Cada vez que una zona nueva vuelve a abrirse ante mí no puedo evitar acordarme de él y de su análisis. Elden Ring crece sin freno, una vez tras otras, para ofrecerte otro nuevo escenario aún más grande, más espectacular y más plagado de recovecos y peligros de los que creías posibles.
Por haberlo vivido en no pocas ocasiones, sé lo que se siente al creer que ya casi estás ante el final de un juego y que esa novedad, que en realidad ilusionaría a cualquier jugador, caiga sobre ti como un yunque de dibujo animado.
Elden Ring en modo pesadilla
Juan, el compañero de VidaExtra que se encargó de analizar Elden Ring, lleva convertido en héroe desde que conseguí superar el primer jefe después de horas explorando y buscando secretos mientras conseguía el nivel necesario para afrontarlo sin miedo y sin demasiados esfuerzos.
Y como él, todos los compañeros de profesión que tuvieron que lidiar con el juego del año a contrarreloj, sin guías, sin ayudas de otros jugadores y sin poder degustarlo como el resto estamos haciendo ahora. Son los héroes que se pasaron Elden Ring en modo pesadilla.
Me parecía importante cederle un hueco a esa gesta para remarcar que nuestro trabajo es una maravilla y un privilegio -y está lejos de cargar sacos de sol a sol-, pero también tiene momentos muy complicados que merecen su reconocimiento.
Para poder dar voz a esa otra realidad -que a menudo se desconoce hasta que entras en este sector- he tenido el honor de poder hablar sobre ello con Alejandro Pascual (@alexpasc) de 3DJuegos, con Francisco J. Brenlla (@FranJBrenlla) de Meristation, con José Ángel Mateo (@razablan) de Millenium, con Paula García (@cecilos) de Eurogamer y, por supuesto, también con el propio Juan Sanmartín (@Juansf8) de VidaExtra.
La historia detrás de los análisis de Elden Ring
Por aquello de poner las cartas sobre la mesa, me parece justo empezar diciendo que el caso de Elden Ring está lejos de ser el habitual. El tiempo entre que llega un juego a las redacciones y la fecha de embargo -que te obliga a no publicar nada antes de ese día, pero no a tener que publicar obligatoriamente en ese momento- puede ser de un mes, de una semana o incluso llegar horas antes de que se cumpla el límite del embargo o que el juego salga a la venta.
Hay empresas que tienen por norma facilitar más esa labor, y hay otras que o la obvian o hacen lo que pueden para navegar entre una orilla y la opuesta. Sin embargo también es de recibo reconocer que, con la complejidad a nivel de dificultad y extensión de Elden Ring tenemos que lidiar pocas veces.
Puntos de vista sobre esas maratones hay para todos los gustos y, de hecho, yo estoy entre los que -probablemente de forma masoquista- las disfruto con una ilusión especial.
Conozco de buena tinta lo duras que pueden llegar a ser y cómo los ojos te pueden dar más de un susto tras un buen puñado de horas invertidas, pero precisamente por eso tenía mucha curiosidad por saber a qué se habían enfrentado ellos.
Me parecía importante ponerlo de manifiesto para que la próxima vez que alguien se plantee la complejidad de su trabajo lo haga a sabiendas de lo que supone esa otra realidad que no se ve.
Para ello me acerqué a ellos con unas preguntas muy simples con la intención de acercar esos dos mundos. El del analista y el del jugador que, tras sesiones maratonianas de juego, investigación y redacción, lee su análisis. Estas son sus respuestas.
Alejandro Pascual, 3DJuegos
¿Cuántas horas invertiste en el análisis de Elden Ring? ¿Bajo qué horario jugaste?
Técnicamente, el juego me ha durado 100 horas bajo el contador de FromSoftware. A todo ello habría que sumarle, en mi caso, la documentación, los dos textos y el vídeo publicados en la web. Y me resulta difícil calcular el tiempo que he podido pasar intercambiando también teorías y secretos con los compañeros de otros medios.
No tengo horario fijo en 3DJuegos ni lo busco. Entiendo que, para mucha gente, tener una hora de entrada y de salida ayuda a lidiar con su vida personal.
No es mi caso, pero sí admito que durante este análisis he invertido más de lo que estipula mi jornada laboral, incluidos fines de semana. También lo he hecho porque en 3DJuegos todo ello se compensa con días libres después.
¿Crees que de no tener ataduras de tu vida adulta (trabajo, familia, etc.) habrías invertido una intensidad de juego similar?
