Heroes fue una de las series que pegaron con más fuerza en 2006, hasta que el efecto Petrelli se fue disipando en las siguientes temporadas. Ni Sylar, ni Hiro Nakamura, ni "Claire Bear" pudieron hacer nada para remediarlo. Por eso no nos sorprendió su cancelación tras la olvidable cuarta temporada en 2010.
Sí nos llamó la atención su regreso en 2015 bajo el nombre de Heroes Reborn, pero el tirón duró poco (una temporada), y eso que contó con Zachary "Chuck" Levi en su reparto. Lo curioso es que, coincidiendo con la season finale de dicha serie, se lanzó al mercado su videojuego oficial en sistemas de sobremesa, 'Gemini: Heroes Reborn', que actuó a modo de precuela.
Por desgracia pasó bastante desapercibido en su momento, y no nos extraña, porque dejó patente de nuevo lo mal que se suelen aprovechar las licencias oficiales de series o películas. Y eso que contó con muchos guiños a Heroes.
Como seguidor de la serie original (hasta la tengo entera en blu-ray en PAL UK, que en España no se dignaron a traerla entera en este formato), y aprovechando que recientemente me puse con Heroes Reborn, me animé también a comenzar este 'Gemini: Heroes Reborn' que había comprado en una de esas ofertas de PSN, para comprender en qué falló. Y también por qué pasó muy de puntillas.
No, no es el juego de Miko Otomo y Ren Shimosawa
Antes de nada, hay que aclarar que 'Gemini: Heroes Reborn' no tiene nada que ver con el videojuego que salió en la serie Heroes Reborn con Miko Otomo y Ren Shimosawa. Aquí la protagonista es Cassandra, una chica aparentemente normal que acaba descubriendo que es una EVO. A partir de ahí, todo cambia para ella.
Como si de Sylar se tratase (más o menos), Cassandra irá ganando más poderes que estaban ocultos en su interior (vale, Sylar los robaba abriéndole la cabeza a sus enemigos; de ahí el "más o menos"), siendo uno de los primeros el de viajar en el tiempo, entre 2014 (la actualidad) y 2008. Gracias a este poder, y junto a otros, como la telequinesia, intentará hallar la verdad sobre su nueva condición, y también sobre su familia, ayudada por su amigo Alex Woodward.
Hasta aquí, todo bien. El problema es que esta aventura de acción en primera persona hace aguas por muchos lados, empezando por la pésima IA de los enemigos. Hacía tiempo que no veía algo tan rematadamente malo y ridículo.
Gemini Heroes Reborn, poderes con fallos técnicos
En nuestro primer encontronazo con un agente en un vestuario tenemos que pasar desapercibidos. Si no nos ve, no sospechará de nuestra presencia. Sin embargo, si por algún casual nos pillan, queda patente que es uno de los muchos aspectos técnicos en los que falla sobremanera este trabajo de Phosphor Games.
Podemos pasar al lado de él y situarnos a su espalda, y tardará en percatarse de que estamos detrás. O peor aún, si usamos los poderes de Cassandra, prácticamente se volverá loco y empezará a dar vueltas sin sentido.
Me ha pasado con casi todos los combates. Algo que debería ponernos en tensión se acaba resolviendo casi siempre de manera torpe y precipitada, con reacciones atípicas que rompen por completo la inmersión. Una de tantas sensaciones.
Porque luego nos encontramos con un control mejorable por parte de la protagonista, en especial para los saltos. O un motor totalmente desaprovechado y renquetante, y eso que estamos hablando del potente Unreal Engine 4.
¿Merece la pena para los fans de la serie Heroes?
Llegados a este punto, está claro que 'Gemini: Heroes Reborn' no da la talla. Phosphor Games no lo ha cuidado con mimo y parece un producto sacado con prisas para coincidir con el final de Heroes Reborn en enero de 2016.
Para colmo, es un videojuego extremadamente lineal (con muros invisibles, incluso) y corto, que se puede completar fácilmente en una tarde.
El único incentivo que puede tener algún fan de la serie original (no solo de Heroes Reborn, sino más bien de Heroes) es el hecho de toparse con un montón de guiños a personajes, empresas o localizaciones. Desde el cómic con Hiro Nakamura hasta el de Claire Bennet, pasando por Sylar, Renautas o Pinehearts Company. ¿Suficiente? No, ni por asomo. Y menos a 14,99 euros.
Pero probablemente os acabe picando el gusanillo como a mí.
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