El muy esperado regreso del dios de la Guerra de PlayStation está cada vez más cerca. God of War Ragnarök es uno de los juegos más esperados de 2022, y si ya desde su título se nos adelanta que el propio Kratos ejecutará junto a su hijo Atreus el apocalipsis nórdico, ahora tenemos mucho más claro cómo y de qué modo desatará su cólera y saciará su barbarie.
Mihir Sheth y Denny Yeh, los máximos responsables del sistema de combate del juego de Santa Monica, han detallado varias de las nuevas mecánicas de batalla de God of War Ragnarök a través de una cobertura exclusiva para el medio Gameinformer. Sabíamos que volveremos a tener acceso al hacha de batalla y las espadas del caos. Ahora también sabemos que les podremos insuflar efectos de fuego y de hielo.
Lo esencial: el nuevo tipo de ataques depende de si estamos usando el Hacha Leviatán o las Espadas del Caos. Según cuentan Sheth y Yeh, Kratos puede infundir al acero de estas armas efectos de hielo (al que llaman "Frost Awaken") o fuego ( "Whiplash") que no solo generan daño adicional, sino que congelan o abrasan vivos a nuestros enemigos.
Siendo, según sus palabras, un conjunto completamente nuevo de movimientos diseñado para aprovechar más y mejor el botón de Triángulo del mando.
En el último juego, si presionabas Triángulo, recordabas el hacha, pero si ya tenías el hacha [en tu poder] no pasaba nada. Si tenías las Espadas del Chaos y usas el botón de Triángulo, simplemente vuelves a sacar el hacha.
Observamos ese concepto y nos preguntamos: '¿Qué pasaría si pudieras hacer algo un poco diferente con ese botón, un conjunto completamente nuevo de movimientos?
Además de las declaraciones, desde Gameinformer ha ilustrado estas mecánicas con una interesante tanda de imágenes en las que se puede ver a Kratos en su salsa sacándole partido a las nuevas habilidades. Con todo, donde de verdad será interesante notar la diferencia será a los mandos.
El hacha Leviatán con el Frost Awaken
Las Espadas del Caos con Whiplash
Además del nuevo repertorio de combate al que tendremos acceso en el juego, desde Gameinformer se nos adelanta que Atreus ha hecho sus tareas desde la entrega anterior y eso quedará reflejado en la dinámica de los combates. De hecho, su colosal evolución en las batallas de God of War (2018) ya apuntaba maneras.
¿Eso quiere decir que Kratos no estrenará armas en esta nueva entrega? No exactamente: si bien, todavía quedan por concretar muchos detalles, desde Santa Monica nos adelantan que en God of War Ragnarök el propio dios de la Guerra tendrá a su disposición dos tipos de escudo: Dauntless y Stonewall.
- El escudo Dauntless se basa, en esencia, en los bloqueos rápidos seguidos de contraataques. Según se explica, si lo usamos en el momento preciso Kratos emitirá un brillo rojizo dándonos la opción de liberar un ataque brutal con efecto de aturdido.
- El escudo Stonewall funciona de manera totalmente distinta: su modo de empleo consiste en amortiguar golpes y absorber gradualmente la energía de estos. Una vez está completamente cargado podremos golpear el suelo provocando un potente terremoto que derribará todo lo que esté en las proximidades.
Según explican desde Santa Monica, cada escudo tiene sus propias ventajas e inconvenientes. Y, si bien, el escudo Stonewall parece ser más seguro, se ha compensado haciéndolo poco a poco más inestable a medida que recibe daño, de modo que si abusamos de su uso nos costará cada vez más contener los golpes o se generarán aperturas al recibir mucho daño a la vez.
Por último, pero no menos importante, ya se nos asegura que en God of War Ragnarök veremos una mayor variedad de criaturas y amenazas, con lo que tocará aprenderse sus hábitos y puntos flacos, incluso cuando machacar botones sea un gustazo dada la naturaleza del juego.
Todavía quedan muchas cosas en el tintero, y tocará hablar de las nuevas habilidades de Atreus más pronto que tarde. Por lo pronto, lo que sí tenemos claro es que el lanzamiento de God of War Ragnarök está previsto para el próximo 9 de noviembre tanto en PS5 como en PS4. ¡Que los dioses nórdicos comiencen a temblar!
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