Que Hideo Kojima vive obsesionado con los detalles es un hecho que se ha constatado a lo largo de su dilatada trayectoria. El desarrollador japonés no ha hecho más que introducir referencias, guiños y easter eggs en todos sus títulos, pero la saga Metal Gear Solid se lleva la palma.
Tal fue su objetivo de no dejar ni un solo cabo suelto que vinculó a los dos loros más famosos de la franquicia protagonizada por Big Boss y Solid Snake. En Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty de 2001 nos topábamos con Emma Emmerich, la hermanastra del genio Hal Emmerich. Ella tenía a un loro como mascota, el cual apodó como a su familiar, Otacon, y le servía como compañía en la soledad de Big Shell.
Por otro lado, existe un loro mucho más reconocido como es el que acompañaba en todo momento al temible The End en Metal Gear Solid 3: Snake Eater de 2004. El letal francotirador permitía que el loro se posase en su hombro y lo cierto es que los dos animales guardan un gran parecido. Tanto es así que el propio Kojima sugirió que probablemente eran el mismo.
Si acudimos a Metal Gear Solid 4 Database, una enciclopedia digital con multitud de datos relacionados a la serie, podemos leer la siguiente descripción acerca del loro Otacon:
"Es de la misma raza que el loro que tuvo The End en los años sesenta. Los loros grandes pueden vivir entre 50 y 100 años. No está claro si los loros de Emma y The End eran en realidad la misma ave."
No lo confirma, pero está claro que el guiño se queda en el aire para que interpretemos que es una posibilidad muy real, y deja claro que al creativo no le gusta que nada se rija por el azar. Eso sí, hay que tener en cuenta que mientras al loro de The End lo podemos matar, al de la segunda entrega no. Esto es debido a que está protegido por la misma arma electromagnética que evita que dañemos a Fortune, por lo cual es invulnerable.
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