Siempre me ha resultado curioso hasta qué punto puede llegar a cambiar tu perspectiva sobre algo que no habías tenido delante. Hasta la prueba del Acer Predator X35 la idea de un monitor de más de 1.000 euros me parecía desorbitada e incluso excesiva, pero tras pasar las últimas semanas con él lamento aún más el ser pobre como una rata.
La última genialidad de la gama gaming de Acer es una bestia parda capaz de volver acólito al menos creyente. Un combo capaz de demostrar que la mezcla de pantalla curva, HDR, ultrapanorámico y la llegada hasta 200 Hz puede conseguir que redescubras juegos que ya creías más que vistos.
Especificaciones técnicas
RELACIÓN DE ASPECTO | 21:9 |
---|---|
RESOLUCIÓN NATIVA | 3.440 x 1.440 |
TAMAÑO DE PANTALLA | 35 pulgadas |
TECNOLOGÍA DE PANTALLA | AMVA QLED |
TASA DE REFRESCO | 180 Hz (200 Hz con overclock) |
TIEMPO DE RESPUESTA | 2ms |
COLOR | 10 bits (8 bits + FRC) - 90% DCI-P3 |
ÁNGULO DE VISIÓN | 178º |
AJUSTE DE ALTURA | 13 cm |
CONEXIONES | Jack 3,5 mm, HDMI 2.0, DisplayPort 1.4, USB 3.0 Type B y 3 USB 3.0 Type A |
PRECIO |
Elegancia y estética futurista van de la mano
Sin haberlo tenido nunca antes frente a mí, encontrarme con su caja ya daba buena cuenta del monstruo que me esperaba. En su interior, completamente montado para que lo único que deba preocuparte sea colocarlo en la mesa, enchufarlo y empezar a disfrutarlo, un portento de casi 13 kg y medio con unas dimensiones que, sumando el pie, llegan hasta los 83 centímetros de ancho y los 58 de alto.
No es, ni por asomo, un cacharro al que encontrarle hueco fácilmente, pero sí uno de esos ejemplos de la gama gaming que no invita a ser escondido. Ya he comentado por aquí en no pocas ocasiones lo poco amigo que soy de diseños de nave espacial y luces de feria en todo lo orientado a los jueguicos y, aunque no se olvida de ese estilo, el Acer Predator X35 sabe utilizarlo con cabeza.
Relegando las luces y las líneas más arriesgadas a su parte trasera, el frontal es lo más sobrio y elegante posible, limitando el marco a lo mínimo posible -en parte para dar continuidad a la posibilidad de colocar distintos monitores uno al lado del otro- y dejando la habitual zona gruesa en la parte inferior para el nombre de la marca. Sin más.
Sus patas, junto a la columna que soporta el peso de la pantalla y la posibilidad de elevarla o torcerla todo lo que dan de sí sus dimensiones, son igual de finas y estilizadas, dejando espacio suficiente para dejar el teclado debajo y evitando que los cables se conviertan en una molestia para los fanáticos del orden.
Triunfante en lo visual, cumplidor en lo demás
Sin una aplicación propia desde la que comandar todos los ajustes que permite la pantalla, cuatro botones traseros y un pequeño joystick sirven para navegar entre las distintas opciones que ofrece. Está lejos de ser lo ideal en estos tiempos que corren, más aún teniendo en cuenta el precio del monitor y que sí hay software para poder comandar las luces traseras, pero sin ser yo demasiado fan de andar toqueteando ajustes tras la primera pasada, tampoco me parece una hecatombe.
Al menos premian la velocidad al poder acceder de forma rápida a distintos formatos para juegos según si optamos por uno de acción, conducción o deportes, así como modos enfocados al diseño gráfico o ver películas. Se agradece poder saltar de uno a otro en cuestión de segundos.
Donde sí echo de menos algo más de cariño es en el catálogo de puertos. Cuatro USB 3.0 -uno de ellos Type B-, conector de jack, alimentación y sólo dos para vídeo, un HDMI 2.0 y un DisplayPort 1.4. La inevitable sensación de escasez también llega en el apartado de audio, con dos altavoces laterales de 4W que, pese a ser más que suficientes, tampoco están a la altura de la excelencia visual que ofrece.
En la parte superior un sensor de luz -desactivable desde el menú- para adaptar el brillo de la pantalla y ofrecer siempre la mejor imagen. Ahí sí que no hay ningún tipo de pegas y se nota que Acer ha echado toda la carne en el asador. La suficiente para dejar sin existencias a medio hemisferio agrupando lo mejor de lo mejor.
Un antes y un después
Hay un antes y un después tras llegar a tu fondo de pantalla al iniciar el PC. Acostumbrado a estar siempre en modo cueva con la única iluminación del monitor, cuando la pantalla empezó a brillar mi despacho parecía estar acogiendo la llegada del ángel anunciador. Poca broma con esto que lo digo muy en serio, tuve que echarme para atrás porque la iluminación era bestial. Hasta 1.000 nits en modo HDR.
No exagero cuando digo que no he visto oportunidad de ponerle pegas a la pantalla. Una QHD de 3440 x 1440 con certificado VESA Display HDR 1.000, la tecnología Nvidia G-Sync y la posibilidad de subir de los 180 Hz estándar hasta los 200 Hz con overclock siendo la gráfica -preparad la cartera una vez más- la que domine el número de imágenes por segundo. Eso sí, si bien es cierto que la diferencia entre los 60 y los 144 Hz es notable, reconozco que hay que hilar muy fino para apreciar el salto de los 180 a los 200 Hz. Todo ello con apenas 2ms de respuesta.
A nivel de rendimiento visual no hay imagen que pueda hacerle justicia al envidiable trabajo de color que ofrece. Pasar por juegos que ya tengo quemadísimos como Halo: Reach, Destiny 2 o Anno 1800 es como verlos renacer con una gama de colores brutal. Es puro espectáculo y una razón más para desear con fuerza que la nueva generación convierta en estándar este nivel de calidad.
Sin quejas tampoco en los negros, otro de los aspectos que suele ser bastante controvertido. La iluminación variable del panel se ajusta como un guante a las imágenes, permitiendo así que los colores brillen mientras que las zonas más oscuras se mantienen en un rango de 0.18 nits. Y todo ello sin problemas perceptibles cambiando el ángulo de visión.
La opinión de VidaExtra
Pese a que se me ocurren opciones más baratas apuntando a un presupuesto mucho más ajustado, que a nadie le quepa duda que si me sobrase la pasta apuntaría a por el Acer Predator X35 sin dudarlo. Ofrece todas las características que puede pedírsele hoy en día a un monitor premium y, además, consigue romper la barrera de los 144 Hz y no precisamente por poco margen.
No es menos cierto que vas a tener que tener dos monitores top lado a lado para poder apreciar las diferencias entre uno y otro, lo que debería obligarte a pensar muy bien la compra y sopesar hasta qué punto necesitas algo así, pero puedo aventurarme a firmar que en el mundo de la fantasía y las piruletas ya habría un X35 descansando en mi escritorio. En otra vida será.
89cm (35") ZeroFrame Curved 1800R VA 21:9 WQHD 200Hz G-Sync Ultimate DisplayHDR 1000 Quantum Dot 100M:1 ACM 2ms HDMI DP MM USB 3.0 Hub Height Adj. Negro
Ver 6 comentarios