Ha sido uno de los proyectos más interesantes de los últimos años, no solo en la industria internacional, sino en la española. Smach Z, el PC portátil de Smach Team, ha perdido la inversión privada que lo sostenía poniendo en entredicho su futuro.
A través de una publicación en el foro oficial de la compañía, y publicado posteriormente en Reddit, el fundador Daniel Fernández ha expresado lo siguiente:
"Hoy tenemos una dura noticia para compartir con vosotros, y creemos que es mejor que todo sean lo más claros posible desde el primer párrafo: hemos perdido la inversión privada que sostenía este proyecto y, como consecuencia, pronto podríamos entrar en bancarrota"
El responsable reconoce que "el proyecto era mucho más ambicioso que el presupuesto que estábamos administrando". Si bien contaron con ayudas públicas del Estado y especialmente, a los fondos recolectados en Kickstarter (llegó a ser el proyecto con mayor recaudación de la historia de España), Indiegogo y otras fuentes privadas, varios factores han terminado por frustrar el desarrollo.
Causas de la caída
Entre los problemas que señalan la práctica imposibilidad de que Smach Z llegue a los compradores se encuentra:
- Pandemia mundial del coronavirus: es evidente que ninguna empresa ha salido beneficiada de esta situación y el equipo señala este punto de conflicto. Se vieron obligados a cambiar de "socio de producción de China a España, reestableciendo elementos clave". Como muchas otras empresas en España, un ERTE fue impuesto, reduciendo la plantilla y durando año y medio. Apenas han quedado entre 3 y 5 trabajadores.
- Fallos en la producción: seguramente el problema más crítico. Una de las pruebas de emisiones no superó el proceso de certificación y el fabricante no se responsabilizó por ello. Por otro lado, las primeras 200 unidades producidas tuvieron fallos relacionados con las baterías. Sin poder determinar ni solucionar el error, fue necesario el análisis de un equipo externo.
- Falta de apoyo económico: según el equipo, "las continuas demoras de un proyecto que aún no había generado ingresos claros, junto con el panorama pandémico, hicieron que los inversionistas decidieran que no querían seguir apoyando el proyecto". Un palo en la rueda prácticamente insalvable.
¿Qué sucederá ahora con las Smach Z en las que se invirtió?
La sinceridad por delante desde la desarrolladora. Creen que "las posibilidades son bajas" a la hora de asegurar que nunca lleguen a las manos de los usuarios. Indican que todavía tienen "unos meses para buscar nuevos inversores hasta declararnos en quiebra".
En el caso de producirse esa bancarrota y el cierre total, realizarán una venta de todos sus activos restantes y ese dinero se destinará a los reembolsos. En primer lugar, irían los clientes directos de la página web, aunque no pueden prometer que todos los reembolsos se produzcan.
Un sueño que parecía imposible
Presentado en 2015, Smach Z recuerda poderosamente a Nintendo Switch, un año antes del lanzamiento de la consola de Nintendo. La idea de la compañía era la de trasladar la experiencia de un PC a sistemas portátiles, en la palma de tu mano.
Tras un primer intento fallido de financiación, en 2016 alcanzaron el éxito con casi 475.000 euros recibidos por la audiencia. Afincados en Mallorca, la fecha de lanzamiento se fijó para abril de 2017. Sin embargo, esto nunca se cumplió.
El proyecto comenzó con mal pie, ya que "fuimos estafados por ImasD", una empresa tecnológica de Valencia que les "obligó a replantear todo desde cero". Los proveedores externos han supuesto un dolor de cabeza constante, con "retrasos y sobrecostes". Por supuesto, con la acumulación de retrasos, el precio y las especificaciones variaron con el tiempo.
Partiendo de un modelo con AMD Merlin Falcon RX-421BD (12-15w) SoC a 2,1 GHz, Radeon R7 a 800 MHz, RAM de 4GB y memoria de 64GB para versión estandar y un precio de 299 euros, el salto fue a más.
AMD Radeon Vega 8 Graphics y Ryzen Embedded V1000 Core processor 3.6 GHZ. 2.6 TFLOPS, 8GB de RAM y 128 GB de almacenamiento hasta los 899 euros para la edición normal. La versión Pro llega hasta los 1.099 euros.
"La alta dependencia de proveedores externos, debido a nuestra falta de experiencia en el sector industrial, junto con los recursos muy limitados que teníamos y un gran componente de mala suerte en momentos clave, definitivamente han llevado al proyecto a esta situación"
Sin imágenes o vídeos nuevos desde 2019 y sin información para los inversores desde hacía dos meses, Smach Z parece cerrar un capítulo intenso en su trayectoria. Desde Smach Team vuelven a relatar que "no hay nada raro o deshonesto, solo un proyecto que ha fallado, lo sentimos mucho pero esperamos que a lo largo del camino, hayamos logrado compartir algo de nuestra pasión y alegría con todos vosotros".
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