Escoger un videojuego de Dragon Ball es extremadamente difícil teniendo en cuenta la retahíla de títulos que han visto la luz en más de 30 años. Los hay de todos los colores: RPG, aventuras de acción y, por supuesto, lucha. El más especial de todos es Dragon Ball FighterZ y no solo porque su sistema de combate sea exquisito, sino porque rinde tributo de la mejor manera al anime.
Disponible en Xbox Game Pass tanto para Xbox One, Xbox Series X/S, Xbox Cloud Gaming como PC, la obra de Arc System Works nos ofrece luchas titánicas en equipo de 3vs3. De esta forma podemos hacer que Goku, Célula y Freezer, por ejemplo, peleen en el mismo bando contra cualquier rival. Los intercambios de posición son constantes junto al uso de técnicas conjuntas que arrasan al oponente.
El repertorio de luchadores es extensísimo, pasando desde los villanos y héroes más famosos de Dragon Ball Z hasta los más recientes de Dragon Ball Super. Por si fuera poco, podemos personalizarlos con skins y pelear con un toque distinto en el modo online que está repleto de auténticas bestias pardas jugando.
Sin embargo, el punto fuerte de Dragon Ball FighterZ es su inigualable uso del motor Unreal Engine para conseguir una fidelidad máxima con el anime de Toei Animation. Algunas secuencias son calcadas a las que hemos visto por la TV tantas veces con ataques que terminan los combates de la forma más épica.
Evidentemente, todo ello luce de maravilla a 1080p y 60FPS en entornos destructibles que reconocerá cualquier aficionado a la franquicia. Para poner la guinda, hay un modo historia exclusivo de la obra con la Androide Nº21, un personaje creado expresamente por Akira Toriyama para el videojuego.
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