Experimentar las aventuras de FromSoftware siempre es un trauma para mí. Me quitan años de vida y me agotan debido a la tensión que acumulo durante las partidas. Tampoco ayuda que acostumbren a poner enemigos escondidos para poner a prueba la resistencia de mi corazoncito. Sufro mucho (en el buen sentido), pero me gusta. Inicié este proceso autodestructivo en Dark Souls y hace nada me pasé Elden Ring: Shadow of the Erdtree.
Lo admito: he pronunciado palabras inapropiadas en voz alta y dirigidas a FromSoftware, especialmente a Hidetaka Miyazaki, a lo largo de mi aventura por el Reino de las Sombras. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez después de morir por séptima vez en un jefe que está encima de ti a los 0.02 segundos de entrar en la arena de combate?
Y aunque soltar improperios a la pantalla suele ser suficiente, el fin de semana pasado acabé agotado. Me apetecía descansar un rato de Elden Ring y jugar a algo que me permitiese disfrutar sin ser pisoteado cada dos segundos. Mi elección fue Helldivers 2 por una sencilla razón: cientos de bichos puestos ahí solo para que los jugadores arrasemos con ellos de todas las formas posibles.
La mejor partida de mi vida en Helldivers 2 fue gracias a Elden Ring
Solo jugué una partida a Helldivers 2 antes de volver a Elden Ring, pero prometo que me supo a gloria y victoria. Elegí el Nivel 6 de dificultad, me uní a otros helldivers en el planeta Pandion-XXIV para luchar contra la amenaza de los Termínidos y seleccioné mi equipamiento favorito: rifle ARC-12 Blitzer (munición infinita), Ataque de Precisión Orbital, Láser Orbital, Rover "Perro Guardián" y Cañón Cuásar.
El aterrizaje en Pandion-XXIV fue atropellado: varias patrullas nos detectaron nada más salir de las cápsulas y teníamos un nido enorme de bichos a pocos metros. Un disparo aliado fue suficiente para agitar el avispero y vernos envueltos en el infierno Termínido. Tras acabar con las primeras oleadas, corrimos a cerrar todos los nidos para cortar el flujo de bichos. No fue fácil, pero lo logramos sin bajas.
Marqué el objetivo principal de la misión: las bombas de combustible E-710 para repostar las lanzaderas. El grupo se tomó mi marca en el mapa como una orden y todos fueron escopetados hacia allí. Fue al llegar al objetivo cuando me percaté que mis compañeros sabían lo que hacían: nadie tiraba estratagemas cerca de otros, no entraron al campamento hasta estar limpio y una vez dentro todos supimos qué debíamos hacer sin intercambiar palabras.
Activamos las bombas sin sustos ni bajas, así que continuamos nuestro camino hasta el siguiente punto principal. Uno de mis compañeros (X4) desplegó su mecha y decidí quedarme cerca para darle todo el apoyo que necesitase, especialmente a la hora de maniobrar. Estoy seguro de que comprendió lo que estaba haciendo, porque empezamos a comunicarnos con pings para señalar patrullas, enemigos de élite y más.
El momento más tenso de la partida llegó cuando un Arrollador me golpeó y hundió bajo el suelo. Creí que iba a morir, pero luché por buscar un lugar por el que subir de nuevo a la superficie del planeta. Conseguí salvar la partida de todos, aunque me estoy adelantando a los acontecimientos.
Encontramos una posición de artillería de camino al objetivo principal. X4 y yo combatimos a las hordas de bichos. No sé qué estaban haciendo B2 y J1. Logramos contener a todos los bichos con todo lo que teníamos: ataques de precisión, un mecha, una torreta montada y una Bomba de 500KG. Esta última no me mató de milagro, aunque sí salí volando. Nos compenetramos bastante bien: él cubría mientras yo introducía los proyectiles en el sistema de municiones.
Nuestros compañeros, J1 y B2 completaron el objetivo principal de la misión y nosotros el objetivo secundario de artillería. Sin embargo, J1 debió tener algún problema porque se cayó de la partida. Ahora éramos tres en Nivel 6 de dificultad y todavía nos quedaba patearnos todo el mapa hasta la Extracción. No iba a ser fácil, pero seguíamos sin bajas y me sentía imparable con mi compañero X4.
Corrimos como locos hacia B2, dirección a la extracción. Quedaba poco cuando X4 señaló un enemigo de élite con un ping rojo. Era un Titán de Bilis. Volteó su mecha y yo saqué el Cañón Cuásar. Tras el disparo, lancé un Láser Orbital. El rayo, que bien podría ser el Martillo del Alba de Gears of War, persiguió al bicho hasta su muerte. Aunque el mérito de matarlo no fue mío, sino de la Bomba de 500KG de X4.
El camino más corto hacia la extracción era a través de un lago. X4 no tenía problemas con su mecha, pero B2 y yo tuvimos que avanzar a pie. Nuestro compañero mecanizado iba caminando hacia atrás y cubriendo nuestra retirada. Tuvimos un pequeño susto porque un Arrollador casi se lleva por delante a B2, pero X4 y yo lo cubrimos y salió airoso.
Utilizamos la altura de la orilla para montar una defensa. X4 se hartó de huir con los bichos pegados al culo, así que pidió la torreta montada y volvió a su mecha. Entendí el mensaje. Subí a la torreta montada y comencé a disparar como un loco, dispuesto a partir el R2 de mi mando. B2 también entendió la jugada y se quedó cubriendo el flanco izquierdo.
No fue justo para los bichos. Éramos un pelotón de fusilamiento. Casi ni les dejamos salir del agua. La masacre fue tan bestia que logré alcanzar mi combo máximo en Helldivers 2: 38 bajas rápidas, entonces el icono de la calavera pasa de ser amarilla a roja. B2 y X4, ahora sin su mecha, echaron a correr a la extracción, y yo me quedé unos segundos más en la torreta para matar a los bichos rezagados y cubrir su retirada.
Para cuando llegué a la extracción, X4 volvía a tener su mecha y B2 tiraba ataques orbitales para contener su flanco. He repasado la defensa de la extracción varias veces y sigo sin comprender cómo ninguno murió durante el combate. Los bichos venían por todos lados, los láseres de los perros guardianes (B2 y mío) se cruzaban todo el rato, X4 dispara como un loco las ametralladoras de su mecha, incluso cruzándome sin querer en su fuego.
Logramos escapar sin morir y entonces X4 dijo un "Gracias" mientras la nave de extracción se elevaba en el aire. No entendí por qué lo dijo hasta un segundo después, cuando saltó un Trofeo de Oro llamado Salto en Picado (Hell Dive): "Completa una misión de dificultad extrema o superior sin que muera nadie". Solté el mando en la mesa, me recosté en la silla y pensé: "Pedazo de partida".
En VidaExtra | Jamás tocaría el fuego amigo de Helldivers 2, pero creo que este videojuego de zombies olvidado podría mejorarlo mucho
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