Análisis de Age of Empires IV, una lección de historia que revisiona uno de los juegos de estrategia más grandes de todos los tiempos

Análisis de Age of Empires IV, una lección de historia que revisiona uno de los juegos de estrategia más grandes de todos los tiempos

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Age of Empires IV

Dentro de la estrategia en tiempo real (RTS, para abreviar) hay nombres propios que sobresalen frente al resto y cuyos orígenes se remontan a finales del siglo pasado. Command & Conquer, Warcraft/Starcraft y Age of Empires son, sin discusión, referentes absolutos de una época de gloria en PC que se ha ido puliendo con el tiempo gracias al acierto de todos y cada uno de esos clásicos.

Y si nos fijamos en lo que ha salido en el último lustro, Microsoft ha puesto mucho empeño en renovar la marca Age of Empires por medio de ediciones definitivas para su trilogía original. Pero no se puede vivir única y exclusivamente del pasado, por mucho que haya acompañado esos lanzamientos con nuevas expansiones o contenidos especiales, como Batalla Campal, de ahí que nos muriésemos de ganas por una entrega que continuase su legado. El ansiado Age of Empires IV.

El sucesor espiritual del icónico Age of Empires II

Age of Empires IV

Sin contar los recientes (pero familiares) Age of Empires: Definitive Edition, la puesta al día de The Age of Kings y el regreso del arriesgado tercer capítulo, técnicamente llevábamos sin un nuevo Age of Empires la friolera de diez largos años. En concreto desde ese experimento efímero llamado Age of Empires Online.

Y el testigo ha tenido que cogerlo un estudio veterano en la materia como es Relic Entertainment, conocido por sus Company of Heroes y Warhammer 40k: Dawn of War. Con la ayuda de World's Edge y el respaldo de la marca Xbox Game Studios este estudio canadiense ha optado, como reconoció en nuestra entrevista del Age of Empires Fan Preview, por regresar a la Edad Media. El motivo es evidente: una época con imperios enormes (altamente reconocibles) a lo largo de todo el globo.

Se nota que el clásico Age of Empires II: The Age of Kings de 1999 fue el punto de referencia, pero Relic ha querido desligarse para ofrecer su propia visión de esa etapa medieval. ¿Su mayor aporte en este sentido? Menos civilizaciones, pero con diferencias más sustanciales. O como dicen sus propios creadores: civilizaciones asimétricas. Cada una se juega y se siente completamente diferente, por mucho que haya una base común para todas ellas (cuatro recursos y unidades arquetipo).

Esto ya había quedado más que palpable en nuestra primera toma de contacto a raíz de sus dos betas y jugar con cada civilización en la versión final con más calma no hace más que corroborar lo que era evidente. Prima más la calidad que la cantidad y esto a la larga le beneficia al requerir mucha más práctica a la hora de dominar sus ocho civilizaciones de lanzamiento. Y todas tienen su miga.

La más clásica y sencilla de dominar es la civilización de los ingleses, mientras que con los mongoles estaremos ante una difícil tesitura de estar en constante movimiento. No en vano esta civilización destacó por su carácter nómada, aplicado aquí en la facilidad para desmontar casi cualquier edificio y transportarlo a otro lado. Además no disponen de murallas, lo que enfatiza más ese espíritu inquieto con el que habrá que buscarse las castañas... y canteras de piedra para sacar el máximo partido de su edificio especial. El contraste es radical, sin duda.

Relic ha respetado los pilares esenciales erigidos por Ensemble Studios, pero a la vez ha querido que la forma de encarar una partida con cada civilización provoque un cambio de chip en nuestro cerebro para adaptarnos a su particular forma de progresar por las eras, maximizar los beneficios de los recursos o usar cualquiera de sus unidades únicas de la mejor manera posible. Y tiene mérito siendo ocho.

Cuatro campañas en plan documentales de historia

Age of Empires IV

Irónicamente, ese número de ejércitos (a saber: Inglés, Chino, Francés, Sacro Imperio Romano Germánico, Mongoles, Rus, Sultanato de Delhi y Dinastía Abasí) no se corresponde con el número de campañas, que en este caso se queda en la mitad. Así pues, se centra sólo en cuatro momentos históricos: Los Normandos, La Guerra de los Cien Años, El Imperio Mongol y El Ascenso de Moscú. Nada más.

Y como es lógico en cada una de esas campañas habrá un buen puñado de misiones (35, para ser exactos) contra otros ejércitos de la época, cubriendo un rango de 500 años de historia, desde la Edad Oscura hasta el Renacimiento.

Cada misión recrea de la forma más fidedigna posible una batalla histórica y en donde no faltarán por supuesto figuras de la talla de Gengis Kan o Juana de Arco. A veces tocarán asedios, en otras ocasiones emboscadas (como la famosa retirada fingida de los mongoles), pero siempre con ese toque Age of Empires tan característico para que nos pique el gusanillo para rememorar nuestra historia.

Age of Empires IV

¿Lo mejor de cada una de las campañas? Sin duda la enorme documentación audiovisual para ponernos en tesitura ante cada batalla. Aquí conviene dejar claro que Age of Empires IV viene perfectamente localizado al castellano (voces y textos), lo cuál es muy de agradecer sabiendo la gran cantidad de vídeos, a modo de documental, que nos permitirán ver cómo son ahora las zonas donde tuvieron lugar esas cruentas batallas o conocer los entresijos de los soldados o las armas utilizadas. Muy curioso, por ejemplo, el proceso de recargar las ballestas más allá de lo evidente. Es como si estuviésemos ante un especial del Canal Historia.

