Todavía recuerdo uno de los viajes que tuve que realizar el año pasado a un evento organizado por Konami en el que pude probar varios de los juegos que planeaba publicar. Si todavía permanece en mi memoria se debe a uno de esos títulos en concreto, como fue Cygni: All Guns Blazing por lo brutal que me pareció, pero también porque su dificultad era tan infernal que me causaba pesadillas con solo acordarme de ella.
Cuando un juego alcanza estos límites se suele decir mucho lo de "es el Dark Souls de las aventuras de plataformas", "El Dark Souls de los juegos de estrategia", etc. Lo cierto es que hay momentos en los que he pensado en que esta obra se podría calificar como el Dark Souls de los shoot'em up, porque su dificultad es capaz de alcanzar unos límites tan extremadamente altos que hasta roza la absurdez.
Todo esto no he hecho más que reafirmarlo recientemente gracias a que he tenido la oportunidad de probar nuevamente el primer trabajo del estudio KeelWorks, así que, a tan solo un mes de su lanzamiento, os voy a contar todo lo me ha encantado y lo que no tanto.
Índice de Contenidos (8)
- Una dosis de acción tan bestial que nunca parece tener fin
- Toda una batalla estelar contra una amplia variedad de enemigos
- Los despiadados jefes finales
- Toda una delicia para la vista
- La personalización de la nave en base a la forma de jugar
- Una dificultad un tanto absurda
- Morir es un castigo demasiado severo
- Fecha de lanzamiento de Cygni: All Guns Blazing
Una dosis de acción tan bestial que nunca parece tener fin
No es ninguna exageración si os digo que Cygni es uno de los juegos con más carga de acción que he visto en mucho tiempo. Es una auténtica locura, porque desde que empiezas cualquier fase ya te encuentras teniendo que masacrar a tiros a cualquier nave enemiga que haya por los alrededores. En un momento puede haber cientos de ellas perfectamente y muchas se tratan de simples monigotes que están ahí para que las machaques, pero no todas.
Eso mismo supone que no basta con disparar a diestro y siniestro sin soltar jamás el botón, sino que hay que esquivar sus respectivos disparos, y ahí es cuando comienza de verdad todo el espectáculo que te atrapa por completo y no te permite apartar la vista ni un solo instante. Se necesita una concentración descomunal para arrasar con todo lo que haya en pantalla y no morir en el intento. Sin duda, se podría definir sin problemas como un bullet-hell.
Toda una batalla estelar contra una amplia variedad de enemigos
Algo que señalaba previamente es que hay enemigos muy violentos y otros que no tanto, siendo este aspecto algo que también me ha fascinado porque cada una de las fases que he jugado me ha presentado un reto diferente. En todo momento parece que estás metido de lleno en una épica batalla estelar de Star Wars o que estás presenciando una guerra contra hordas de alienígenas de Starship Troopers.
Esto se debe a que la acción no transcurre únicamente en pleno vuelo en este shoot'em up de scroll vertical. Por el suelo también hay infinidad de enemigos, aunque no tantos, a los que hay que aniquilar porque pueden resultar muy molestos si no se hace nada para evitar sus disparos, rayos láser, misiles, etc. El problema está en que no puedes lidiar con ambas partes al mismo tiempo, dado que el tipo de disparo para las naves aéreas no es el mismo que el de las terrestres, así que hay que ir alternando o decidiendo cuál es el más efectivo en cada situación, porque es imposible arrasar con todo.
En definitiva, cada enemigo es capaz de crear una experiencia única, con unos comportamientos que a veces parecen un tanto impredecibles, lo que no te deja más remedio que tener que aprender su comportamiento y su forma de atacar para abordar estos encuentros con el fin de vivir para contarlo.
Los despiadados jefes finales
Ya desde la primera fase te queda muy claro que Cygni no es un juego sencillo. Más allá de tener que verte las caras contra tantísima marabunta de naves enemigas, hay secciones en las que hay que librar una batalla contra minijefes que son huesos muy duros de roer, porque también pegan bastante duro. Sin ir más lejos, el primero de ellos no tarda en surgir de la nada y es capaz de disparar un rayo láser gigante, acompañado por cientos de disparos y un escudo que solo te permite golpear por unos lugares determinados.
Pues todo esto imaginarlo el doble de peligroso contra los jefes finales que aguardan al final de cada pantalla, porque estos enfrentamientos si que te obligan a darlo absolutamente todo. De hecho, no os penséis que caen rápido, porque nada más lejos de la realidad, ya que te puedes tirar unos cuantos minutos disparando millones de balas hasta que por fin explotan en mil pedazos. Eso sí, desearía ver un modo Boss Rush en el que poder combatir contra ellos uno tras otro porque estos encuentros son impresionantes.
