Pokémon dejó de ser un mero juguete en el momento en el que el primer niño nipón que se hizo con una copia de ‘Pokémon Azul’ (el bueno, arriba equipo Metapod) lo conectó a su consola. Desde entonces el gigante de Game Freak y Nintendo no ha dejado de crecer, evolucionando constantemente para acaparar cada vez más trozos de un mercado que no se le resiste en ningún ámbito.
‘Pokkén Tournament’ es sólo una muestra más del potencial de esta franquicia, de las mentes que hay detrás trabajando lo más duro posible para que un hámster eléctrico y sus cientos de amiguitos sigan generando bolsas de dinero a espuertas. ‘Pokkén Tournament’ es la confirmación de que ‘Pokémon’ puede ser lo que le apetezca, desde un RPG hasta un juego de mecanografía, desde la decoración de un avión hasta un juego de lucha.
El buen hacer de Nintendo
Lo realmente sorprendente de toda esta historia es que no es fácil. Está claro que el carisma de Pikachu y compañía, así como la legión de fans que lleva detrás, hacen de este tipo de procesos evolutivos un trámite mucho menos doloroso, pero transformar algo que parecía hecho para llegar hasta aquí, hasta las tollinas en su máxima expresión, no parece una tarea simple.
No al menos haciéndola bien, con el mimo necesario para que este tipo de cambios no se quede en un mero revuelto de ideas con personajes conocidos. Tanto Nintendo como Bandai Namco parecen dispuestas a hacer de esta franquicia un referente en los juegos de lucha, y eso es algo que se palpa cuando estás a los mandos.
‘Pokkén Tournament’ entra por los ojos desde el primer combate, con la cámara presentándonos a los dos contrincantes y situándose justo detrás de nuestro luchador, buscando un ángulo que se extrae directamente de la vista que tenemos de los combates en su vertiente RPG, con los bichos cara a cara.
Luchando en Pokkén Tournament
A partir de ahí empieza un espectáculo de luces y colores al que al principio puede ser complicado acostumbrarse, sobre todo por lo importante que es para poder anticiparse a lo que va a hacer nuestro rival y actuar en consecuencia. A jugar bien en vez de a lo loco, por decirlo claro, y aunque se trate de un título para todos los públicos que expertos y novatos podrán disfrutar por igual, la diferencia entre los primeros y los segundos va a ser muy clara.
Una vez elegido nuestro Pokémon y sus apoyos (ya sean de ataque directo o de bufos para nuestro personaje), el combate dará comienzo desde una vista 3D, permitiéndonos el movimiento por todo el escenario y complicando los ataques a corta distancia pero potenciando enormemente los realizados a distancia. Es aquí donde hay más hueco para el tanteo inicial, pero una combinación de golpes rápidos, por ejemplo con un Pikachu zigzageando mientras se acerca al contrincante con un mero machaque del botón X, puede darle la vuelta a la situación.
La combinación de golpes adecuada nos hará saltar de esa visión 3D a la vista 2D, mucho más alejada del brawler que acabamos de jugar para acercarse a la rama más clásica de los juegos de lucha. Aquí los ataques pueden variar, siendo más importante el uso de la cruceta y las distintas direcciones para asestar más variedad de golpes en la búsqueda de un combo que, aunque asequible, no es un juego de niños.
Sabemos movernos y sabemos golpear, pero ahora toca defenderse y contraatacar, algo que conseguimos mediante defensas, agarres y contraataques. El sistema es un piedra, papel, tijera en toda regla, cada uno tiene un punto fuerte y una debilidad y, así, la defensa nos podrá librar de sufrir daños con los golpes básicos pero será muy vulnerable frente a los agarres.
Aprender a ejecutar cada contra es una tarea que se nos enseña en las distintas fases del tutorial, pero como suele ocurrir en estos casos de la teoría a la práctica hay un gran paso, y parte del éxito de estas estrategias están en conocer los movimientos del rival y poder adaptarse a ellos durante el combate con más o menos éxito.
Tal vez por eso el número de luchadores, algo que siempre se apreciará como limitado teniendo en cuenta el centenar de opciones que también podrían haberse incluido, me ha parecido asequible. Siempre digo que el contenido de un juego de lucha lo marca su plantel, que lo de ‘Marvel vs Capcom 2’ me parece lo ideal, pero en ‘Pokkén Tournament’ hay golpes y combos más que suficientes para que no nos sepa a poco.
Justo de contenido, pero con un buen puñado de horas por delante
El juego local, el entrenamiento, la aventura principal (lenta y aburrida) y un modo online que funciona a las mil maravillas es la guinda de un pastel que se me antojaba algo escaso al principio y ha acabado resultando suficiente.
Merece la pena pararnos en ese último punto, el del componente multijugador de un título que aspira a ser un referente en el panorama competitivo. Con distintas categorías para jugar e ir subiendo niveles, el matchmaking ha resultado ser una gozada incluso en esta primera prueba de campo entre prensa, donde normalmente siempre es más difícil encontrar emparejamientos porque el número de usuarios es más reducido.
Una cuenta atrás nos marca el inicio de un combate contra la CPU si el juego no encuentra adversario, algo que ocurrió en una ocasión pero que ni siquiera me permitió acabar dicha pelea, saltando al combate online a los pocos segundos de encontrar un oponente. Lógicamente habrá que esperar a la versión final para ver cómo aguantan los servidores, pero a priori no parece algo que deba preocuparnos en exceso.
Pokkén Tournament: el inicio de algo grande
Con todo, ‘Pokkén Tournament’ resulta ser una entrada por la puerta grande en el género de la lucha, uno de esos primeros pasos que se realizan con la fuerza suficiente para llamar la atención, pero también con el control que requiere hacer las cosas bien para poder dar un segundo más pronto que tarde.
Si ‘Pokkén Tournament’ se hace un hueco en el panorama competitivo, algo para lo que cuenta con todos los números posibles a nivel jugable, podríamos estar ante el nacimiento de una de las grandes franquicias de Nintendo, uno de esos comienzos que, con el paso de los años, estaremos orgullosos de haber vivido en primera persona.
A favor
- Un juego de lucha tan divertido como complicado
- Historia y online aseguran muchas horas de juego
- Espectacular a nivel visual
En contra
- El plantel de personajes puede resultar escaso
- Pese a ser para todos los públicos requiere horas de dedicación
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