Qué fue de The Order: 1886, el shooter steampunk que nadie quería comprar por ser demasiado corto

Qué fue de The Order: 1886, el shooter steampunk que nadie quería comprar por ser demasiado corto

Aventuras y acción en una Londres victoriana alternativa

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The Order 1886

Lo tenía todo para triunfar y se erigió como el gran primer exclusivo third-party para PS4. The Order: 1886 nos lanzaba a una Londres victoriana con estética steampunk allá por 2015, pero el resultado fue un desastre. La aventura de Ready at Dawn no cumplió ni mucho menos las expectativas, resultando en un fracaso de crítica entre público y prensa especializada. A pesar de ello, todo apuntaba a una secuela que nunca llegó a ver la luz, pero la historia del proyecto se remonta a mucho antes.

Puesta en escena por todo lo alto

El desarrollo de The Order: 1886 comenzó a partir de 2010, pero no fue hasta el E3 2013 cuando Sony anunció su existencia al mundo. Un título que llegaría únicamente para PS4, con una potencia gráfica de absoluto escándalo incluso para los estándares actuales, y con un apuesta muy clara: shooter steampunk con una tendencia muy clara hacia la narrativa. La trama nos envolvería durante toda la partida, pero las secuencias de acción parecían realmente prometedoras, aunque sin ningún componente multijugador.

La obra se jugaría en solitario, encarnando a Sir Galahad, un miembro de los legendarios Caballeros de la Mesa Redonda. El cometido de esta organización centenaria no es otro que evitar que el mundo se vea salpicado por razas mestizas tan problemáticas como los hombres lobo o los vampiros. Su gobierno político es ejercido con dureza durante todo estos años, pues el descubrimiento de un elixir otorga a los miembros una vida extremadamente longeva junto a habilidades curativas únicas.

Así pues nos situamos en 1886 en la capital de Inglaterra, con la Revolución Industrial totalmente asentada y posibilitando la creación de artilugios tecnológicos únicos. Nikola Tesla, el Rey Arturo y el Marqués de Lafayette son algunos de los personajes emblemáticos con los que nos cruzaremos en una trama que comenzará a desvelar traiciones, complots e historias muy oscuras referentes a lo que realmente se traen entre manos los participantes de la Mesa Redonda. Más allá de giros de guión y detalles argumentales, lo cierto es que el final no podía ser más esclarecedor acerca del futuro de la franquicia. Una escena tras los créditos entre Galahad y Tesla nos deja claro que una segunda parte estaba en la mente del equipo de Ready at Dawn, pero nunca llegó a buen puerto.

Oro parece, plata no es

Si bien faltaba conocer las críticas especializadas, el daño se había hecho unos días antes del lanzamiento. Un vídeo fue publicado en Internet con una partida completa a The Order: 1886 y todo el mundo señaló el mismo problema: apenas duraba cinco horas. El debate se extendió como la pólvora por las redes sociales y se convirtió en la comidilla respecto al título. Muchos argumentaban que no valía la pena pagar 70 euros por un juego de lanzamiento, ante lo cual obtuvieron la respuesta de Ru Weerasuriya, director ejecutivo y creativo de la desarrolladora.

The Order 1886

En un intento por aplacar esas opiniones, el responsable señaló que "es una cuestión de calidad, no de cantidad", mientras que Andrea Pessino, miembro del estudio, indicó que en realidad la duración aproximada era de entre ocho y horas para un jugador estándar. Ante semejante panorama llegó el 20 de febrero de 2015 y las opiniones no es que no cambiasen, se recrudecieron enormemente. Muchos puntos conflictivos fueron señalados hacia el juego, especialmente en lo que se refiere a la escasísima libertad que ofrecía al jugador.

Los escenarios se sentían excesivamente lineales, propios de un pasillo, en los que todo se reducía a toparnos de frente con enemigos y obstáculos. Las mecánicas de combate no brillaban por ser innovadoras, incentivando que buscásemos coberturas para atrincherarnos y evitar los encuentros cuerpo a cuerpo. De hecho, éstos se ejecutan con una pulsación de botón, lo cual resulta en el derribo automático del enemigo sin que hagamos nada más.

Los QTE también fueron otra pesadilla señalada por los usuarios. Los combates contra los jefes finales se reducían a pulsar correctamente los comandos que aparecían en pantalla y teníamos situaciones tan ridículas como contar hasta tres pulsando botones. Todo ello encorsetado en secuencias donde muchas veces apenas teníamos que hacer nada con el mando y con una relación de aspecto 2.40:1, ofreciendo las clásicas bandas negras como si estuviésemos viendo una película. Contábamos con diferentes armas como rifles, granadas, ballestas y pistolas, secuencias de sigilo y podíamos recolectar diferentes coleccionables en cada zona para conocer más sobre el mundo del título.

The Order 1886

Fin de partida

A pesar de que el lanzamiento fue respaldado con buenas ventas, lo cierto es que a las pocas semanas se redujeron drásticamente. Nunca se ha proporcionado una cifra real respecto a los juegos vendidos, por lo que nos quedamos con las ganas de saber exactamente qué tal rindió el exclusivo de PS4. La vorágine de críticas supuso el principio del fin para un juego que ya apareció en el mercado herido de muerte, a pesar de las intenciones de Ready at Dawn de producir una secuela. Un 63 en Metacritic por parte de la prensa y un 6,8 respecto al público era sentencia suficiente.

Sin embargo, esa decisión no estaba en manos de la empresa. Tal y como explicó Weerasuriya, ellos habían cedido los derechos de la propiedad intelectual a Sony, que no parecía dispuesta a arriesgarse a realizar un tropiezo de semejante calibre otra vez.

En cuanto a The Order, fue absolutamente el deseo de la compañía tenerlo. Nos encanta ese juego y estamos orgullosos de él. Desafortunadamente, estábamos en un punto de la evolución de la empresa en el que no era posible poseer esa propiedad intelectual. Esperamos no volver a encontrarnos en esa posición.

Así pues, Ready at Dawn siguió su rumbo en la industria con De-Formers, un juego de lucha con especial atención a las físicas que apareció a principios de 2017 y cerró sus servidores en agosto de 2018. Un fracaso más que no impidió que Facebook comprase la compañía en 2020 con el objetivo de crear contenido para realidad virtual. Por lo tanto, no parece que vayamos a ver un nuevo juego basado en el universo de The Order: 1886 nunca más.

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