Puede que tengas en tu casa unas flamantes Oculus Quest 2 o las PlayStation VR, dispositivos concebidos para ver el mundo de los videojuegos de una forma que nunca antes nadie había imaginado...¿o sí? Esta la historia de Sega VR, las gafas de realidad virtual que nunca llegaron a salir al mercado.
Megadrive era una de las consolas más potentes allá por los alocados años 90. Los fantasías cyberpunk y futuristas eran el pan de cada día y el mundo de los videojuegos desempeñaba un papel fundamental en esas ideas. Por ello, Sega tomó la decisión de crear su propia tecnología de otra era.
Las Sega VR eran un producto muy avanzado para su tiempo. Contaba con dos pantalla LED, diseño ergonómico y todo por la nada despreciable cifra de 200 dólares. Recordemos que durante aquella época, Nintendo realizó su propio intento con las Virtual Boy. El resultado de aquello habla por sí solo.
Sega, decidida, continuó adelante con el proyecto. Sin embargo, las limitaciones tecnológicas fueron su principal escollo: resoluciones muy bajas y apenas 30 Hz. Las Sega VR finalmente nunca vieron la luz, ya que, según la empresa japonesa, eran tan "realistas e inmersivas" que querían evitar que el público se "lesionase" durante las partidas.
La realidad era otra: la Universidad de Stanford terminó revelando que los 30 Hz producían mareos, lógico teniendo en cuenta que los dispositivos actuales no bajan de los 90 Hz por ese mismo motivo.
Por supuesto, las Sega VR tuvieron títulos anunciados: Nuclear Rush, Outland Racing, Iron Hammer y Matrix Runner, entre otros. Todos ellos han formado parte del recuerdo durante décadas, hasta que Dylan Mansfield, miembro de Gaming Alexandria (organización dedicada a la preservación de los videojuegos), se puso en contacto con el creador de Nuclear Rush.
Éste le proporcionó un CD-ROM impoluto desde hacía 26 años y que contaba con el código fuente en su interior. Una auténtica reliquia. En este momento entra en acción Videogame History Foundation, la cual utiliza dicho código para crear un emulador de las Sega VR. Para ello, utilizaron un programa de código abierto llamado openVR.
Por fin, más de un cuarto de siglo después, Nuclear Rush ya es jugable por cualquiera. Tan solo necesitas unas gafas de realidad virtual conectadas a tu PC y podrás disfrutar de una obra de acción en primera persona, en la que tendremos que controlar una nave con la que eliminar a los enemigos en pantalla.
¿Tienes ganas de probar esta experiencia? Adelante, aquí te dejamos los enlaces necesarios para poder disfrutar de ambas experiencias, todo tuyo:
Primero, el emulador donde he implementado el soporte de Sega VR. Repositorio
Descarga (Windows)
En segundo lugar, Nuclear Rush en formato compilable con código fuente y todas las herramientas necesarias.
Descarga (imágenes ROM predefinidas)
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