No se puede decir que a la Unión Soviética le fuese precisamente bien durante el periodo de la Guerra Fría, pues vivió su desmantelamiento a partir de la caída del muro de Berlín. Una época en la que el comunismo se extendía por prácticamente todo el este de Europa y que colapsó a todos los niveles. Sin embargo, ¿qué hubiese pasado si el triunfo hubiese sido total frente a los otros modelos sociales?
Esa es la idea de la que parte Atomic Heart, uno de los lanzamientos más interesantes de todo 2023 y que nos planta en mitad de la Madre Rusia. La Unión Soviética se ha alzado como una potencia tecnológica imparable gracias al uso de una sustancia conocida como polímero, la cual permite la creación de una red neuronal que permite controlar androides de todo tipo. A pesar de que la prosperidad es el síntoma habitual entre la población, todo se va directamente al garete.
Es ahí donde nosotros entramos en juego y podemos hacerlo a través de Xbox Game Pass, tanto para Xbox Series X/S, Xbox One y PC. Por otro lado, podemos sacarle partido a la obra de Mundfish con Xbox Cloud Gaming para jugar en cualquier sitio, siempre y cuando seamos suscriptores Ultimate del servicio de Microsoft. Lo cierto es que el público aprueba con nota el resultado en pantalla, pues luce 16,720 reseñas muy positivas en Steam.
La Unión Soviética que todos queremos
La comparativa es evidente y acertada. Atomic Heart recuerda poderosamente en su propuesta a toda una leyenda de la industria como BioShock y lo cierto es que hay muchísimas similitudes. Se nos posiciona en un contexto utópico, ya que la Unión Soviética es próspera a unos niveles inimaginables, superando incluso la tecnología de nuestra era. Sin embargo, eso no les ha impedido conservar el encanto soviético.
El apartado visual y artístico del título es sobresaliente, convirtiéndose en uno de los puntos fuertes de sus cimientos. Se nota a cada paso que damos por el mundo abierto que nos encontramos en mitad de una república soviética, ya que la arquitectura destila las típicas estructuras de la época. Es perfectamente posible encontrarnos con estatuas colosales de Lenin, monumentos enalteciendo a los soldados rusos y edificios que impresionan con el simple hecho de que se mantengan en pie.
A pesar de ello, el factor diferencial es el de la maquinaria inteligente que rodea a cada habitante. Los robots forman parte del día a día para ahorrar tareas pesadas como la construcción, transporte y facilitan toda clase de trabajos. Su variedad es inmensa, llegando a ser muy específicos en sus responsabilidades y con habilidades que los humanos ni nos atrevemos a imaginar. Incluso hay varias neveras que su único deseo es intentar practicar el sadomasoquismo con nosotros.
Todo se va al garete
La 1955 alternativa pinta muy bien, ya que la ciencia, la igualdad y la fraternidad son los símbolos principales de la libertad, pero la diversión termina muy pronto. Encarnamos teniente coronel de Inteligencia P-3, el cual no recuerda nada de su pasado y se debe a los designios del camarada mayor Séchenov. Él es el responsable de la creación de la Red Neuronal Kollektiv global, la cual conecta en una sola red todos los robots voladores y terrestres de la superficie y de los complejos subterráneos en Atomic Heart.
De repente, todos los seres mecánicos pierden su programación original y comienzan a asesinar sin compasión a los humanos. Nuestra tarea será la de acabar con esta amenaza a través de la Instalación 3826, la cual podemos recorrer libremente para explorarla. Ya sea a pie o en coche, las defensas robóticas no dejarán de acosarnos como si de una persecución de GTA se tratase, pero hay hororres que se ocultan en lo más profundo.
Muchos de los edificios en los que nos internaremos son una suerte de mazmorras que presentan desafíos únicos. Podemos recorrer los pasillos invirtiendo la polaridad de los escenarios, colándonos por huecos muy pequeños y nadando a través del polímero que se ha congelado en el aire. Será ahí donde nos encontremos con aberraciones biológicas que permiten resucitar a los muertos y que nos atacarán sin compasión.
Como no podía ser de otra forma, podremos defendernos de las formas más brutales. P-3 es capaz de empuñar un arma cuerpo a cuerpo que cercena a cualquiera que se le ponga por delante, aunque siempre podemos hacer uso de armas de fuego o eléctricas. Sin embargo, el as en la manga es el del guante de nuestra mano izquierda, el cual cuenta con una inteligencia artificial y habilidades como congelar o hacer levitar objetos.
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