Cuando a finales de 2018 se filtró la existencia de Howarts Legacy, lo normal para cualquier Potterhead era perder los papeles: un RPG espectacular asomaba tímidamente tras esa absurdamente prolongada ausencia del mundo mágico de Harry Potter en los videojuegos. Sí, Harry Potter for Kinect y El Libro de los Hechizos merecen ser omitidos. Pero lo ya mostrado en el State of Play corrobora mis mejores deseos: la llave al Castillo de Hogwarts que perdí tras Harry Potter y la Piedra Filosofal en la primera PlayStation vuelve a estar sobre la mesa.
Como juego, Howarts Legacy busca ser el heredero natural de aquel juego, pero lo cierto es que su atractivo no reside únicamente en su manera de aprovechar la licencia de Harry Potter: a diferencia de aquel juego de EA, como RPG de acción tiene lo necesario para postularse como uno de los títulos más potentes de 2020. Aunque, como veremos, no todo juega a su favor: el público al que Warner y Avalanche se dirigen ya no es tan fácil de contentar. Por suerte para todos, especialmente para los fans del Mundo Mágico, lo que se aporta da mucho margen de maniobra.
Hogwarts Legacy vs. Harry Potter y la Piedra Filosofal
Como la gran mayoría de juegos nacidos durante el cambio de milenio, la muy libre adaptación de EA del primer libro de Harry Potter y su consecuente película ha envejecido fatal. Los modelos de los personajes son carne de meme, y lo cierto es que hablar de la jugabilidad sin tirar del cariño y la nostalgia es hacerle un flaco favor. Pero como adaptación era excepcionalmente bueno y además era divertidísimo.
Lo cierto es que hubo varias versiones de Harry Potter y la Piedra Filosofal además de la de PlayStation, pero en todas era posible experimentar aquello que cualquier fan del personaje deseaba encontrar en un videojuego: perderse por Hogwarts y curiosear sin límites, jugar al Quidditch e incluso batirnos con enemigos de pacotilla o más o menos amenazadores con la varita y hechizos simplones pero efectivos. Quizás ninguno estuviese entre los mejores juegos de su respectiva consola, pero sabían acertar a su modo.
Aciertos que se materializan y dicen presente en Hogwarts Legacy, un juego que ya promete ser esa carta para estudiar en Hogwarts que se traspapeló. Solo que hay dos matices a tener en cuenta:
- A diferencia de Harry Potter y la Piedra Filosofal o LEGO Harry Potter, en esta ocasión no se trata de un juego para los más pequeños: es un RPG de acción cuya jugabilidad y aspecto definen a qué tipo de fan y perfil de jugador van dirigidos.
- Y lo más prometedor de todo, Hogwarts Legacy es un lienzo en blanco argumental, con una historia, un contexto y personajes completamente creados para la ocasión y un protagonista muy singular: nosotros mismos.
No seguir la línea argumental de los libros es una brillante manera de invitarnos a curiosear por Hogwarts. Alternando las responsabilidades de ir a clases con actividades extracurriculares, como ocurría en el juego de EA. Perderse y descubrir nuevos lugares y secretos. Hacer pociones o interactuar con nuevos personajes creados para la ocasión. Pero eso no quiere decir que no haya una trama de fondo: En Avalanche han elaborado una nueva amenaza para Hogwarts Legacy que pondrá patas arriba el Mundo Mágico.
Un mal emergente que, por otro lado, requerirá que exploremos una nueva versión del Castillo de Hogwarts que hereda conceptos muy acertados de los juegos de EA: podremos acceder a rincones insólitos si sabemos el conjuro adecuado, e incluso hay mazmorras y enemigos convenientemente repartidos por sus estancias. Quizás no sea lo ideal, teniendo en cuenta que no deja de ser un colegio, pero por otro lado partimos de lo básico: en Hogwarts hasta los libros te pueden morder.
Nueve cosas que me han encantado de Hogwarts Legacy
Buena parte del encanto del Mundo Mágico, nunca mejor dicho, reposa en el propio misterio que lo rodea y la propia fascinación de redescubrir lo ya conocido a través de un nuevo prisma. Lo mostrado en Hogwarts Legacy sabe aprovechar ambos factores en su beneficio y se sabe guardar elementos esenciales de aquí a su lanzamiento, pero hay aspectos ya revelados que no pasan inadvertidos.
El nuevo Castillo de Hogwarts es una pasada
Enorme, detalladísimo y con vida propia. El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería hereda todo lo que nos fascinó en la gran pantalla y ya invita a que el jugador curiosee por los lugares más emblemáticos como el gran comedor o los patios interiores, pero también sabe aportar la sensación de novedad a través de nuevas mazmorras creadas para la ocasión.
Ver cómo el propio castillo evoluciona y se acomoda al jugador a través de sus escaleras con vida propia o cómo sus interiores se expanden, contraen y transforman sin sacrificar la imagen que todos los que nos hemos leído los libros ya es un logro en sí mismo. Y también un tipo de puzle que pide ser resuelto.
