Estoy completamente enajenado con Palworld y lo único que puede salvarme se lanza a mediados de febrero

Estoy completamente enajenado con Palworld y lo único que puede salvarme se lanza a mediados de febrero

Este es el primer capítulo de mi aventura en Palworld, que resume todo lo ocurrido entre el 19 y 25 de enero

4 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail
Palworld

Dicen que el primer paso para resolver cualquier problema es identificarlo. La cuestión es que hace días que identifiqué el mío y lo único que ha cambiado es que soy un empozado con más conciencia. Estoy perdidamente enganchado a Palworld desde hace una semana, hasta el punto de acumular 18,5 horas en dos días (sábado y domingo pasado) y 39 hasta día de hoy.

He tenido empozadas fuertes a lo largo de los últimos años. Starfield y casi las 200 horas para traeros el análisis es un ejemplo, aunque no lo cuento porque en parte fue trabajo. Otro caso más suave fue Remnant 2 y su DLC, que me atraparon durante decenas de horas... aunque no del modo que lo ha hecho Palworld. The Division 2 en 2019 y Elden Ring en 2022 fueron los últimos en pegarme tan fuerte.

Suelo ser tremendamente despistado y en ocasiones no consigo centrar mi atención en algo, pero cuando lo hago me convierto en un obseso. Investigo, leo, miro vídeos y guías, pregunto a personas que saben más... hasta que un día sencillamente aparece otra obsesión y vuelta a empezar. Seguro que muchos os identificáis. Ahora le ha tocado a Palworld y, aunque estoy disfrutando como niño chico, rezo porque Skull and Bones y Pacific Drive me saquen de este pozo.

Mis aventuras en Palworld: descubriendo un mundo nuevo

Mi primera incursión en Palworld fue tímida y con cierto respeto. No sabía qué me esperaba exactamente y sobra decir que me sentí apabullado cuando su mundo abierto se abrió ante mis ojos. Citando al Joker de Nolan: “¿De verdad tengo pinta de tener un plan? ¿Sabes qué soy? Soy un perro que corre detrás de los coches. ¡No sabría qué hacer si alcanzara uno!”

Utilicé los primeros minutos de la aventura para deleitarme con las vistas y pasear, mientras trataba de mentalizarme en no establecer grandes objetivos como "acabar el juego" o "matar al jefe final". No sabía por qué estaba en ese mundo lleno de puchamones, ni me importaba. Me encanta no saber qué diablos tengo que hacer.

Era del Descubrimiento

Decidí marcarme pequeños objetivos: tenía claro que mi primer compañero Pal debía ser un lobo. ¡Era imposible que no hubiese uno! Efectivamente, un bonito Direhowl de nivel 5 acabó dentro de mi Esfera y siendo mi valiente defensor. Retrasé el tutorial todo lo que pude, porque quería encontrar un sitio que me gustase antes establecer la base. ¡Que luego las mudanzas dan mucha pereza!

Gesgndowqaakukz

Anduve por el mapa durante una hora. Vi cosas increíbles: desde horizontes bellísimos hasta batallas campales entre Pals y contra humanos, estos últimos armados con palos, pistolas e incluso rifles de asalto. Quería ayudar a las criaturas, pero no tenía ni un mísero palo para azuzarles. Me limité a ver quién perdía y a seguir mi camino en busca de un buen sitio para establecerme.

La idea era encontrar una pequeña elevación en forma de pasillo. ¡Y lo hice! Frente a un puente con dos grandes estatuas. Había dos posibles entradas y una de ellas era tan angosta que se podía tapar fácilmente con dos o tres murallas. El terreno aseguraba que los flancos estaban cubiertos. Reclamé el terreno y ahí está mi hogar a día de hoy. Aunque una base en el mismo puente no estaría mal...

Era de la Exploración

Establecí la base y cubrí las necesidades básicas (comida, piedra y madera) con la esclavización de mis primeros Pals. No fui demasiado estricto al elegirlos, puesto que me bastaba con que no tuviesen atributos negativos relacionados con el trabajo. Ahora sí, tocaba explorar.

Mis viajes me llevaron en diferentes direcciones. Primero decidí ir al sur. Como dijo Bárbol en el Señor de los Anillos: "Siempre me gustó el sur. Es como ir cuesta abajo". No libré grandes batallas ni derroté jefes, pero ver diferentes biomas hizo que pudiese adquirir diferentes Pals. Además, obtuve mucha experiencia al desbloquear viajes rápidos y liberar un par de campamentos de furtivos. Quien dice liberar, dice pasar la escoba después de que los Pals los masacrasen.

Geux7cpwcaadqph

Si había una montaña, subía rápidamente para ver todo a mi alrededor y contemplar los atardeceres. Eso, a su vez, me permitía establecer el siguiente objetivo. Y así, de montaña en montaña, comencé a ir al norte... demasiado. Encontré enemigos de bastante más nivel. Aunque tampoco hizo falta mucho poder para matarme en un par de ocasiones: los puñeteros loros multicolor me pillaron por sorpresa. Son unos suicidas que se lanzan contra ti y se inmolan.

