Hay dos clases de personas en este mundo: las que piensan que todo mejora con zombies y las que tienen mal gusto. Es broma... o no tanto. Como fan del cine y los videojuegos de zombies (al menos que los incluya), he pasado buena parte de mi vida buscando la experiencia zombie-definitiva.
He jugado a más videojuegos de zombies de los que puedo recordar, algunos buenos y otros no tan buenos. Sin hacer búsquedas o mirar en mi estantería, aquellos que más me han gustado son: Resident Evil 2, 3 y 4 Remake, Left 4 Dead 2, The Last of Us 1 y 2, World War Z, State of Decay 2, Back 4 Blood y Days Gone. Bend Studio os dirá que sus bichos son engendros y no zombies. Han pasado 4 años, hora de cortar el rollo: son zombies. Nunca me gustaron los zombies de COD y ni he jugado Day Z.
Mi videojuego de zombies perfecto es como The Day Before, pero sin vender tanto humo y siendo verdad. Los únicos de la lista que lograron mantenerme más 100 horas enganchado fueron State of Decay 2 y Days Gone, y ambos comparten (más o menos) las mismas características: un mundo abierto que explorar, zombies medianamente normales y gestión de recursos.
El videojuego de zombies perfecto ha pasado 13 años delante de mis narices
Undead Nightmare se ha convertido en mi videojuego de zombies perfecto... ¡Y lleva 13 años delante de mis narices! Es un DLC de Red Dead Redemption (2010) y fue lanzado pocos meses después del estreno principal. Había jugado la aventura de John Marston, pero nunca compré el contenido postlanzamiento por falta de dinero... y para cuando empecé a tener ya estaba enterrado por otros videojuegos.
Ahora, gracias al port de Red Dead Redemption para PS4, lo he jugado por primera vez y la experiencia ha sido maravillosa. Todo lo bueno que he escuchado hasta ahora es cierto y es criminal que Rockstar se haya limitado a hacer un port. Me encanta el western y los zombies. Si los juntas, tienes el videojuego definitivo.
La historia de Undead Nightmare comienza como un tono muy clásico del cine de zombies: oscuridad, misterio y una voz potente que narra los eventos que están ocurriendo para ponernos en contexto: John Marston vuelve a casa sin saber que le espera una noche de terror. Uncle se transforma y muerde a Abigail, que a su vez muerde a Jack. Mata el viejo y deja atada a su mujer e hijo en una habitación para salir en busca de la cura.
Y ya está. Historia y motivaciones planteadas en unos minutos. Antes de darme cuenta, estoy en Blackwater pegando tiros a pequeñas hordas de zombies. Cometo el error de novato de ensañarme con los zombies y me quedo sin munición, así que no me queda otra que correr por las calles directo al objetivo de la misión.
Encuentro a una señora que se debate entre alegrarse o entristecerse porque su papá borracho ahora es un zombie. Insinúa un par de cosas muy turbias y luego menciona que lo mejor que puedo hacer es limpiar la ciudad y purgar el cementerio.
El cementerio parece un cumpleaños: todos los muertos saliendo de sus tumbas y yo corriendo de arriba a abajo para matarlos a todos. Es la tarea más estándar de los videojuegos, pero ahí estoy yo gozándolo como un crío: mato a grupos de zombies con el Dead Eye, ruedo para esquivar los golpes y realizo ejecuciones especiales cuando se acercan demasiado. Soy una mezcla entre John Wick y Django.
Vuelvo a la ciudad para terminar de limpiarla de zombies y hacerla segura. Antes de irme, encuentro a un grupo de supervivientes que discuten sobre quién va a tener el liderazgo y no tardan en sacar los trapos sucios pueblerinos: que si menganito se ha tirado a menganita, que si eres una cornuda y más retahíla de cotilleos. Y no os riais, que The Walking Dead tiene temporadas peores y mejor no menciono Resident Evil. En resumen: un zombie los mata y yo los remato.
El mapa me muestra tres localizaciones en las que puedo ayudar para obtener armas, munición y otras recompensas. ¡Y allá que voy! Empiezo a darme cuenta de que la dinámica del DLC es absurdamente simple y adictiva: matar zombies para conseguir munición y usar la munición para matar zombies. Salvar a gente es un efecto colateral de mi disfrute por destrozar zombies. Las balas son la moneda de cambio.
Una de las localizaciones en las que puedo ayudar es el Rancho MacFarlane. Me gustaría decir que fui porque soy un ser de luz, pero en realidad ayudé en la zona con la esperanza de que Bonnie estuviese viva. No quiero entrar en spoilers, pero digamos que los ojos de la joven hacen chiribitas cada vez que ve a John.
Mientras limpio el rancho, aprendo una gran lección: los Tomahawk están rotísimos contra enemigos normales. Se pueden usar como arma cuerpo a cuerpo para realizar una ejecución o lanzarlos para matar a distancia. Se quedan clavados en los enemigos y se pueden recoger registrando el cadáver. Me alegra saber que Bonnie está viva, pero ahora mi único amor son las matanzas de zombies. ¡Prosigo mi camino!
Encuentro al chalado de Seth al iniciar la cinemática de la misión de historia. El asaltatumbas está en su salsa, puesto que ya hablaba con los muertos incluso antes del apocalipsis. Llego a la conclusión de que todo este embrollo puede estar provocado por un artefacto, un ¿ojo de cristal? No saco demasiado en claro, solo que tengo que limpiar todos los cementerios marcados y que mi siguiente parada es Armadillo... otro lugar bastante poblado. ¡La semana que viene os cuento cómo fue el resto de mi historia en el mejor juego de zombies del mundo!
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