El DualSense es mucho más que el ariete de nueva generación de PS5, es una valiente ruptura con cuatro generaciones de Dual Shock y, por extensión, con una de las imágenes de marca más potentes de la historia PlayStation: el diseño aquel primer mando de Sony con dos champiñones simétricos evolucionó de manera muy, muy comedida en las tres siguientes consolas, perdiendo el cable y ganando nuevas funciones por el camino a su propio ritmo hasta el año 2020.
¿Por qué no se dio ese paso antes? La realidad es que Sony lo intentó de cara al lanzamiento de PS3. Bueno, más o menos. Siendo mucho más específicos, sorprendió al mundo y los fans de PlayStation con un mando con forma de plátano y de acabados cromados. Visto con perspectiva, aquello es algo especialmente absurdo.
Partiendo del hecho que el mismísimo Sir Bedevere (interpretado en la gran pantalla por Terry Jones) afirmaba rotundamente que la Tierra tenía forma de plátano, que un mando de consola tome esa forma tampoco suena tan extraño. Otra cosa, claro, es la ergonomía. ¿Una genialidad o patinazo con recogida de cable a tiempo por parte de Sony? Como veremos, las dos cosas a la vez.
Pongámonos en situación: es el mes de mayo de 2005 y Microsoft no solo le estaba dado el relevo generacional a la Xbox original con apenas tres años desde su salida, sino que había presentado formalmente la Xbox 360. ¡Menuda máquina! Ante eso, y pese a que solo habían pasado cinco años desde el lanzamiento de la PS2 (la cual venderá 155 millones de consolas) Sony tenía muy claro que no podía quedarse atrás y debía mover ficha de cara al siguiente E3.
El mando con forma de plátano: el mayor juego de espejos de Sony PlayStation
Llegados a este punto no está de más recordar que el E3 (la Electronic Entertainment Expo) es y siempre ha sido una feria de videojuegos. Técnicamente es una exposición y no es una competición, pero al final exhibidores e interesados siempre han tendido a elogiar a aquellos promotores más atrevidos o innovadores. Así, imponerse en el E3, el máximo epicentro de las novedades en torno a los videojuegos, era absolutamente esencial para Sony.
Pasar desapercibido no era una opción. Llegar con las manos vacías frente a Xbox tampoco.
Precisamente por ello, cuando se mostró por primera vez la PS3, la carcasa de la propia consola fue lo menos llamativo de aquella máquina: el DualShock 2 había sido sustituido por un mando minimalista. Se le quiso buscar la analogía apoyándose en la curvatura de un bumerang, aunque por cuestiones de forma, tamaño y volumen el resultado lucía mucho más como un plátano.
Y no uno cualquiera: ese misterioso plátano y llamativo tenía un acabado cromado y parecía que le habían superpuesto puesto los botones de PlayStation.
Aquel mando tendría un nombre o, al menos, un número de serie al que referirse. Y no solo eso: era totalmente funcional. Y sin embargo, y esto es lo más divertido de todo, la consola que había a su lado, cuyas formas y silueta eran clavadas a la versión final de PS3, no lo era. Quizás pasase algo al conectarla a una televisión, o incluso reproducir los Blu-Rays o tal vez ni eso. Pero definitivamente aquella máquina o lo que hubiese bajo la carcasa no podía ejecutar los juegos.
A fin de cuentas, el objetivo principal de cara al E3 era enseñar a la sucesora de la exitosa PS2 al mundo entero. Algo trascendental, ya que tanto Microsoft como Nintendo estaban moviendo ficha y, pese al abrumador éxito de PlayStation, el éxito del relevo generacional estaba en juego.
Con todo, y siendo realmente justos a la hora de ponernos en situación, lo cierto es que la mayor obsesión de los impacientes por la siguiente consola de Sony no será aquel mando cromado, sino una demo técnica del hardware. Una simple y llana demostración de poderío que imaginaba cómo se vería Final Fantasy VII con el Software de vanguardia de PlayStation y que, por cierto, será anunciada una década más tarde.
Eso no quiere decir que Sony fuese al E3 de 2005 con las manos vacías. Más bien todo lo contrario: sacó la artillería pesada con una PS2 que se vendía como pan caliente y su sensacional PSP (PlayStation Portable) estaba a la vanguardia en lo que se refería a consolas portátiles y saciaba holgadamente las pretensiones de desarrolladores y jugadores. De hecho, actualmente solo se puede jugar a Metal Gear Solid 4 en la última consola de Sony diseñada por el legendario Ken Kutaragi.
Pero en lo referente a PS3, bueno, en aquella ocasión se mostraron secuencias cinemáticas y versiones ejecutadas directamente desde los kits de desarrollo.