Decidí dar media vuelta y volver a casa. Mejoré mis armas, herramientas y equipo de puchamones. Empezaba a sentirme fuerte, así que decidí completar el último paso del tutorial: enfrentarme al jefe de la Torre del Sindicado de Rayne. Os voy a ahorrar los rodeos: aguanté cuatro minutos antes de morir. No estaba preparado a nivel de habilidad. Tampoco mi fiel compañero Rooby.

Geux 2fxuaas5rr

Era del viaje al árbol Yggdrasil

Mi espíritu guerrero sufrió una herida, pero el aventurero estaba más fuerte que nunca. Seguí explorando el mapa en todas las direcciones, enfrentándome a todo tipo de enemigos, descubriendo nuevos biomas y subiendo a los picos más altos que me permitía mi resistencia.

El mejor momento, sin duda, fue ver como un pedazo de mamut enorme arrasaba de un solo golpe a cinco furtivos humanos. Fue un visto y no visto. Ahí conseguí mis primeras balas toscas, algo que todavía queda lejos de mi avance tecnológico. Desbloqueé el mosquete el jueves o viernes pasado. Fue entonces cuando reparé en un árbol enorme en el horizonte. Era excepcionalmente grande y tenía una sabia azul brillante en su tronco. Centré toda mi atención en lo que llamé el Yggdrasil.

Tras sufrir una invasión que quemó mi casa hasta los cimientos, añadí más defensas y mejoré la automatización para que todo pudiese funcionar sin mí durante un tiempo prolongado. Estaba (y estoy) orgulloso del resultado: una pequeña aldea vikinga... aunque no iba a durar demasiado así.

Gezf8ehxyaeg3jw

Puse rumbo hasta el norte, justo en dirección al árbol Yggdrasil. A menudo tomaba desvíos para explorar zonas, capturar puchamones o desbloquear viajes rápidos. Evitaba a los enemigos más poderosos y capturaba a cualquier bichejo que atrajese mi atención. Entiendo que la mejor forma de subir de nivel en Palworld es destrozarlo y capturarlo todo, pero no me sale ser un genocida.

El árbol es tan grande que rara vez sentí que estaba acercándome. Las siguientes imágenes muestran el momento en el que descubrí que estaba más cerca de lo que esperaba, pero que no iba a llegar en ese viaje. Todavía quedaba mucho para llegar. Casi muero ahogado al intentar avanzar un poco más. Palworld obviamente me estaba diciendo que no era el momento. Lo acepté, pero hice la promesa de que no tardaría en intentarlo de nuevo.

Gexyauswqaaxubv
Gexybghx0aaoqhp

Era de la Piedra

La parte positiva de haber viajado tanto es que tengo mucho mapa descubierto, puntos de viaje rápido y jefes de mundo, así que puedo retomar el viaje cuando quiera. Además, más recientemente descubrí que el camino del noreste es más transitable y quizás sea la clave para llegar más fácilmente... aunque no sea rápido. En cualquier caso, acepté mi fracaso y regresé a casa. No tardé en aprender las estructuras de piedra y esta vez fui yo quien echó la casa abajo para rehacerla.

Una casa comunal de piedra y bien defendida, inmune al fuego que traen muchos enemigos en forma de granadas y lanzallamas. Estuve tentado de quitar las murallas de madera, pero decidí dejarlas por el efecto que produce en la IA: la puerta forma un único acceso en cuello de botella y los invasores detectan que es el camino más corto hasta el núcleo, así que siempre llegan desde el mismo punto. Ahora los puedo retener con cierta facilidad, pero va a ser una masacre cuando desbloquee las ametralladoras fijas.

Gefcdfhwsaeg3x2

La era de la piedra contó con otro logro importante para mi personaje. Regresé a la Torre del Sindicado de Rayne para vengarme. Esta vez, Zoe & Grizzbolt, jefes de la mazmorra, mordieron el polvo. Tras esto, puse mi mirada en varios jefes de mundo inferiores o iguales a mi nivel. Logré capturar a la mayoría, aunque mi compañero fastidió alguna que otra captura. Nada que no se pueda arreglar en el futuro.

A finales de semana, se inició otro nuevo capítulo que continúa a día de hoy y que se desarrollará a lo largo de la próxima: la era de la oscuridad. Es lo suficientemente buena y turbia para dedicarle una publicación el sábado que viene. Creedme que merecerá la pena. Hasta entonces, seguiré explorando, viajando a otras torres y derrotando a enemigos poderosos. Espero traer noticias del Yggdrasil, aunque no prometo nada.

En VidaExtra | Los mods llegan a Palworld para modificar su divertido y alocado mundo: Spyro, versión VR y otros muy útiles para vuestra aventura

En VidaExtra | 11 detalles curiosos y consejos de Palworld que me hubiese gustado saber antes de empezar su loquísima aventura de violencia

En VidaExtra | Un puchamón de Palworld se está ganando el corazón de los fans y no precisamente por ser adorable, poderoso o eficiente

Comentarios cerrados
Inicio