Cuando se presentó Horizon Call of the Mountain me asaltaron dos dudas. La primera era sobre si realmente se vería así, mientras que la segunda cuestionaba hasta qué punto lo que estaban viendo mis ojos no sería un tren de la bruja más cerca de una experiencia que de un juego.
A ambas os contesto rápido. Es increíble lo bien que se ve y sí, es más juego que parque de atracciones con dinosaurios robot, pero eso no quita que siga teniendo cierto aroma a tren de la bruja. Por suerte, para acabar de decantar la balanza, hay mucho más que contar sobre Horizon Call of the Mountain para PS VR2.
Horizon Call of the Mountain: un juego sobre escalar
Abandonando a Aloy como protagonista, Horizon Call of the Mountain nos sitúa ante una historia secundaria pero no por ello menos espectacular. No es que su trama vaya a volarte la cabeza, pero es lo suficientemente entretenida como para complementar lo que de verdad importa. Todo lo demás.
Entre la escalada, pequeños puzles sin grandes ideas y la acción de sus luchas contra las máquinas, esto bien podría ser un The Climb hipervitaminado, pero si allí los desafíos de escalada conseguían mantenerte enganchado de principio a fin, aquí terminan volviéndose algo más repetitivos.
La estructura de los niveles se rige principalmente por la escalada, sin duda alguna lo que estarás haciendo gran parte del juego, y aunque a base de gadgets como los piolets o una tirolina que puedes anclar en zonas muy marcadas del escenario se consigue aportar algo más de variedad a los ascensos, juega menos de lo que me gustaría la carta de la espectacularidad.
La garantizan a gran escala los paisajes, que son preciosos e invitan a quedarte embobado con los brazos en jarra cuando alcanzas una cima, pero lo de bichos atacándote mientras escalas o las piezas del escenario que se desmoronan a tu paso es, tal vez, demasiado anecdótico.
Pese a tener escaladas memorables, de esas en las que a medio camino ya sabes que en pantalla va a aparecer un aviso del reto que acabas de superar, y otras que por lo que ocurre a tu alrededor terminan siendo emocionantes, la gran mayoría terminan siendo ascensiones bastante insulsas en las que tu mejor pasatiempo será girarte para admirar las vistas.
Un juego demasiado encorsetado
Lo cierto es que el ir cambiando entre esos mismos ascensos, la exploración a pie con hueco para caminos escondidos con premios al final, y las batallas contra robots, Horizon Call of the Mountain consigue mantener un ritmo perfecto.
La lástima es que sus niveles escondan tan poco el ser un pasillo continuo. Si bien es cierto que a veces juega con pequeños desvíos para darte la decisión de por dónde vas a escalar, una vez empieces a hacerlo no habrá muchas variables para llegar del punto A al punto B. De hecho, ahora mismo no me viene a la cabeza ningún momento en el que eso ocurra.
Sí hay un par de esos niveles en los que, desde un núcleo central, tienes que ir en busca de X objeto a través de varios caminos distintos, pero no dejan de ser viajes de ida y vuelta por distintas rutas. Algo más de libertad a la hora de encaramarse a los sitios le habría sentado de fábula, pero entonces habría sido complicado mantener cierto espíritu palomitero y, quién sabe, si también el portento gráfico que atesora a veces.
Lo importante es que, teniendo unos ascensos mucho mejores que otros, todos terminan resultando lo bastante entretenidos como para volver a emocionarte con qué te deparará el siguiente. Y si por casualidad vienes de jugar a los dos The Climb y te gustó el concepto, lo vas a disfrutar muchísimo.
Los combates: su baza más espectacular y divertida
Allí donde guardaba pocas esperanzas y ha resultado ser un digno luchador por ser mi parte favorita del juego ha sido en los combates. Con escasas armas, un lanzador de granadas de fuego o hielo y un arco bastante más versátil y divertido de usar, tocará hacer frente a algunos de los dinosaurios robot más emblemáticos de la saga.
Una vez se inicia un combate el movimiento del personaje se ancla a un círculo alrededor del escenario. Por él podrás moverte de forma normal pero en lateral o, si lo prefieres o lo necesitas, dando pequeños saltos con la esquiva del juego. La forma más ágil y eficiente a la hora de buscarle las cosquillas al enemigo.
La clave está en todas esas partes de las que debíamos encargarnos en los dos Horizon originales para, por ejemplo crear una reacción en cadena que explotase su tanque de gasolina e incendiase al bicho durante varios segundos.
El esquema es exactamente el mismo, pero lo de tener ahora un arco en las manos y estar frente a una bestia metálica de varios metros es una auténtica gozada. Al ser zonas muy controladas, el despliegue visual puede llegar a ser bastante impresionante.
En cualquier caso lo importante es que está por llegar el enfrentamiento en el que no me lo haya pasado en grande. Entre seguir estrategias a la hora de despiezar a los bichos y aprovechar el escenario para hacer caer trampas o reventar barriles explosivos bajo la panza del dinosaurio, las peleas son siempre un momento a celebrar dentro de Horizon Call of the Mountain.
Las razones para seguir jugando tras la campaña
La estructura de sus niveles no da para muchas fantasías más. Están las típicas cucamonadas de tocar un xilófono, disparar a dianas en la lejanía, o apilar piedras para formar una torre de cierta altura luchando contra las físicas, pero el grueso del juego se limitará a moverte a pie hasta alcanzar una zona de escalada, llegar hasta arriba y enfrentarte a algún peligro.
El camino entre unas cosas y otras puede ser tan variado como largo, pero ya me entendéis. Los pilares del juego son esos, así que los aprovecha siempre que puede para que gadgets distintos y flechas con efectos elementales sean los que marquen la diferencia.
A los coleccionables, desafíos de arco y de escalada, situaciones palomiteras y bellos escenarios, se suma también una suerte de minijuego en el que, muy de tanto en tanto, tendremos que montar desde cero un nuevo objeto. Juntar unas piezas con otras, atarlas con un hilo… Poco más, la verdad, pero se agradecen estas pausas para descansar los brazos de tanto agarrarte a salientes y tensar cuerdas.
Si disfrutas más de los edificios del pasado consumidos por la naturaleza que de las telenovelas entre tribus, te alegrará saber que Horizon Call of the Mountain apuesta más por lo primero que por lo segundo. Tienes tres tardes más que aseguradas mientras recorres sus espectaculares escenarios.
La opinión de VidaExtra
Con una ambición mucho más alta que la de ser una demo técnica con lo que puede llegar a ofrecer PS VR2, pero también lejos de resultar revolucionario a nivel jugable, Horizon Call of the Mountain es un buen punto de partida para las gafas de Sony si a partir de aquí todo lo que lancen va como su escalada, hacia arriba.
Estaría dispuesto a sacrificar potencia gráfica en favor de juegos más grandes y abiertos en realidad virtual. Un Shadow of the Colossus de esto bien podría ser la excusa perfecta para que muchos den el salto a las gafas de PS VR2, pero por ahora, pese a ser muy recomendable, parece que el “vendeconsolas” de la realidad virtual de PS5 tendrá que esperar.
Horizon Call of the Mountain
Horizon Call of the Mountain
Plataformas | PS5 con PS VR2 |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Guerrilla Games y Firespirte |
Compañía | Sony |
Lanzamiento | 22 de febrero de 2023 |
Lo mejor
- Combates épicos y muy divertidos.
- A nivel visual es espectacular.
- Una aventura de lo más entretenida.
Lo peor
- Se le acaban demasiado rápido las ideas respecto a su escalada.
- A algunos les podrá parecer algo corto.
- El arma secundaria está bastante desaprovechada.
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