Toda una delicia para la vista
Algo que logra que la experiencia de Cygni sea de las que te conquisten tanto es su apartado gráfico. Da igual la cantidad de enemigos y balas que haya por los alrededores, así como explosiones, nubes de humo, etc., porque el rendimiento no cae jamás de los 60 fps, lo que es de los puntos más fuertes del juego. Es innegable que la experiencia no sería lo mismo ni por asomo si la acción se ralentizase, porque es vital para disfrutar más de esta acción tan incesante.
Los escenarios tal vez sí que son algo más similares unos con otros, pero por la ambientación de un mundo en guerra que está siendo asediado por este ejército alienígena. Eso no quita que sí que haya diferencias muy evidentes entre unos y otros que dejan claro en qué fase te encuentras en este instante, aunque lo que más me ha fascinado de todo este aspecto ha sido los efectos especiales que no paran de desfilar. Eso sí, también he de reconocer que a veces la explosiones y las nubes de humo que se forman me impedían presenciar plenamente lo que estaba sucediendo.
La personalización de la nave en base a la forma de jugar
Una de las mecánicas fundamentales de la jugabilidad es que una buena parte de los enemigos que son derrotados sueltan una especie de energía que hay que recoger que se transforma en escudo. El juego está pensado para que en algún momento recibas algún golpe, porque es totalmente imposible pasarse cualquier fase sin que la fase no sufra un rasguño. Y no lo digo en plan exagerado, sino que es algo diseñado a conciencia para que nunca se pasen por alto el recoger los escudos.
Aun así, por lo que también se convierten en una pieza de vital importancia se debe a que puedes consumir parte de ellos para transformarlos en misiles automáticos que dañen a cualquier cosa que se mueva por los alrededores, al igual que estos los puedes volver a transformar en escudos si lo prefieres. Así pues, hay que estar jugando a la ofensiva o a la defensiva constantemente dependiendo de lo que ocurra o de lo que considere mejor cada uno.
Y ahí no acaba todo, porque tras completar una fase se desbloquea una cierta cantidad de monedas para canjearlas en mejoras y potenciadores para nuestra nave, pudiendo personalizarla de múltiples maneras que también mantienen un buen peso en la jugabilidad.
Una dificultad un tanto absurda
Hasta el momento un tema del que más he hablado es la dificultad. Entiendo que los shoot'em up de scroll vertical son por lo general complicados, pero es que el caso de Cygni me ha parecido en ciertos momentos demasiado exagerado. Te puedo comprar el que los enemigos y los jefes finales me tengan que golpear a veces, pero que haya instantes en los que sea prácticamente imposible recibir un impacto tras otro sin la posibilidad de recolectar escudos… eso no me ha agradado tanto.
De primeras jugué en el nivel de dificultad normal y ya me costó sudor y lágrimas avanzar por la primera fase de esta aventura de ciencia ficción con un buen toque cinemático. Más que nada por el motivo que ya he señalado de que cuesta ver todo de la cantidad de enemigos y disparos que hay por pantalla, así que tras varios intentos decidí reducir el nivel de dificultad a fácil, pensando que así al menos no sería tan desesperante.
Por desgracia, mi gozo en un pozo, porque sí que es cierto que la primera pantalla, ya sabiendo más o menos qué hacer, la pude completar, aunque no puedo decir lo mismo de otras en las que me vi envuelto. Y eso que estoy hablando del nivel de dificultad más bajo, lo que me hace temer que tenga que rejugar las mismas fases algo más "asequibles" para ganar el dinero suficiente para comprar todas las mejoras que pueda.
Morir es un castigo demasiado severo
Y, por último, llegamos a este punto que es el que me ha provocado soltar el mando y pensar que ya volvería a jugar en otro momento, como es el de la muerte. Esto se debe a que en el nivel de dificultad más bajo tienes tres vidas, que aun así no son suficientes, pero es que en los demás no es así.
No supondría mayor problema si hubiese una especie de check-points o si estás frente a un jefe final te obliga a empezar el encuentro de nuevo. Sin embargo, si pierdes todas las vidas (o la única que tienes) el juego te obliga a empezar la fase desde el punto inicial, convirtiéndolo en toda una odisea llegar sano y salvo hasta el final, porque hablamos de fases que te pueden durar entre 10 y 15 minutos, así que imaginaros el dolor que supone tener que repetir todo otra vez más. Si al menos te llevases algo de dinero a cambio para mejorar la nave… pero ni siquiera eso.
Fecha de lanzamiento de Cygni: All Guns Blazing
En cualquier caso, si coloco todas las características esenciales en una balanza, los puntos fuertes de Cygni: All Guns Blazing pesan infinitamente más que los malos. Quiero creer que al final todo es experiencia y que tras jugar bastantes más horas no sufriré tanto para superar cualquier fase. Al menos, estoy deseando comprobarlo porque, a priori, se presenta como uno de los juegos más prometedores de este verano.
No queda mucho para descubrirlo. La fecha de lanzamiento de Cygni: All Guns Blazing está fijada para el 6 de agosto y saldrá a la venta por 29,99 euros, en físico y digital, para PS5, Xbox Series X/S y PC a través de Steam y Epic Games Store.
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