el que aprender a planear colocando los Move como si fuesen las manos de Iron Man para elevarnos y desplazarnos, así como aprender a mantenernos en el aire con una mano mientras disparamos con la otra.
Un sistema de movimiento muy acertado al que lo único que le reprochábamos era no poder girar con mayor comodidad en pleno vuelo y que, pese a gozar de más opciones aquí, sigue mereciendo un par de vueltas más para acabar de ser todo lo fino que demanda la experiencia.
Entre un puñado de buenos momentos y un saco de otros mucho menos inspirados
Ya en la escena del avión la cosa cambiaba por completo. Estás en pleno vuelo moviéndote a placer, sin casi nada contra lo que estrellarte y alternando entre oleadas de enemigos y acciones especiales -por ejemplo, apagar el incendio de un motor- de cara a hacer avanzar la historia.
Con ese último destello nos quedábamos. Dejándonos con ganas de más. Y es que podía llegar a ser muy divertido vivir escenas de acción propias de una película de Marvel controlando a uno de sus míticos héroes.
Sin embargo, lo que entrega Camouflaj aquí es una constante mezcla de ambos niveles de calidad que, mucho más de lo que nos gustaría, se apoya más en la propuesta del tutorial que en la del nivel del avión.
Ciudades completamente vacías a base de prismas pintados de edificios, repetición de acciones que en ningún caso alcanzan la sorpresa del citado segundo nivel, unos enemigos que dejan de tener variedad demasiado pronto, y la muy lamentable decisión de hacernos repetir escenarios una vez tras otra durante una aventura que se alarga muchísimo más de lo que está preparada para mantener a nivel de ritmo.
Creo que es el primer juego de VR al que llego con ganas y tengo que jugar con parones cada pocos niveles. No por mareos o incomodidad en la vista, no he tenido problemas ahí como tampoco los he tenido con cualquier otro juego o experiencia que haya probado, sino por lo muy cuesta arriba que se me estaba haciendo esta prometedora odisea de Tony Stark.
Una franquicia así merecía más a nivel técnico y creativo
Gran parte de la culpa, más allá de la escasa variedad que propone y de cómo te cuela aburridos desafíos de vuelo en medio de un peligroso evento a escala global, está en lo lento que resulta el juego entre un nivel de acción y otro.
Soportar parones de más de 40 segundos entre niveles, y ahí se incluyen también las cinemáticas interactivas o los viajes al garaje de Tony que hace de hub y sirve para elegir nivel o mejorar la armadura, puede parecer poco a primera vista, pero se hacen eternos cuando lo único que tienes ante los ojos es una pantalla de carga.
A esos interminables procesos se suman otros aún más incómodos en los que, con el nivel aún por cargar, el juego te deja ante una pantalla completamente oscura durante varios segundos que, una vez más, probablemente sean más cortos de lo que llegas a sentir cuando tienes las gafas puestas.
Habiendo disfrutado los combates de sus niveles más inspirados, era inevitable que el bajón que suponen tanto esas esperas como las cinemáticas interactivas -en las que hablas con otros personajes o realizas manidas acciones de realidad virtual como abrir una nevera o agarrar una revista para verla mejor- le acabasen pasando factura.
Y justo ahí, entre el tímido entusiasmo y un inabarcable saco de peros, es donde Iron Man VR se desmonta poco a poco hasta llegar al punto en el que ni siquiera su subida de ritmo final consigue mantener firme la estructura. Un varapalo para el fan de los súper que, con las mismas ideas pero estando detrás un gigante como Japan o London Studio, probablemente no se habría producido.
La opinión de VidaExtra
Palideciendo incluso a la hora de potenciar el desbloqueo de armaduras a base de logros con coloridas pero poco inspiradas alternativas -la Iron Patriot es probablemente la más reseñable-, la sensación que te queda es que, por cosas como esas, la elección de enemigos o el trato de la historia, el potencial de la franquicia queda bastante desaprovechado.
Iron Man VR quiere ser un juego largo sin necesidad o ritmo suficiente para mantenernos pegados a las lentes. Sus buenas ideas y momentos, que los tiene, quedan emborronados por un apartado técnico flojo y una serie de decisiones más que cuestionables a nivel jugable.
No es que esté lejos de ser el Half-Life: Alyx que le pedimos a PlayStation VR a estas alturas, es que tampoco se acerca al nivel de excelencia que Sony ha demostrado ya en varias ocasiones con su catálogo de realidad virtual.
Iron Man VR
Plataformas | PS4 |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Camouflaj |
Compañía | Sony |
Lanzamiento | 3 de julio |
Precio | 36,99 euros |
Lo mejor
- La idea a la hora de volar como Iron Man en realidad virtual
- Algunos momentos inspirados
- Una buena colección de desafíos con la que alargar las horas de juego
Lo peor
- Escasa variedad de niveles y enemigos
- Justito a nivel de rendmiento y despliegue visual
- Excesivos tiempos de carga
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