Noticias de Attack of the Friday Monsters! A Tokyo Tale en Vida Extra
Tengo una extraña devoción por los juegos de cartas y, sumado mis horas invertidas en las series de Saban Entertainment durante mi infancia, no era difícil adivinar que 'Attack of the Friday Monsters! A Tokyo Tale' acabaría entre mi colección de juegos de Nintendo 3DS. Al fin y al cabo sus imágenes y vídeos ofrecían lo que quería y detrás estaba Level-5 para dar un último empujón.
Lo realmente impactante es que 'Attack of the Friday Monsters! A Tokyo Tale' me ha acabado gustando pese a ser los dos aspectos que previamente comentaba una mera anécdota dentro de la historia del juego. De hecho es un título que ni siquiera entra cómodamente en el concepto juego.
El cuento interactivo de Attack of the Friday Monsters!
Lo digo al principio porque es algo que, por su concepto, puede inducir a error. 'Attack of the Friday Monsters! A Tokyo Tale' es más una aventura interactiva que un juego al uso, y aquí la gracia no reside en las acciones que podamos realizar durante el transcurso de la historia, muy limitadas, sino en descubrir precisamente cómo se desarrolla esta.
La historia nos traslada al Japón de los 70 para presentarnos a Sohta, un niño que acaba de mudarse a una nueva ciudad y tiene que convivir con los problemas de sus padres y el inicio de un negocio familiar. Nada interesante para un niño que llega a su nueva casa con el nivel de amigos a 0, pero por suerte los monstruos que aparecen cada viernes en el pueblo y se convierten en protagonistas de televisión consiguen que el cambio de vivienda merezca la pena.
A través del personaje conoceremos la historia del pueblo, de sus habitantes y de ese curioso fenómeno en el que se dan cita robots gigantes, kaijus y guardianes espaciales, pero lejos de hacer de ese último punto lo más especial de las tres horas que puede llegar a durar, es en las conversaciones entre personajes y la historia de Sohta y su familia donde reside la magia del juego.
El tema de las cartas se reduce a una especie de piedra, papel, tijera con puntos de ataque demasiado limitado para tener cierto peso en el juego, por lo que su uso dentro de la historia, aunque abierto, sólo se introduce en un par de ocasiones para hacerla avanzar.
El resto del tiempo lo pasaremos viajando de aquí para allá por sus bellísimos escenarios, completando mediante conversaciones algunos tramos de la historia y recogiendo esferas del suelo que nos permitirán conseguir nuevas cartas. Que todas acaben desperdigadas por tierra y debas pasar por encima de ellas para recogerlas tras una breve pero cansina animación, invita a pensar que están ahí con el simple objetivo de arañar minutos al juego. Como servidor es un enfermo completista, la curiosidad por ver qué nuevos monstruos conseguía no me ha impedido escudriñar cada rincón en busca de nuevas esferas.
Para conocer todos los detalles del pueblo deberemos ir cerrando líneas de la historia hablando con los personajes, aunque eso no constituya el objetivo del juego en cada momento (de hecho se marca con quién debes hablar para hacer avanzar la historia principal).
Conclusión
No hay más que rascar, y la historia de 'Attack of the Friday Monsters! A Tokyo Tale' y el miedo a los spoilers me invitan a pasar de puntillas por lo que ofrecen realmente sus líneas de diálogo. Bien por todo pese a ser un cuento interactivo y no ser yo demasiado amigo de experimentos de esta índole.
Los 7,99 euros que cuesta siempre serán más baratos que un viaje al cine, pero que el juego no esté traducido y el nivel de inglés no sea especialmente favorable para los que no dominan la lengua con mucha soltura es un gran impedimento para su posible éxito en nuestro país. Pese a ello, si eres fan de la cultura japonesa y te llama mínimamente la atención lo que acabo de relatar en las líneas anteriores, le daría una oportunidad el día que te apetezca jugar a algo distinto.