En el supuesto caso de que no tuviera responsabilidades personales, familiares y laborales, habría jugado mucho también, aunque probablemente menos horas al día. Estoy viendo a muchos jugadores que llevan ya 60 o 70 horas; es lo que tienen estas producciones, son capaces de absorberte.
Creo que, en el fondo, Elden Ring está hecho para que nos dure más tiempo y no apresurarlo tanto, pero entiendo que su hechizo atrape para jugar tanto tiempo seguido y que no puedas parar. Yo creo que ahora soy más paciente que antes y si no me dedicara a la comunicación, iría más despacio. Cosas de la edad, supongo.
¿Crees que al analizar un juego como este se difumina la parte de juego como ocio respecto a la de juego como trabajo?
Entiendo que este juego haya abierto el debate, pero es muy, muy viejo para los que nos dedicamos a esto. He estado en empresas que nunca han entendido a “ese chico que está jugando en la oficina”.
En lo personal, a los familiares, aunque lo saben, a veces les cuesta comprender que no estás solo jugando en el sillón, sino que estás trabajando y requiere un grado de concentración tanto en jugar, como en el ejercicio crítico que se realiza en paralelo y las capturas que estás haciendo a la par. Es normal que les pase esto, a mí también me pasaría.
Sobre respetar las horas de juego, tengo mucha suerte de estar en una revista como 3DJuegos que entiende toda la sesión de jugar a un título como trabajo. Sé que hay lugares donde no siempre es así y se “confía” en el tiempo libre y la pasión del redactor.
¿Te alegra poder invertir ese tiempo en el análisis al escudarlo como parte de tu trabajo?
Como digo, en mi caso todas las horas extra que he podido hacer, son recompensadas, así que no tengo problema. Siempre alegra que parte del tiempo que dedicas a tu ocio lo absorba tu trabajo, claro; esto te permite dedicar tu tiempo libre a más actividades o a tu familia. Y para qué nos vamos a engañar, es muy divertido.
Sin embargo, analizar no es solo jugar. Ni siquiera hablo de la documentación, escribir el análisis, locutar y editar la pieza de vídeo, que ya supone un esfuerzo considerable. Es, durante esos días, pensar mucho tu crítica.
El juego te acompaña como un fantasma mientras te lavas los dientes, mientras friegas los platos y mientras vas al parque a jugar con tu hijo. No es algo que ocurra siempre que juegas de forma relajada. Pero en mi trabajo es importante que así sea. Hay mucha gente que ha puesto parte de su vida en esa obra y tienes que reflexionar sobre ella todo lo que puedas.
Francisco J. Brenlla, Meristation
¿Cuántas horas invertiste en el análisis de Elden Ring? ¿Bajo qué horario jugaste?
Cuando lo publicamos llevaba 80 horas. De hecho, retrasamos el análisis un día para poder explorar algo más, ya que si bien 50-60 horas habrían sido más que suficientes para alcanzar los créditos, algunas de las zonas secretas y los jefes opcionales eran demasiado importantes como para dejarlos de lado en un juego de esta envergadura.
Por lo general de madrugada. De día atendía a otras obligaciones y a ratos descansaba. Luego, después de cenar, solía empezar sesiones maratonianas hasta casi el amanecer.
Obviamente no habría sido un proceso sostenible a la larga, pero tratándose de una cuenta atrás tan ajustada, tuve que sacar horas de donde pude.
¿Crees que de no tener ataduras de tu vida adulta (trabajo, familia, etc.) habrías invertido una intensidad de juego similar?
Definitivamente lo habría dosificado de otra manera. Ya no es una simple cuestión de tener que atender a otras cosas, es que llega un momento en el que no disfrutas el juego aunque sea tan bueno como Elden Ring.
Las horas se funden y no registras igual. Los descubrimientos no tienen tiempo a dejar poso porque vienen seguidos por otros veinte antes de que los digieras. Y dormir menos horas de lo normal lo acentúa.
¿Crees que al analizar un juego como este se difumina la parte de juego como ocio respecto a la de juego como trabajo?
Sí, y de hecho a veces me llegué a arrepentir de pedirlo para análisis. Como dije antes, llega un momento en el que ya no estás pensando tanto en lo que tienes en pantalla como en los días que faltan para publicar el texto.
En un juego exigente como Elden Ring, además, la dificultad también es un factor importante. Al jugarlo por placer, si un jefe principal se te resiste, no pasa nada. Ya lo derrotarás otro día. Pero si tienes que sacar un análisis en menos de 48 horas, no queda otra que seguir insistiendo.
¿Te alegra poder invertir ese tiempo en el análisis al escudarlo como parte de tu trabajo?
