Es inevitable que suceda. Los juegos de FromSoftware nos gustan demasiado y basta con que la desarrolladora liderada por Hidetaka Miyazaki muestre un pantallazo de su nuevo mundo para que nos lancemos como sabuesos. Sin embargo, el recuerdo de Bloodborne es tan grande que es muy difícil superarlo.
Y es que el título de 2015 marcó un antes y un después para el estudio japonés, cosechando un brutal 92 en Metacritic. Estamos hablando de un videojuego exclusivo de PS4 y que no se puede jugar en absolutamente ningún otro sistema. Así pues, una opción muy clara para echarle el guante es hacerlo a través de PlayStation Plus Extra o Premium.
Un paisaje aterrador
Cualquier persona que te hable de Bloodborne te bombardeará con comentarios acerca del increíble diseño artístico del juego y razón no le falta. La arquitectura gótica riega de arriba a abajo absolutamente todas las estructuras de Yharnam, el escenario principal en el que tendremos que batirnos en duelo contra seres salidos del mismísimo averno.
La peculiaridad de la ciudad es que posee una especial relación con la sangre, ya que muchos peregrinos acuden a sus calles para intentar curar sus diferentes enfermedades. Nosotros somos uno de tantos que visita la urbe, pero estamos en plena búsqueda de la Sangre pálida que nace de unas deidades bastante imponentes. Con todo, un tipo de infección ha contagiado a todos en Yharnam, por lo cual se han vuelto tremendamente agresivos contra cualquiera.
En nuestro viaje por Bloodborne visitaremos un lugar único como es el Sueño del Cazador. Se trata de una zona de descanso espectral donde podemos conocer a personajes inusuales como La Muñeca, que nos permite subir de nivel, o Gehrman, un anciano en silla de ruedas cuyo cometido es el de ofrecernos consejo para sobrevivir. Además, él es el encargado de revelarnos que tendremos que destruir a una serie de monstruos si queremos acabar con la pesadilla reinante.
Lucha sin descanso
Mientras que Dark Souls apostaba por un combate en el que se medían las distancias con el rival y se procuraba encontrar la espalda para asestar el mejor golpe, en Bloodborne tenemos otro enfoque. Aquí se premia la agresividad, el no ofrecer un solo respiro al contrincante que tengamos enfrente y asfixiarlo a golpes para derrotarlo. Por suerte, parte de la vida la podemos recuperar si nos abalanzamos sin miedo. Nuestro avatar es tremendamente ágil en todas las direcciones y debemos sacarle todo el partido a esta cualidad.
La salud comenzará a bajar mucho más rápido, pero he aquí la parte mala: nos cansaremos, nos quedaremos sin resistencia y expuestos a un contraataque si no podemos esquivar a tiempo. Así pues, hay que estar continuamente midiendo los tiempos y pensando en mitad del frenesí de la batalla qué es lo mejor que podemos hacer. Si bien la actitud de los enemigos es muy variada, hay muchos que nos contestarán con la misma moneda, resultando golpes furibundos para aniquilarnos.
Otra de las distinciones propias de Bloodborne es que las armas a distancia son el pan de cada día y no una variante de carácter más opcional. En una mano portamos el cuchillo, espada o arma cuerpo a cuerpo correspondiente -que en ocasiones podemos blandir con ambas manos- y en la otra sostenemos un arma de fuego. Una recortada, una pistola... no importa mientras incruste una buena dosis de plomo al que tengamos enfrente y le deje sin respiro. Evidentemente, las balas no son infinitas, así que también hay que pensarse cuándo apretar el gatillo.
Puro arte... a 30FPS
H.P. Lovecraft se alza como una de las influencias más claras en la construcción del juego. Hay aberraciones absolutas que solo pueden inspirarse en el terror cósmico del escritor, pero FromSoftware bebió de muchas otras fuentes. La novela de Drácula es otra clara referencia, pues la arquitectura más clásica de países como República Checa o Rumanía se puede ver en las paredes de los edificios.
Con todo, el mayor hándicap de Bloodborne es su cacareada tasa de fotogramas que no llega al mínimo exigido por la comunidad. Jamás un remaster ha sido tan solicitado en la industria y todo debido a que los 30FPS es el máximo que alcanza el videojuego. En muchas situaciones sufre caídas, por lo que las plegarias por un parche para nueva generación o un port para PC son constantes. Veremos si las súplicas son atendidas algún día, pero por ahora en PlayStation Plus es más que disfrutable
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