Desde hace unos minutos, Microsoft ha publicado algunos artículos con información realmente importante sobre su Xbox One. Los vamos a ir viendo todos, no os preocupéis. Y empezaremos por la conexión a Internet de la consola.
No será necesario contar con una conexión permanente a Internet, pero sí deberemos conectarla si han pasado 24 horas para jugar si lo hacemos desde nuestra consola. Si accedemos a nuestra cuenta desde otra consola distinta a la primaria deberemos conectarla cada hora. Si no lo hacemos así, en cualquiera de los dos casos, no podremos jugar, ni siquiera en modo offline. Por cierto, esto sólo se aplica a los juegos. La televisión y la reproducción de películas en DVD o Blu-ray no se verá afectada por esta medida.
También se confirma que, al instalar los juegos, se realizará una copia de esta instalación en la nube de forma que podremos acceder a ellos desde cualquier consola y en cualquier momento. Es más, los juegos estarán disponibles el día de lanzamiento tanto en formato físico como en formato digital, algo que veníamos pidiendo desde hace tiempo.
La Xbox One viene con un puerto Ethernet de un gigabit y trabaja bajo el estándar 802.11n si hablamos de conexión inalámbrica. Lleva dos antenas, a diferencia de la Xbox 360, que sólo lleva una. En cuanto al tipo de conexión recomendada que debemos tener en casa no hay muchas sorpresas, ya que con una de banda ancha de 1.5Mbps será suficiente. Otra cosa es que los juegos vayan a pesar lo que vayan a pesar y tengamos que sufrir descargas de horas, pero ahí no podemos hacer mucho.
Más información | Xbox Wire
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