Tiene sus pros y sus contras. Así como es cierto que a veces me arrepentí, que habría preferido saborearlo a un ritmo más relajado, otras agradecía la oportunidad de poder jugar antes de tiempo y analizar algo de esta talla.
Son oportunidades contadas de las que te acuerdas con cariño pasados los años, desde que la presión queda muy atrás.
Planifiqué toda la semana a su alrededor, avisando en casa de que iba a hacer horarios disparatados, y la experiencia global fue positiva a pesar de la quemazón final.
Por suerte, lo normal es tener más tiempo del que dieron aquí, aunque si analizas títulos de perfil medio-alto, tarde o temprano terminas viéndote en alguna de estas. Y siempre te fastidia algo la partida, aunque el juego como tal sea una maravilla.
José Ángel Mateo, Millenium
¿Cuántas horas invertiste en el análisis de Elden Ring? ¿Bajo qué horario jugaste?
Cuando lancé el análisis creo que estaba por las 72 horas jugadas.
Normalmente de 9 a 11 me dedicaba a cosas de la web, al ser director tengo muchos correos y cosas que hacer, y el resto del día me ponía a jugar, incluyendo el fin de semana. Gracias a mis compañeros que le dieron caña a actualidad pude hacer esto.
¿Crees que de no tener ataduras de tu vida adulta (trabajo, familia, etc.) habrías invertido una intensidad de juego similar?
Seguramente en Elden Ring sí, pero pocas veces le he dado tan fuerte a un juego. Me recordó a mi verano en segundo de carrera cuando me puse a jugar a World of Warcraft. Tengo la suerte de que a mí pareja también le gusta ver jugar a los souls, así que pudimos pasar bastante tiempo en pareja durante este análisis.
¿Crees que al analizar un juego como este se difumina la parte de juego como ocio respecto a la de juego como trabajo?
Indudablemente, pero creo que hay que pensar en esto como cuando tenemos maratones en viajes o en eventos como el E3. No es lo mejor, pero creo que tampoco es algo que podamos cambiar directamente desde los medios.
Claro que tenemos que plantarnos con cosas como los embargos de viernes a lunes, pero al final es tema de las desarrolladoras y de que quieran que la cobertura de su juego sea la mejor posible.
¿Te alegra poder invertir ese tiempo en el análisis al escudarlo como parte de tu trabajo?
No creo que sea esa la sensación. Con Elden Ring creo que hemos vivido un "evento" Y que además está el tema de que el juego ha salido genial, pero la sensación en mi caso ha sido más bien la de "salirme de la rutina" aunque haya sido duro. Pero teniendo claro que unos días más habrían sido lo óptimo.
Paula García, Eurogamer
¿Cuántas horas invertiste en el análisis de Elden Ring? ¿Bajo qué horario jugaste?
Alrededor de 80 horas. Básicamente, de 9 de la mañana hasta un descanso para comer y lo que me diese el día. No es una forma bonita de trabajar, pero es un poco lo que hubo.
¿Crees que de no tener ataduras de tu vida adulta (trabajo, familia, etc.) habrías invertido una intensidad de juego similar?
Básicamente pude invertir este tiempo porque mi pareja se hizo cargo de gran parte de las tareas del hogar, y no lo podría haber hecho de otra manera. De no haber sido importante para mi trabajo, hubiese jugado de una manera notablemente más ligera y no le hubiese impuesto esa carga, claro.
¿Crees que al analizar un juego como este se difumina la parte de juego como ocio respecto a la de juego como trabajo?
Sé que no todo el mundo está súper de acuerdo con esto, pero se juega muy diferente cuando se juega para crítica y cuando se juega por placer. Evidentemente hay momentos en los que juegas por trabajo, y disfrutas, y otros en los que juegas por ocio, y estas fijándote en aspectos más relacionados con la crítica.
Tampoco voy a mentir: poder dedicarme al 100% al juego me hizo meterme muy dentro de él y sentir ciertas cosas con mucha intensidad. También, si no sabes atajarlo activamente, te hace cogerle manía a determinados aspectos del juego.
En cualquier caso creo que a pesar de que el caso de Elden Ring ha sido bastante especial por la envergadura, la dificultad y el poco tiempo para terminarlo, pero creo que poca gente es consciente de la presión que supone tener que jugar a un juego en un plazo fijo, cuando todavía no existe ningún tipo de guía, sin comunicación con otros jugadores y con la necesidad de acabarlo sí o sí.
Creo que, al final, es eso lo que acaba por hacer que en ocasiones jugar por trabajo no sea tan satisfactorio.
¿Te alegra poder invertir ese tiempo en el análisis al escudarlo como parte de tu trabajo?
