Se aceran tiempos de venganza y destrucción. Los jugadores de Helldivers 2 hemos pasado un verano de infierno. Hemos sido machacados repetidas veces por el aumento de poder de los enemigos y el descenso de poder de nuestro arsenal. Pero todo eso está a punto de cambiar. Las últimas actualizaciones nos han devuelto el poder y ahora estamos construyendo nuestra propia Estrella de la Muerte.
La Estación Espacial de la Democracia ha unido a la comunidad de Helldivers 2. No hemos fracasado ni una Orden Suprema desde que SuperTierra decretó la construcción de esta estación espacial. Se trata de un Superdestructor con un poderoso arsenal y que traerá nuevas mecánicas al videojuego.
Arrowhead Game Studios compartió recientemente unos planos de la EED que muestran las diferentes partes de la estación y su funcionamiento. Teniendo en cuenta sus partes, todo apunta a que será una forma de otorgar bonificaciones a nuestras estratagemas y quizás acabar con invasiones mucho más rápido. Otros sueñan con algo similar a la Anomalía de No Man's Sky. Podría ser ambas cosas.
Una vez completada, la E.D.D será una nueva arma a nivel estratégico que contará un poderoso arsenal dirigido por los Hellidvers para contribuir en la liberación del planeta en el que Orbita. Gracias a un vanguardista sistema de votación, los helldivers determinarán dónde desplegar la E.E.D y cuándo utilizar sus habilidades.
En cualquier caso, la construcción de la EED va viento en popa y a toda vela. Acabamos de liberar Claorell, un mundo forja en el que los autómatas estaban investigando un nuevo metal extremadamente ligero y con mejor blindaje. Si bien las investigaciones están en curso, este planeta es clave para la construcción del Superdestructor. Estamos un paso más cerca. La actual fase de construcción debería completarse esta misma semana.
En VidaExtra | ¡Ha vuelto! Este es el Helldivers 2 del que me enamoré: violencia desmedida, masacres en masa y democracia a bocajarro
En VidaExtra | Los nuevos horrores de Helldivers 2 casi consiguen que llame a mi mamá a gritos, pero nada puede derrotar al poder de la democracia
Ver 0 comentarios