En episodios anteriores de The Witcher 3: Wild Hunt... Acompañé a Yennefer en una misión muy personal llamada El Último Deseo para averiguar si nuestra relación es verdadera o fruto de las travesuras de un Djinn. Era real. Decidimos quedarnos contemplando el paisaje de Skellige antes de continuar con la búsqueda de Ciri.
Un poco más adelante, averiguo que Ciri podría encontrarse atrapada en el cuerpo de una criatura que sirve de bufón a los hombres del Barón Sanguinario en Percha del Cuervo. Viajo una vez más a esa tierra dejada de la mano de dios e informo al comandante de que me llevo a Uma (así lo llaman). Tratan de oponerse, pero insisto en que no es una petición.
Yennefer, Vesemir y compañía nos esperan en Kaer Morhen para deshacer la maldición que tiene atrapado a Ciri. Primero probamos con un viejo método de brujos con hierbas, pero no funciona... aunque fortalece a Uma. Yennefer, siempre orgullosa y con poca paciencia, interviene para realizar su procedimiento. Es lento, doloroso y requiere de una gran cantidad de su resistencia. La atiendo en todo lo que necesite.
Los tambores de guerra resuenan en Kaer Morhen
Uma resulta ser Avalla'ch, el compañero y proyector de Ciri. Nos cuenta que indujo un sueño profundo a Ciri y la escondió en un lugar llamado La Isla de las Brumas, situada en las Islas Skellige. Ahora que sé dónde está, será fácil encontrarla, pero hay un problema: Eredin y su Cacería Salvaje sentirán su presencia y reanudarán su cacería.
Geralt toma la decisión de que es momento de dejar de huir y de tomar la iniciativa. Kaer Morhen es una fortaleza en ruinas, pero una fortaleza al fin y al cabo. Mientras Yennefer, Vesemir y el resto de brujos preparan las defensas, yo iré a buscar aliados y finalmente a Ciri a la Isla de las Brumas. Hay tres localizaciones que puedo visitar en busca de aliados: Novigrado, Islas Skellige y Nilfgaard.
Mi primera parada es Nilfgaard. Emhyr, emperador del Imperio Nilfgaardiano es el padre biológico de Ciri, así que no se negará a ayudarme, ¿verdad? Error. Emhyr insiste en llevar a cabo su propio plan o no accederá a ayudarme. Salgo del castillo a toda prisa con la intención de no perder ni un segundo más con un bastardo de tal calibre.
Novigrado es mi segunda parada. El fanatismo de religioso de la Orden del Fuego Eterno se ha ido completamente de las manos y ahora persiguen a cualquier ser no humano y relacionado con la magia. Resulta asqueroso andar por las calles... pero no me queda más elección: tengo aliados poderosos. Dijkstra se niega a ayudarme, pero Letho, Zoltan, Triss Merigold, Roche y Ves se unen a la causa. Parten hacia Kaer Morhen de inmediato.
Las Islas Skellige son mi última parada antes de las Islas de las Brumas. A pesar de su clima gélido, el recibimiento de sus gentes es muy cálido. Mis aventuras con Cerys o Hjalmar se zanjaron con la coronación de la guerrera como nueva Jarl de las islas. La líder no puede abandonar su tierra, pero me ofrece a su mejor guerrero: su hermano Hjalmar. Su padre, Crach an Craite, no puede unirse... pero no me deja irme con las manos vacías y me regala la espada Filo de Invierno, una reliquia familiar. Por último, Armiño (druida) se une a la defensa.
La Isla de las Brumas y los Siete Enanitos
No os dejéis engañar por su nombre. La Isla de las Brumas no tiene nada especial: mucha bruma, monstruos, embarcaciones destrozadas y una isla con una casita en lo alto de un barranco. Nada del otro mundo. The Witcher 3: Wild Hunt aprovecha este episodio para inspirarse en la historia de la Bella Durmiente y los Siete Enanitos.
El grupo de enanos se ha perdido y la única forma de que me dejen entrar para comprobar que Ciri está bien es encontrando a sus compañeros. Uno está muerto, otro muere porque es un bobo y el último casi se me muere de vuelta a la casa porque padece narcolepsia. Finalmente, me dejan entrar... pero me dicen que es demasiado tarde. La joven dormida, Ciri, está fría y pálida.
Geralt en la habitación vacía y oscura. Ciri se encuentra tumbada en una cama de paja y madera. Se acerca lentamente hasta sentarse y voltear a la chica para verla. La cara de Geralt refleja a la perfección un corazón que se ha roto en mil pedazos. Miedo. Tristeza. Impotencia. Y al abrazarla en un último gesto desperado, la chica abraza fuerte al brujo. Está viva. Ha despertado.
Es la primera vez que veo a Ciri en años. La chica y yo nos ponemos al día con todas nuestras aventuras. Ella viajando entre dimensiones y huyendo de la Cacería Salvaje, y yo pateándome medio mundo para encontrarla. Finalmente, le cuento el plan de defensa. Si bien no está de acuerdo con que tanta gente arriesgue la vida por ella, termina aceptando. Pretende unirse a la lucha, pero no va a pasar. Ponemos rumbo a Kaer Morhen.
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