Recientemente pudimos saber que una de las intenciones de Activision Blizzard era terminar con los lanzamientos anuales de Call of Duty. Ha sido un clásico a lo largo de la historia de la franquicia que cada año tengamos nueva entrega, pero finalmente esto no sucederá en el 2023.
Tal y como informan desde Bloomberg, la compañía dirigida por Bobby Kotick ha tomado esta decisión en un hecho sin precedentes en los casi 20 años de existencia de la saga. Según las fuentes consultadas, la raíz de esta medida proviene de los malos resultados cosechados por Call of Duty: Vanguard, lo que ha llevado a la creencia de que llegan nuevas versiones con demasiada rapidez al mercado.
De hecho, se opina desde la directiva que una opción gratuita como Warzone es más atractiva que gastarse dinero en un juego de lanzamiento, lo cual perjudica a la entrega anual. Explican el medio que en ningún caso estamos hablando de una influencia de Microsoft sobre Activision tras la compra, sino que se trata de un movimiento orquestado de forma independiente. Para paliar la ausencia de un título bélico, se nutrirá de forma más constante a Call of Duty: Modern Warfare 2, el cual está siendo desarrollado por Infinity Ward.
Este también será el caso de la revisión que tendrá Warzone, la cual impulsará el battle royale gratuito como una apuesta sobre la que sostenerse en el futuro. Respecto a todo ello se ha pronunciado un portavoz de Activision, únicamente señalando que "tenemos una emocionante lista de experiencias premium y free-to-play de Call of Duty para este año, el próximo y más allá. Estamos deseando compartir más detalles cuando llegue el momento".
De cumplirse, estaremos ante un cambio de paradigma en la industria, ya que el Call of Duty anual de turno es uno de los pilares de muchas compañías. De hecho, PlayStation tiene siempre entre sus títulos más descargados varias entregas, aunque Microsoft ha asegurado que nada cambiará respecto a los lanzamientos de la serie para otros sistemas.
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