La nueva ambientación: el Mundo Mágico del siglo XIX
Hay un elemento que queda patente tanto en el vestuario de los personajes como en la decoración de sus localizaciones: a diferencia de las películas y videojuegos de Harry Potter, Hogwarts Legacy transcurre a finales de 1800. Y pese a que nos quedaremos sin ver el automóvil volador de los Weasley, se trata de un periodo que le queda que ni pintado al universo creado por J. K. Rowling.
La estética del Siglo XIX que ofrece el juego combina muy bien aspectos de fantasía oscura sin renunciar a avances del mundo moderno. A fin de cuentas, los muggles (la gente no mágica) de esa misma época estaban experimentando toda clase de avances tecnológicos. Pero lo cierto es que también hay un elemento añadido: todo lo que hagamos no solapará la historia conocida ni tampoco dependerá de ella.
¿Alternar clases con aventuras? Un Sí rotundo
En Hogwarts Legacy se nos permitirá crear un personaje al gusto, y pese a que no seremos Harry Potter (aunque sospechamos que podemos replicar su apariencia) también seremos un chico muy especial. A diferencia de los otros alumnos, entraremos de manera tardía en el colegio con quince años. Lógicamente, eso implicará que deberemos aprender lo básico sobre la magia en tiempo récord.
La manera de progresar en Hogwarts Legacy está muy bien planteada. Ir a clase o hacer actividades extracurriculares será nuestra manera de progresar y será algo totalmente necesario para regresar de las mazmorras con la varita de una pieza. De hecho, lo que aprendamos en la clase de pociones nos servirá también en los combates.
Por otro lado, y como comentamos antes, que se ambiente en el Siglo XIX implica que conoceremos nuevos profesores. Será interesante ver si el responsable de Defensa contra las Artes Oscuras logra acabar el curso.
El mimo puesto a la hora de reimaginar el mundo mágico
Warner lo ha dejado claro desde su anuncio oficial: J. K. Rowling no está implicada en el proceso creativo de Hogwarts Legacy más allá de lo que ya existía y aportado por su parte en los libros y las películas. Dar libertad de cátedra es un arma de doble filo, desde luego, pero se nota que el proyecto está en manos de verdaderos Potterheads.
Más allá de la referida ambientación de la época y la manera de recrear el propio Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería a través de su arquitectura nos encontramos con toda clase de guiños que dan autenticidad al videojuego. Desde especies que beben de lo mostrado en la saga cinematográfica de Criaturas Fantásticas a un nuevo contexto argumental en el que Elfos y Duendes aportan matices y expanden el universo conocido de manera legítima.
Por supuesto, el detalle que se le está dando a las localizaciones o los interiores también juega a su favor. Y la manera de presentar unas mazmorras creadas para la ocasión o con escenarios que se transforman al toque de la varita y que luzcan y se manifiesten en pantalla de manera tan fiel a lo ya conocido tiene un mérito extra.
Los duelos y el sistema de combate
No nos vamos a engañar. Pese a que ir a clases y aprender nuevos hechizos y recetas está muy bien, como buen RPG de acción al final lo que queremos son duelos espectaculares. Y en este aspecto, en Hogwarts Legacy parecen haber dado con la tecla como ningún otro juego de Harry Potter.
Si bien, la única clase a la que tendremos acceso en este juego de RPG es la de Mago o Bruja (para el caso, son lo mismo) podremos mejorar y personalizar nuestro repertorio de movimientos con toda clase de conjuros y técnicas de duelo de varita. Y no solo eso: además del clásico esquive y movimiento de rodar podremos movernos de manera casi instantánea convirtiéndonos en humo o volvernos invisibles.
Además, en Hogwarts Legacy se nos da la posibilidad de crear, forjar y mejorar equipo mágico. A lo que hay que sumar que no tendremos por qué llevar siempre el uniforme de Hogwarts: hay todo un conjunto de estilos, desde los más tradicionales a los estrafalarios.
Y como en The Witcher y otros RPGs, las pociones tienen su propio peso en la ecuación, de modo que además de restaurar nuestros estados podremos adquirir habilidades especiales. ¿Si mezclamos mal se nos quedará cara gatuna? Bueno, solo hay un modo de averiguarlo.
El sistema de exploración libre
Hogwarts Legacy es un juego de mundo abierto para un solo jugador. Y pese a que no podremos compartir la aventura más allá de los personajes creados para la ocasión, tanto Hogwarts como sus exteriores se prestan a ser explorados, descubiertos y conquistados tramo a tramo.
De partida, los entornos evolucionarán conforme vaya avanzando el curso escolar, de modo que veremos cómo el paso de las estaciones transforma la decoración y los amplios entornos exteriores a través del clima y la naturaleza.
Además, mientras más avancemos como personaje aprendiendo hechizos en clases y aventuras, mejores recursos tendremos para abrir nuevas áreas cerradas. Podremos alinear piedras para crear puentes o abrir zonas imposibles. Y no solo eso: contaremos con una escoba voladora con la que atravesar largas distancias y disfrutar de las vistas.
