Estamos de acuerdo en que Pokémon Let's Go, Pikachu! y Let's Go, Eevee! no empuja el hardware de Switch a sus límites, pero cumple perfectamente con lo prometido: un regreso a los orígenes de la saga con margen para las sorpresas.
Y pese a que hay cambios que le dan su propia identidad, la fidelidad frente a las ediciones Roja, Azul y -sobre todo- Amarilla brilla con luz propia.
Dejando al margen su contexto dentro de la serie y elementos como el sistema de captura, desde el punto de vista técnico se puede considerar un remake de Pokémon Amarillo: la región de Kanto ha sido replicada desde cero. Pero ¿cuánto toma prestado de ésta entrega, y de las más recientes?
El más reciente análisis técnico de Digital Foundry responde a la pregunta haciendo un repaso completo a las características de un juego que no ha necesitado, ni necesita, reinventarse visualmente para triunfar.
De hecho, a diferencia de las entregas más recientes en las que la perspectiva y el uso de la cámara era uno de los elementos más cuidados, regresamos al clásico formato Top- Down con una muy ligera inclinación necesaria para asentar los cambios de nivel y lucir el renovado aspecto del mundo.
Eso sí, pese a que en muchos aspectos se han reimaginado -a nivel decorativo- las áreas a las que no podíamos acceder, cada edificio, entrenador y habitante de Kanto estará en el mismo sitio en el que los dejamos hace dos décadas.
Lo mismo ocurre con los combates, los cuales siguen las mismas reglas que entonces añadiendo nuevos movimientos y la opción de luchar por parejas. Aunque su presentación, lógicamente, va mucho más en consonancia con lo visto en Pokémon Sol y Luna.
A lo que hay que añadir que los modelos de los Pokémon entre la aventura insular de 3DS y el RPG de Switch son prácticamente calcados, lo cual incluye sus pizpiretas animaciones.
Eso sí, con un más que notable salto de calidad, texturas y resolución, perdiendo en el proceso ese toque Cell Shading que se usaba para añadir definición a Pikachu y compañía en las dobles pantallas nintenderas.
En lo técnico veremos unas sombras e iluminaciones con margen de mejora y un aspecto que luce igual de bien tanto en modo portátil como en el Dock con los 30 FPS fijados en todo momento, siendo la única excepción el icónico Bosque Verde del principio de la aventura con bajadas muy puntuales de fotogramas.
Se puede decir que, en lo técnico, Pokémon Let's Go, Pikachu! y Let's Go, Eevee! recupera al detalle la esencia y lo más recordado de las entregas de Game Boy y además toma lo esencial de las entregas más recientes de 3DS.
Una combinación ganadora de cara a una edición muy especial, cuyo propósito es encandilar a veteranos y nuevos jugadores y abrirles la puerta al próximo RPG en Switch de Pokémon. Ese título largamente prometido en el que Game Freak tendrá realmente la posibilidad de impresionarnos.
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