Análisis de After the Fall, matar zombis en cooperativo en realidad virtual es tan divertido como suena

Está feo presentar a alguien haciendo comparaciones. ¿Te imaginas presentar a tu abuela diciendo que es como la otra pero cocinando mejor? Pues con los juegos pasa un poco lo mismo. Está feo.

Sin embargo, a veces una comparativa es lo equivalente a ese dicho de "vale más una imagen que mil palabras". Otras veces, además de eso, el juego te lo pone bastante a huevo. After the Fall es uno de ellos.

Porque yo podría decirte que lo nuevo de Vertigo Games es un juego cooperativo en el que ir superando niveles cargados de hordas de zombis, mientras abres puertas y subes por ascensores a la vez que y vas pegando mochazos a la cabeza con la única esperanza de llegar vivo a la próxima sala de seguridad.

Cabe la ligera posibilidad de que, tras leer eso, tu mente piense en Left 4 Dead y, bueno, por mucho que las comparaciones sean odiosas, lo cierto es que After the Fall es como un Left 4 Dead en VR.

Si algo funciona... aprovéchalo

Sin embargo, pese a que la inspiración sea clara y la sangre de los zombis espesa, la comparativa también podría llevar a error. Podría uno llegar a pensar que la calidad de ambos juegos es la misma y bueno, ahí hay más que matices sobre los que merece la pena trazar una línea.

Disponible para dispositivos de realidad virtual como Oculus Quest 2, PSVR o cascos VR para PC y facilitando el juego cruzado entre ellos -en realidad sólo le falta que le den una vuelta a la forma de crear y sumarte a partidas-, After the Fall une la inmersión de la realidad virtual con una fórmula archiconocida que ya todos damos por buena.

Entra en un nivel con otros tres amigos, pasea por ellos mientras vas matando hordas de zombis, acaba con algún jefe al final y vuelve a la base para aprovechar todo lo conseguido y mejorar tus armas y opciones de seguir adelante en nuevos niveles y dificultades.

Pistolas, rifles, ametralladoras y escopetas frente al zombi masilla, el rápido, el tanque y el que explota. Es difícil encontrar algo tan simple y manido que sea igual de efectivo, pero After the Fall se las apaña para aportar algo de identidad propia en el  proceso a base de ofrecer un HUB que sirve de hilo conductor para la historia.

Un juego con la promesa de crecer

Encerrados en una suerte de recreativos abandonados, las propias máquinas servirán para crear partida y jugar en solitario o unirnos a uno de los niveles disponibles con otros jugadores que también pululen por allí.

Es, además, el sitio en el que  podremos adquirir piezas para nuestras armas con los recursos obtenidos, saber más sobre lo ocurrido en su mundo, y charlar con los NPC para hacer avanzar la historia en forma de nuevas misiones.

En esencia estas se limitarán a hacernos recorrer una y otra vez los mismos lugares con alguna nueva excusa. Lo mismo que harás de cara a conseguir los disquetes de mejoras por los que rascarás un puñado de horas más cuando hayas completado la campaña principal y la media hora que suele durar cada uno de sus cinco escenarios.

Cuentas también con un PVP en el que enfrentarte a otros jugadores -sorprendente lo bien que funciona a nivel de respuesta- pero es todo lo que te quedará en un juego que, más allá de la experiencia de ir subiendo de dificultad y el goce de jugar con gente que lo domina a la perfección, sólo cuenta con la promesa de más contenido gratuito en un esperanzador futuro que aún está por llegar.

Los nuevos niveles son un caramelo apetecible, pero siempre queda la duda de cómo estará el panorama cuando eso ocurra a nivel de jugadores. Viniendo de los creadores de Arizona Sunshine -y contando con juego cruzado- hay motivos para tener fe, pero si no es el caso siempre tendrás la opción de disfrutarlo en solitario.

La opinión de VidaExtra

Lo suficiente accesible para evitar mareos jugando con nuestro propio movimiento, con el joystick o recurriendo al clásico salto de apuntar y desplazarte, After the Fall se las apaña bastante bien para ser una de esas experiencias fáciles de recomendar para cualquiera que tenga unas gafas de realidad virtual.

Si bien es cierto que le falta chicha para ser algo más que un entretenimiento pasajero, la base es lo bastante sólida como para que la llegada de nuevos niveles ofrezca algo más de chicha con el paso de los meses y tenga ganas de volver a él.

Si te llama la experiencia y tienes tres amigos con los que jugar, lánzate a por él de cabeza. Si te fallan alguno de esos dos hitos, mejor espera a ver qué ocurre con sus próximas actualizaciones.