Desde su lanzamiento, Animal Crossing se ha convertido en nuestra particular obsesión. Para los que te escribimos cada día -y nuestros familiares-, sumergirnos en lo nuevo de Nintendo ya forma parte de nuestra rutina diaria. Y en cierto modo tiene su lógica: escaparnos para ver a nuestros coloridos vecinos (los de Switch y los de nuestra propia isla) ha pasado a ser una muy particular extensión de nuestro círculo social en tiempos todavía más extraños.
A fin de cuentas, el verdadero triunfo de Animal Crossing siempre ha sido su manera de hacer que cada pedacito del día sea especial, y el hecho de que siempre haya motivos para deambular libremente con una red o una pala o el hecho hacer todavía más nuestro ese trocito del paraíso a base de añadir detalles y pequeños caprichos hace que la experiencia sea todavía más entretenida, si cabe.
Sobre todo, cuando día a día vemos con cierto orgullo la evolución y los resultados de nuestro gran proyecto insular: Nintendo se preocupa de que cada pequeña tarea lograda valga la pena, invitándonos a regresar con vistas a los eventos especiales, completar el impresionante museo, reencontrarnos con visitas muy excepcionales o, simplemente, echarle un ojo al buzón. Porque, en cada partida hay algún detallito que no merece la pena perderse.
Ahora, pasado un mes desde su lanzamiento, queremos hacer algo todavía más especial si cabe: los editores de VidaExtra queremos invitarte a nuestras casas de Animal Crossing, a que conozcas nuestros rinconcitos favoritos de nuestra isla y, por supuesto, presentarte a nuestros particulares vecinos.
Un divertido tour por el peculiar el archipiélago de VidaExtra en el que podrás conocer el particular encanto de Zombieland, Nublar, Croqueta, Marmo y Rapa Nui con el propósito de transmitirle las mismas buenas sensaciones que nosotros tenemos cada día.
Zombieland, el paraíso de Álex, está repleto de sitios chulos
Todo hogar que se precie debe tener un cuarto de los horrores, también conocido como la habitación de los trastos. En mi caso es probablemente la zona más chula de toda la casa. Viviría ahí siempre. Más o menos.
Zombieland, mi isla, está repleta de sitios chulos en los que pasar un rato. Te puedes tomar un café en la playa, tocar la batería en una roca e incluso hacer deporte en el centro, pero lo que más mola es tomar el sol ahí, al lado de la piscina, con algo de música relajante de Cannibal Corpse.
Y nada, siempre que puedo inaugurar algo, lo inauguro. Viene todo el mundo, incluso los vecinos que no me caen especialmente bien pero que tampoco quiero echar de la isla, y montamos una pequeña verbena.
Rubén nos vende los infinitos encantos de la isla Nublar, literalmente
Se vende espectacular casa de 190m² de superficie y 1.543 m² de parcela en la que disfrutar de tus ratos de ocio sin salir de casa. La parcela cuenta con huerto propio y granja para poder reabastecerte sin tener contacto exterior. La casa de obra vista a cuatro vientos está rodeada por un muro exterior de 12 metros para favorecer el aislamiento social.
La casa de dos plantas cuenta con cocina totalmente equipada, lavabo con hidromasaje y una sala diáfana estilo loft que garantiza la luminosidad de toda la estancia. El sótano, a reformar, será el espacio de ocio ideal tras cambiar paredes y suelos para tapar algunas manchas de pintura roja.
Nos consta que la casa estuvo rodeada de una comunidad vivaracha y amable gracias a esta fotografía. Lamentablemente sólo contamos con esta imagen de archivo porque no hemos encontrado a nadie presente en la isla. En la administración se han negado a facilitar una más actual.
Croqueta, la isla de Jon, y el cautivador encanto de los detalles pequeños
Soy ese tipo de persona que prefiere tener un futbolín y un juego de mesa antes que una cocina o un baño. Por no mencionar que, para una vez que puedo decorar la casa con locuras, soy tan soso que intento hacerla parecer normal.
Esta es una de las calles de la isla Croqueta, aunque tampoco es que haya muchas, toda sea dicho. Me habéis pillado en un día lluvioso, que no quedan muy bien en las fotos, pero me gustan bastante. Al menos podéis ver que en Croqueta se lleva lo rural, como debe ser.
Y esto es de cuando inauguramos uno de nuestros últimos puentes. Ahí están todos los vecinos: Cirano, Canberrra, Rosi, Ava, Artorito, Matracas, Pichón, Dragonio, Amalio y Monique. También Tom Nook y Canela, pero veo que aparecen en las fotos de mis compañeros. ¿Están dirigiendo otras islas aparte de Croqueta y no me he enterado?
En Marmo, la isla de Sergio, siempre encontrarás diversión
En Marmo me gusta despertarme por las mañana temprano con una buena sonrisa. Poco a poco la isla va cogiendo un mejor aspecto y desde hace unos días he comenzado a reformar mi jardín, con su barbacoa, la piscina por si los vecinos quieren darse un chapuzón y tampoco falta la bici para darme una vuelta por los alrededores del pueblo.
Tras completar unas cuantas tareas, como hay que buscarse un buen entretenimiento, toca ponerse en forma en el gimnasio que tengo instalado en casa. Que nadie se piense que cualquiera puede golpear rocas como si nada y mover árboles sin apenas despeinarse, porque eso requiere una gran fuerza y un severo entrenamiento diario. Lo de comer frutas para ello es tan solo un mito.
Al final cada uno tiene su vida, sus aficiones y su manera de pasar el rato, pero en Marmo tenemos una buena relación, así que cada semana nos reunimos todos en casa de Fauno para celebrar una fiesta con noche de pijamas incluida. Lo que pasa es que tras unas cuantas horas, después de tanta diversión, todos caemos rendidos en la cama para coger fuerzas y continuar al día siguiente con nuestros quehaceres.
Rapa Nui, la isla de Frankie, celebra todas las noches una moraga
En la isla de Rapa Nui hay montones de zonas de interés, pero mi sala de recreo es la más molona. Se trata de un pequeño rinconcito colmado de cosas divertidas que sirve de contrapunto a la sobriedad minimalista del recibidor y el tono relajante del dormitorio y el resto de habitaciones. Pasa, pilla lo que quieras (hay de todo) y siéntete en tu casa.
Si bien el nombre de Rapa Nui es un guiño a la exótica Isla de Pascua, que haya ubicado mi casa muy cerquita de la costa sur es algo que hice de manera casi instintiva: a falta de poder pisar la playa de Málaga estos días, puse un poquito de ella en la isla y, de paso, he montado una sencilla y acogedora moraga. ¡Mojarse los pies no es opcional!
Las últimas en instalarse en nuestra humilde pero muy divertida isla de Rapa Nui han sido las hermanas Pili y Mili y las hemos acogido a lo grande. Quizás Tom Nook sea un liante, pero al final ha conseguido crear una pequeña comunidad tan colorida como alegre. Un pequeño paraíso en el que siempre hay un sitio para uno más.
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