Al contrario que mi compañero Rubén, yo sí creo que lo mejor que le ha pasado a 'Fortnite' es la publicación del modo 'Fornite: Battle Royale'. Pero porque el 'Fortnite' original me aburre. Lo dejé a la semana de su lanzamiento, en aquel lejano mes de julio de 2017, y tras varios intentos, desistí por completo.
Nada que ver con 'Fornite: Battle Royale', que me gustó desde el principio y donde siempre me agrada la idea de echar alguna partida con mis compañeros.
Cabe decir, de entrada, que no soy amigo de los Early Access, aunque en este caso (como salió en físico y pude venderlo después, recuperando buena parte de lo invertido... y sin perder acceso al juego, claro está) sí que hice una excepción pese a disgustarme el rumbo que ha tomado la profesión de betatester.
Más que nada porque Rubén lo ponía por las nubes, y yo también sentía curiosidad por su propuesta, desde que se presentó en aquel lejano 2011 por medio de los Game Awards. Todo ello sumado a la citada edición física, para no tener que esperar hasta bien entrado 2018, cuando se convierta en free-to-play.
Por qué me aburre Fortnite
Sabiendo lo que me gusta y lo que no, 'Fornite' lo tenía todo de cara para engancharme. Esa mezcla de tower defense con el saqueo de materiales y la construcción en un entorno sandbox, apuntaba muy buenas maneras.
Su interfaz, tanto del menú principal, como la del juego en acción, me abrumó en un principio (la del menú me sigue pareciendo engorrosa a día de hoy, también es cierto), pero no es difícil acostumbrarse a la creación de escaleras, puentes, paredes o trampas. Es su principal seña de identidad, de hecho.
El problema es cómo lo plantea. Porque sus misiones me resultan sumamente aburridas y el progreso inicial de la historia es demasiado lento. Buscar supervivientes, fortificar y proteger el ATLAS, aguantar las oleadas de enemigos y poco más. Una y otra vez hasta provocarme el tedio más absoluto.
No ayuda tampoco esa ingente cantidad de parámetros que podemos desbloquear para que estemos enganchados hasta el fin de los días. Si fuese un juego variado y divertido, no me importaría en absoluto... Pero así, no. Y es una pena, porque se pueden construir cosas muy chulas y funciona como shooter.
Y por qué me encanta Fortnite Battle Royale
Como su contrapartida más directa, está 'Fornite: Battle Royale'. Es curioso, porque siempre vi con reticencia la moda de los Battle Royale (siendo muy fan de las películas basadas en la novela de Kõshun Takami) hasta que Epic Games decidió aprovechar el tirón exponencial de 'PlayerUnknown's Battlegrounds'.
Su mayor acierto fue publicar 'Fornite: Battle Royale' de manera gratuita, sin ser necesario que hubiese que haber pagado por el pack de fundadores del 'Fortnite' original. La gente entró en masa y los que veíamos este subgénero con desconfianza le dimos una oportunidad, comprendiendo al instante a qué se debía el éxito de 'PUBG', ése que le fue negado (en proporción) a 'H1Z1'.
Otro acierto de Epic Games fue el distanciarse de la tónica realista, apostando por una temática más arcade. Eso, unido a la posibilidad de construir, lo convertía en una alternativa única y más desenfadada, pero también más accesible.
No coincido con mi compañero Álex, en cualquier caso, al decir que le gusta mucho más esta propuesta que la de 'PUBG', pero sí que me parecen acertadas las dos, cada una en su estilo. 'Fornite: Battle Royale' no tiene nada que envidiar al trabajo del equipo de Brendan Greene, puesto que logró reunir a 3,4 millones de jugadores simultáneos y actualmente cuenta con más de 40 millones de jugadores a nivel mundial. Esto significa (como ya estamos viendo) que tiene cuerda para rato... y me dé más pereza volver al 'Fornite' original.
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