Además de Hogwarts y sus alrededores, podremos visitar el pequeño pueblo de Hogsmeade, como en los libros, así como nuevas aldeas y campiñas creadas para la ocasión. Algo muy prometedor. Sin embargo, que no esté el enorme Hagrid, el guardián de las llaves y los terrenos cercanos al castillo, también da juego a pensar en cómo la fauna, la flora y las criaturas fantásticas se han establecido en el bosque prohibido al que, por cierto, tendremos acceso.
La sala de los Menesteres
Una de las novedades mostradas en el State of Play más prometedoras es La sala de los Menesteres, una habitación que se adapta a conveniencia en cualquier cosa que necesite quien entra en ella y que en este juego servirá como nuestra base de operaciones y punto en el que realizar nuestros experimentos, gestiones y completar nuestras colecciones.
En Hogwarts Legacy, la sala de los Menesteres es el espacio en el que podremos cultivar plantas, elaborar pociones más allá de las clases e incluso establecer una colección propia de animales mágicos con la ayuda de Deek, un elfo doméstico que nos guiará en el proceso.
Y ojo, que el aspecto y contenido de la sala de los Menesteres es personalizable, de modo que podremos decorarla al gusto para pasar más tiempo del necesario en ella.
¡Avada Kedavra!
Un detalle sutil pero interesante y del que queremos saber más: nuestro personaje podrá ejecutar hechizos prohibidos, incluyendo la maldición asesina Avada Kedavra, la cual implica acabar con la vida del destinatario. Lógicamente, esta clase de prácticas implica que nos habremos distanciado bastante del camino ético, ya que no solo se trata de magia negra, sino también una de las tres Maldiciones Imperdonables.
El uso de este conjuro que provoca la muerte instantánea implica que nuestro personaje podrá elegir diferentes caminos en su trama o, al menos, derivar sus enseñanzas y logros en el propio juego para convertirse en un mago tenebroso.
Con todo, también estamos deseando ver cómo y que efectos tienen otros conjuros especialmente poderosos y no tan siniestros, como el encantamiento Patronus o algunos tan simplones como el Maleficio de los mocos.
Ojo, un juego sin micropagos
Hay un último detalle de Hogwarts Legacy que no se mostró en el propio juego y que merece un trato especial: no tendrá compras integradas ni microtransacciones. Algo que, por cierto, cada vez es más difícil de ver en los juegos de gran calibre y que, dada la naturaleza de personalización que se favorece en el juego y el gran protagonismo a la hora de crear elementos en el juego, es muy de agradecer.
Esto no quiere decir que no vayamos a ver en un futuro nuevos contenidos que expandan la aventura principal o añadan una nueva historia. Incluso es hasta posible que estas lleguen sin coste adicional al juego. Sin embargo, se trata de un movimiento muy a tener en cuenta y que nos recuerda un poquito más a ese Harry Potter y la Piedra Filosofal en el que lo único que necesitabas era el juego para pasarlo bien.
¿El videojuego definitivo del Mundo Mágico?
Warner Games tiene alineado un 2022 espectacular en el que sus grandes licencias darán el salto a los videojuegos, pero hay que reconocer que el broche que pondrá Hogwarts Legacy a un año bien colmado de bombazos será espectacular, empezando por el propio Elden Ring.
Como comentamos, lo ya mostrado en Hogwarts Legacy recupera y actualiza las ideas de aquel Harry Potter de hace veinte años que nos fascinó en consolas y PCs y le aporta nuevos y mejores matices heredados de lo que podemos esperar de los juegos actuales. Elementos como la exploración de los mundos abiertos, un sistema de combate tan llamativo como espectacular y unos acabados propios de lo que uno puede esperar de la nueva generación de consolas. Lo cual no impedirá que se juegue también en Switch.
Por otro lado, hay que reconocer que también es el mayor proyecto relacionado con el Mundo Mágico en demasiado tiempo. Portkey Games, el sello especializado en la obra de J. K. Rowling, se ha centrado fundamentalmente en experiencias para móviles y lo cierto es que no todas han llegado a cuajar como deberían. El universo de Harry Potter es una licencia demasiado grande e interesante como para no aprovecharse con un gran título a la altura de su legado.
Y pese a que Harry Potter, Hermione Granger o Ron Weasley no estarán en en el juego, tampoco tendremos demasiado tiempo para echarlos de menos: una rebelión de duendes se está llevando a cabo, un destello de una magia oculta pondrá en jaque al mundo mágico y un mago oscuro tiene planes para alinear ambos problemas en uno todavía mayor. Sin embargo, en esta ocasión el epicentro de todos esos acontecimientos no será el revoltoso trío de Gryffindor, sino nosotros. Y sí, se nos podrá asignar cualquiera de las cuatro casas de Hogwarts.
Hogwarts Legacy ya tiene planteado todo lo necesario para ser el videojuego definitivo ambientado en el mundo mágico. Ahora solo queda alinearlo y hacerlo fascinante y entretenido. Algo que no se hará por arte de magia, sino con buenas ideas y elementos que promuevan la aventura y la diversión. Visto lo visto, la devoción total al material original ya la tiene.
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