Buena parte de estos vídeos son alicientes, a modo de recompensa, por completar las distintas misiones que se nos van encomendando en la campaña, teniendo a mayores una serie de documentos para conocer otros hechos históricos. Además, desbloquearemos una serie de distinciones para nuestro escudo de armas (la imagen de nuestro perfil, básicamente) y un monumento para destacar algún hito.

Obviamente se disfrutan las campañas independientemente de estos premios, pero es todo un detalle esa preocupación por ofrecer una veracidad más histórica con cada una de las campañas después de la "guerra" que nos puede dar alguna misión por la implacable dureza de la IA rival si nos dormimos en los laureles.

Age of Empires IV, la nueva etapa de una leyenda

Age of Empires IV

Esa riqueza cultural no siempre logra brillar con fuerza dentro de las propias misiones de la campaña por culpa de situaciones (a veces) un tanto forzadas para recrear con exactitud una escena crucial (especialmente al principio, que peca de segundo tutorial camuflado), salvo ante lo expuesto de la gran diferencia en el estilo de juego de las civilizaciones disponibles. Por ejemplo, los chinos con las dinastías para progresar o la recolección de impuestos con oficiales imperiales.

Sí, lo ideal sería contar con ocho campañas y no solamente cuatro, pero en parte es por ceñirse a unas pocas figuras históricas y respetar las facciones a las que tuvieron que hacer frente. Ahora bien, de lanzamiento no cuenta con el apartado de mods (llegará próximamente) y la sección del Arte de la Guerra se queda algo coja en comparación a lo recibido en las Definitive Edition de la trilogía original.

Lo que no quita que ese modo nos siga pareciendo una gran opción para pulir nuestro estilo de juego, desde lo básico hasta lo más avanzado y siempre con un marcador de tiempo y con objetivos diversos para ver si podemos alcanzar la ansiada medalla de oro. Si nos queremos aventurar en el modo online será vital.

Porque la gracia, y donde sigue radicando buena parte de su popularidad, es de cara a las escaramuzas en partidas online. Podemos practicar con la IA, por supuesto, en distintos grados de dificultad y controlando todo tipo de parámetros, pero la prueba de fuego siguen siendo las personas y aquí tocará practicar mucho para que no nos machaquen los expertos. Eso sí, por mucho que se haya mejorado el diseño de unidades para que sean más fácilmente reconocibles por el mapa, sigue habiendo cierto caos cuando se juntan cientos en combate.

Estrategia en tiempo real familiar y de gran calidad

Age of Empires IV

Y ya que hablamos de diseño, Age of Empires IV estrena motor en la saga con una generación mucho más avanzada y pulida del Essence Engine estrenado en 2006 por parte de Relic Entertainment. No va a desencajarnos la mandíbula, pero sí que destaca por el sinfín de detalles menores que harán que el conjunto destaque, como elementos que aparecen para dar vistosidad a las casas o simplemente el modo en que se generan automáticamente múltiples caminos.

Esto último es tan solo un detalle estético que no afecta al apartado jugable, en cualquier caso. Donde sí hay mejoras es a nivel de interfaz, con información más relevante en pantalla (gracias a su HUD renovado sin entorpecer la visión) y no pocas ayudas al respecto con la simple intención de facilitarnos cualquier tarea.

Si nos ceñimos a las mecánicas, sí que hay una nueva y es la de las emboscadas, al poder camuflar a nuestro ejército en ciertas zonas con vegetación frondosa (no, no valen los árboles que talan los aldeanos; siguen siendo obstáculos), pero no es una táctica que se pueda aprovechar debidamente en cada mapa. Después de todo el patrón clásico sigue igual de cara a crear nuestro imperio y crear la posterior ofensiva, aunque ahora todo resulte más cómodo al gozar de muchas facilidades al respecto, tanto para levantar un muro (cuando la muralla es de piedra tenemos que tirar obligatoriamente de armas de asedio para destruirla, ojo) como de cara a la microgestión del ejército o recursos, más cómodo que nunca.

Relic ha cogido lo mejor de cada Age of Empires para dar forma a un nuevo rumbo para una de las sagas más laureadas dentro de los RTS. Aunque habrá conflicto, como siempre: los puristas seguirán optando por lo clásico mientras que otra gente abrazará el énfasis en esas civilizaciones asimétricas. Y de todos modos esto es tan solo el principio porque irá ampliando su contenido en el futuro (como la adición de mods), aparte de ver qué tal se desenvuelve en competiciones online con gente experta en la materia. Pero que hay que celebrarlo cae de cajón.

Age of Empires IV: Standard | Windows 10 - Código en la caja

La opinión de VidaExtra

En definitiva, Age of Empires IV aguanta bien la comparación con la icónica secuela, superándola sin oposición en lo variadas que resultan ahora (por fin) las civilizaciones al seguir la profundidad que tuvo mi querido Mythology (aún es mi favorito). Si llevas con la saga creada por Ensemble Studios desde sus inicios no hay motivo alguno para no enfrascarse de lleno en esta nueva aventura, sobre todo si estás suscrito a Xbox Game Pass, al venir de serie con este gran servicio.

Age of Empires IV

Age of Empires IV

Plataformas Windows 10 (Microsoft Store y Steam)
Multijugador Sí, online (hasta ocho)
Desarrollador Relic + World's Edge
Compañía Xbox Game Studios
Lanzamiento 28 de octubre de 2021

Lo mejor

  • Sus ocho civilizaciones asimétricas
  • La calidad de sus documentales históricos
  • Su renovada interfaz es muy cómoda
  • Los detalles visuales que aporta su motor

Lo peor

  • Tener que compararse con la secuela
  • Leves glitches y bugs de la IA por pulir

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