No es la primera vez que un desarrollador indie pone sobre la mesa los beneficios que comporta la entrada de su juego en Game Pass. Además del pago por el acuerdo con Microsoft -cifras totalmente desconocidas- la entrada en el servicio parece impulsar las ventas de sus juegos hasta límites más que notables.
Los últimos en salir al paso para apoyar el servicio de Xbox han sido los creadores de Descenders, uno de esos juegos de nicho a los que la visualización que ofrece el catálogo parece haber ayudado enormemente hasta triplicar las ventas conseguidas en la plataforma.
"Si miro el mes previo a la entrada en Game Pass y lo comparo con las ventas de la última semana, estamos vendiendo alrededor de cinco veces más unidades por semana que antes.
Desde que entramos en Game Pass, nuestras ventas totales en Xbox se han triplicado".
Que un juego como Red Dead Redemption 2 siga vendiendo bien -o mejor- tras su entrada en Game Pass puede ser incluso anecdótico, pero el caso de un indie como Descenders parece mucho más reseñable.
Hablamos, a fin de cuentas, de uno de esos juegos de nicho a los que no te acercarías a no ser que seas muy fan del deporte, te lo haya recomendado encarecidamente un amigo o te llame poderosamente la atención.
Su aparente simpleza esconde un juego muy notable que es difícil destacar en un catálogo plagado de juegazos y un mercado cada vez más grande. Si además de los beneficios del acuerdo consiguen dar a conocer su juego y llevarlo a más gente, bienvenido sea.
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