Para mí las jornadas laborales que puedo destinar a jugar por completo son siempre las más satisfactorias, independientemente de lo que me esté gustando el juego o no. Pero es cierto que hay que hacer varias puntualizaciones.
El primero es que yo tengo espacio dentro de mis horas de trabajo diarias para jugar, y un sueldo fijo que contempla las horas de juego como parte de mi horario. Quienes cobren por pieza o trabajen para un medio que no considere las horas de análisis como horas laborales seguramente tengan una perspectiva distinta.
La segunda es que muy, muy rara vez (y aquí creo que hablo por todos los críticos de España) puedo dedicar un día entero a jugar. La labor de análisis se compagina con escritura de textos, noticias, elaboración de vídeos, contenido en directo... Así que en muchas ocasiones, sí, jugar durante el trabajo es algo que percibo como un privilegio. Otras veces es una fuente de ansiedad, y rarísima vez es todo en lo que consiste mi jornada laboral.
Juan Sanmartín, VidaExtra
¿Cuántas horas invertiste en el análisis de Elden Ring? ¿Bajo qué horario jugaste?
45-50 horas. Eso es lo que me llevó llegar hasta los combates finales.
De sol a sol durante el fin de semana. Me levantaba y me ponía directamente delante de la pantalla. Los únicos descansos eran para comer y dormir.
Eso el fin de semana previo, los días de trabajo no me quedaba otra más que combinar ratos pequeños entre la publicación de mis noticias diarias y todo lo que me daba de tiempo una vez doy por terminada mi jornada.
¿Crees que de no tener ataduras de tu vida adulta (trabajo, familia, etc.) habrías invertido una intensidad de juego similar?
El trabajo es lo que me ha hecho jugarlo de esta manera. Cancelé planes con amigos y familia para quedarme todo el día en casa jugando.
Hubiese jugado con una intensidad mayor que a prácticamente cualquier juego, pero las sesiones maratonianas de adolescente son excepciones en mi vida como jugador.
Tuve que volver a ese ritmo durante unos días y habrían sido igual de intensos todos los días de no ser porque debo atender la actualidad de VidaExtra a diario.
¿Crees que al analizar un juego como este se difumina la parte de juego como ocio respecto a la de juego como trabajo?
Sí, he jugado de una forma que tengo claro que no hubiese hecho si no hubiese tenido que hacer el análisis. He tenido que pasar de muchas zonas y avanzar más rápido de lo que haría.
Hubo un punto de agobio presente que se acrecentó cuanto más cerca estábamos del 25 de febrero y todavía no veía saltar los créditos finales. No soy un novato en los Souls, pero estoy lo suficientemente curtido en el género como para saber que sin guía o poder invocar a otros jugadores, todo se puede poner muy cuesta arriba.
Todos los analistas jugamos con ese hándicap antes del lanzamiento e imaginarme atascado en alguna zona me preocupaba, aunque por suerte no sucedió. Los amigos sí que comprenden que se cancelen planes porque tengas que viciar sin compasión, pero a la familia le cuesta mucho más. No porque sean videojuegos, sino porque ellos sí que delimitan claramente cuándo termina la jornada laboral.
¿Te alegra poder invertir ese tiempo en el análisis al escudarlo como parte de tu trabajo?
Me satisface esa sensación de "privilegio" al poder jugarlo antes que el resto del mundo, pero para un juego de estas características y con el tiempo de análisis que nos dieron, no tanto. Es la primera vez que me enfrento a un megatón de la industria y con poco tiempo.
Sí que se me ha quedado un sabor más amargo al saber que he tenido que jugar de una forma que no es la habitual en mí, pero todavía pesa más lo mucho que he disfrutado y lo bien hecho que está el juego.
Muchas gracias a todos ellos por sus esfuerzos con sus respectivos análisis y por cedernos un hueco para hablar sobre ello. Esperamos que haya servido para ilustrar un poco mejor cuál es la realidad detrás de estos momentos clave de la industria del videojuego.
Guías de Elden Ring en VidaExtra
- Elden Ring: trucos, secretos y los mejores consejos
- Sobrevive a Elden Ring: 23 trucos, secretos y consejos que me habría gustado saber antes de empezar a jugar
- Dónde está el dragón durmiente que da 70.000 runas de golpe
- Consigue 240.000 runas cada hora en Elden Ring y sin atacar
- Mapa interactivo con todas sus localizaciones, jefes y secretos
- Cómo renacer y cambiar puntos de atributos
- El Trono de Hierro se cuela en Elden Ring: así puedes desbloquear este colosal homenaje a Juego de Tronos
Ver 3 comentarios