El de las novelas visuales no es un género que incluiría nunca entre mis favoritos a pesar de haber disfrutado joyitas como Florence. A menudo acabarlos se pone muy cuesta arriba y, como en un buen libro, si la historia no consigue engancharme desde el principio es fácil que salte a otra cosa. No ha sido el caso de Coffee Talk.
Con una premisa tan simple como efectiva nos convertimos en el barista de una cafetería nocturna poblada por curiosos clientes dispuestos a contarnos sus males. Nuestro trabajo navega entre prepararles el café y dejarnos llevar por sus historias. No hay más porque, francamente, no lo necesita.
Humilde y con los pies en el suelo
Coffee Talk es ese expreso italiano de esa cafetería hipster del que todo el mundo habla. Ese que según el fanático del café debería conseguir que te explote la cabeza. Un trago que, una vez probado, sabes reconocer que está bueno pero sigues pensando que, bueno, es otro café más de los muchos que has probado en tu vida.
No hay nada que te haga pensar que lo que acabas de ingerir es una bebida brillante que no esperabas, pero sin embargo es esa pequeña suma de casualidades que te hacen sentir bien. Está rico, el ambiente es acogedor y estás rodeado de buenos amigos. Se podría aspirar a más, claro, pero ¿para qué?
En sus claras intenciones y pies en el suelo reside precisamente la gracia de este Coffee Talk. Entra un cliente, te habla de lo que le apetece y escoges entre tres ingredientes para prepararle su bebida. Tras ello, empieza la conversación con ligeros cambios que dependen de tu acierto con la selección.
La música suena, el carisma de los personajes te atrapa y la curiosidad por saber más cierra el círculo. Un ciclo que se repite durante un puñado de horas hasta su cierre y que, como en el caso del café de todos los cafés, no te deja con ganas de más pero demuestra haber sido la excusa perfecta para que pases un buen rato.
El racismo en tiempos de orcos
Gran parte de la gracia, más allá de algunos retos que invitan a descubrir la mezcla perfecta para ciertos clientes, está en una historia sin demasiadas pretensiones pero lo suficientemente atractiva para mantenerte atento.
En un 2020 de un universo alternativo la humanidad está acompañada por orcos, súcubos, elfos y sirenas. La vida es tan normal y decepcionante como podría serla en nuestro universo, con seres que se escapan del trabajo para tomar un café y otros que simplemente pasan por allí buscando la oportunidad de llevarse a alguien al catre.
Por detrás distintas historias que se van deshilachando conforme pasan los días y los cafés. Relatos sobre la frustración, la sobreprotección y el racismo que se van entrelazando para aportar distintos puntos de vista a problemas que ya creías entendidos y solucionados en tu mente.
Se queda varios pasos por detrás de la profundidad que planteaban opciones similares como VallHalla o The Red Strings Club, pero su aspecto y simplicidad resultan mucho más acogedores. Adicionalmente, un modo sin fin y sin conversaciones te permite centrarte en la mecánica de hacer bebidas sin preocuparte por las historias si, una vez terminado, es eso lo que te pide el cuerpo.
La opinión de VidaExtra
Con un planteamiento sin grandes alardes, la bandera que porta Coffee Talk se reduce a algo tan simple como que su historia consiga atraparte. En mi caso lo ha hecho pero, como en la historia del fantástico café, si me pides una opinión te diré que es otro café más.
Está rico y puede ser la excusa perfecta para una tarde de relax entre tonos de jazz y chismorreos interesantes, pero tu vida va a seguir como si nada y mañana te agarrarás a cualquier otra dosis de cafeína que tengas a mano sin un ápice de nostalgia o arrepentimiento. Imagino que aquél que sepa disfrutar de un buen café probablemente lo valore mejor.
Coffee Talk
| Plataformas | PC y Switch (versión analizada) |
|---|---|
| Multijugador | No |
| Desarrollador | Toge Productions |
| Compañía | Toge Productions |
| Lanzamiento | Ya disponible |
| Precio | 12,99 euros |
Lo mejor
- Historias entretenidas
- Una banda sonora genial
- Se disfruta del tirón
Lo peor
- A algunos puede resultarles corto
- No hace nada especialmente memorable
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