¿Sabes esos juegos cuya existencia te suena y hasta sabrías decir qué icono tiene pero tu información sobre ellos no va más allá? FAR: Lone Sails es uno de esos juegos. Al superar su secuela y buscar más información sobre el estudio para intentar entender cómo FAR: Changing Tides había pasado bajo mi radar, he descubierto que su primera aventura corrió la misma suerte.
Es, tal y como descubriréis a continuación, un error que pienso solucionar lo antes posible. Y es que si el primer juego resulta ser la mitad de bueno que este FAR: Changing Tides, ya merecerá la pena acercarse a él. Qué maravillosa sorpresa me he llevado a los mandos.
FAR: Changing Tides, un viaje memorable
Pidiéndote el compromiso de una tarde y reclamándote poco más que tu atención, FAR: Changing Tides te promete una de esas aventuras con las que maravillarte con los paisajes mientras vas resolviendo pequeños puzles y ves cómo el protagonista supera un obstáculo tras otro.
A medio camino entre ser heredero de Limbo y llevar un paso más allá el control de la nave de Lovers in a Dangerous Spacetime, el juego salta de la breve exploración en un mundo devastado por el mayor de los tsunamis al control de un barco que precisa de un puzle en sí mismo para poder avanzar.
Con la búsqueda de un nuevo sitio en el que vivir como empuje, deberemos ir recorriendo fábricas abandonadas y refugios hundidos para ir mejorando nuestro barco y consiguiendo que lo que empieza como una mera embarcación con una vela acabe siendo un submarino o un globo aerostático.
Y en esa diminuta mezcla en la que pasas de mover una palanca en una torre en ruinas a llenar la caldera de tu barco y ver cómo se mueve a toda velocidad, las horas se convierten en minutos y quedas tan ensimismado que, cuando alcanzas el final, saber que hay otro juego igual ahí fuera que aún no has completado es como despertarte la mañana de Navidad y ver el árbol cargado de regalos.
El embrujo de lo simple
Mover con palancas una grúa con un trozo de barco pesquero que puedas colocar en la parte trasera de tu embarcación para transformarla. Echarte a la mar escalando el mástil para amarrar la vela y moverla para medir el viento con la intención de coger la máxima velocidad posible. Tirarte al agua con un gancho pesquero con la intención de engancharlo a un pecio del que puedas extraer recursos y así alimentar el motor con el que seguir avanzando por que el viento se ha frenado por completo…
Los retos de FAR: Changing Tides siempre suelen ser lo suficientemente breves para mantenerte entretenido y lo bastante sencillos como para no frenar en exceso tu avance. Puede que, por momentos, esa falta de complejidad se ponga en tu contra al ofrecerte huecos en los que no hay mucho que hacer más allá de embobarte con los paisajes, pero es esa simpleza la que empuja el juego hacia su objetivo.
Como en la historia de la fábrica de pescado de What Remains of Edith Finch, controlar la nave acaba convirtiéndose en un automatismo al que te enfrentas con el cerebro desconectado y, pese a ser muy consciente de los retos que estás superando, lo haces en un estado de completa relajación. Francamente, no sabría decirte otro juego capaz de despertar esa misma sensación.
Por lo poco visto y leído de FAR: Lone Sails, el mayor logro de esta secuela es saber replicar esa introspección ofreciendo un reto más variado en lo que a escenarios y situaciones se refiere, así que si vienes de allí con la sonrisa puesta, dudo que consigas borrarla en esta segunda entrega con sabor a cierre.
La opinión de VidaExtra
Precioso en lo visual y relajante en lo jugable, FAR: Changing Tides es uno de esos juegos que sabe transmitir calma pese a no perder su espíritu aventurero. Entre tormentas perfectas y situaciones capaces de llevar a su protagonista al límite, el paseo de apenas una tarde que pone sobre la mesa es una de esas experiencias muy fáciles de recomendar.
No sé si la sorpresa me pilló con la guardia baja, pero tengo la sensación de que FAR: Changing Tides es uno de esos juegos que se quedarán guardados en mi cabeza durante mucho tiempo. Y ahí, agazapado en un rinconcito de mi memoria, esperará a que una imagen cualquiera despierte su recuerdo y me transporte a esa paz que da estar perdido en medio del océano con la única compañía de una vela esperando a ser izada.
FAR: Changing Tides
Plataformas | PC, PS4, PS5, Switch, Xbox One y Xbox Series (versión analizada) |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Okomotive |
Compañía | Frontier Developments |
Lanzamiento | 1 de marzo de 2022 |
Lo mejor
- Unos escenarios espectaculares
- Las mecánicas de controlar el barco
- Una experiencia de lo más relajante
Lo peor
- Algunos momentos te dejan sin mucho que hacer
- Puede pecar de ser excesivamente corto para algunos
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