Sony sí llevará la sobremesa de PlayStation de tercera generación al E3 de 2006 junto con varios cambios que no pasaron desapercibidos para los fans: de dos puertos HDMI -se estaba dando el salto al HD- se pasó a uno. ¿Aquellos tres puertos Ethernet? Con uno basta. Y bueno, de los seis puertos de USB se mantuvieron cuatro. Los motivos no tenían ningún misterio y estaban en lo cierto: había que recortar costes de fabricación porque PS3 será carísima de lanzamiento.
Y entonces, ¿qué pasó con aquel mando con forma de plátano?
Pero volvemos a la pregunta original: ¿lo del mando con forma de platano iba en serio? Bueno, más o menos. En declaraciones a IGN de Patrick Seybold, director de comunicaciones corporativas y redes sociales de Sony América, se estableció que se hicieron pruebas y que realmente los jugadores estaban más cómodos con el DualShock. Así que se recogió cable.
El mando original de PlayStation 3 que se presentó en el E3 de 2005 era una maqueta de diseño que quisimo preparar para la primera presentación del producto. Obviamente, se encontró con una reacción muy notable, con algunos a favor y otros en contra del diseño.
Después del E3, mientras realizábamos una variedad de pruebas de grupos focales en todo el mundo, nos quedó claro que los consumidores y fans de PlayStation querían experimentar sus juegos de PS3 con la familiaridad y la sensación ganadora del diseño Dual Shock, e hicimos ese cambio.
Sin embargo, las declaraciones de Phil Harrison a Gamesindustry van en la dirección opuesta a las de Seybold.
[Aquel mando] fue diseñado muy claramente como un concepto de diseño, y nunca se tuvo la intención de ser el mando final de PS3, a pesar de lo que todos dijeron al respecto
Puede que de la presentación de PS3 al final se mantuviese únicamente intacto el nombre de la consola, pero Sony ya se había curado en salud: en cada una de las imágenes oficiales se dejaba bien claro que tanto aquellos diseños como las especificaciones de lo mostrado podían cambiar sin tener que dar explicaciones.
Lógicamente, quitarle dos puertos HDMI a la máquina resulta mucho más discreto que desentenderse de aquel mando con forma de plátano cromado.
Otra cosa muy diferente es que realmente alguien echase de menos aquel diseño o se quejase de que se recuperase el diseño del DualShock 2. O más bien, un mando llamado Sixaxis que estaba muy, muy inspirado en el de la segunda PlayStation, aunque con montones de ajustes internos y una tecnología de control por movimientos que, sin igualar la de la Wii, le dejaba esa puerta medio abierta a los desarrolladores.
Lo más curioso de todo es que, incluso en esas, la idea de jugar a la PlayStation con un plátano es algo que todavía no ha descartado Sony.
¿Un mando de PlayStation con forma de flor? A Sony le quedan algunas ideas muy originales
Como comentamos al principio, el DualSense es mucho más que la evolución del DualShock 4: es una evolución arriesgado con respecto al mando que durante cuatro generaciones ha formado parte de la marca PlayStation. Y no podemos decir que el cambio haya sido para mal, sino todo lo contrario: revalida la disposición de sticks simétricos de manera imponente y, ya puestos, se atreve a llevar la experiencia de la pantalla directamente a nuestras manos.
Pero claro, pese a sus nuevas curvas y esos acabados tan alineados con los de la propia PS5, al final no deja de ser una evolución continuista de todos los hitos y lecciones aprendidas del DualShock 4 (como ocurre con el mando de Xbox) con el extra de que ya no hay un led entre los gatillos. Y bueno, tres años después, el DualSense Edge no le da el relevo pero añade nuevas capas a sus hitos.
Lo cual no está reñido con la aparición de nuevas patentes por parte de Sony. Algunas con forma de flor y otras para poder jugar con cualquier plátano que tengamos en casa. Literalmente.
En lo que respecta al primer ejemplo tenemos el Proyecto Leonardo, una iniciativa que busca ampliar la accesibilidad a los videojuegos introduciendo la mayor cantidad de variantes y alternativa al concepto tradicional de mando. Un mando cuyo diseño es absolutamente funcional.
Pero claro, no podemos olvidar que en febrero 2021 salió a la luz una solicitud de patente para que los usuarios "pudieran usar un dispositivo económico, simple y no electrónico como periférico de videojuego". El ejemplo puesto en el documento: el único fruto del amor.
A día de hoy todos todos tenemos muy interiorizadas la forma de los mandos de PlayStation. Con sus sticks, sus gatillos, su cruceta direccional formada por cuatro botones y esos iconos reconocibles a nivel mundial. Pero claro, tarde o temprano tocará asistir a la presentación de PS6. Quizás para entonces la mayor revolución no sean ni los gráficos ultrarrealistas ni el sonido envolvente, sino esa promesa hecha y que se quedó en el aire: jugar a Final Fantasy con un mando con forma de platano.
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