Imagina un mundo en el que DMA Design se quedó en los Lemmings, el fenómeno de GTA nunca existió para provocar la compra de Take-Two Interactive y, en definitiva, ni Rockstar ni sus juegos llegaron a crearse jamás. Ahora plantéate que esa realidad alternativa está a un simple bug de distancia.
Un error tonto en el código de un juego capaz de cambiar el curso de toda una industria. ¿Te imaginas? Pues es justo lo que ocurrió cuando, durante el desarrollo de lo que luego sería el primer Grand Theft Auto, la policía del juego se volvió completamente loca por culpa de un bug.
Race N'Chase, el precursor de GTA
Estamos a mediados de los 90 y en DMA Design vienen de triunfar con los míticos Lemmings y sus distintas versiones. Su siguiente proyecto promete ser algo completamente distinto y, para ello, se van a agarrar a uno de los juegos más universales de nuestra infancia: polis y cacos.
Bajo el nombre de Race N’ Chase, su nuevo juego se centrará en crear una ciudad en la que correr carreras callejeras o, si lo prefieres, encarnar a los policías que deben detener esas competiciones ilegales antes de que crucen la meta. Una idea con potencial, ¿verdad?
Pues no según parte del equipo, y menos aún según BMG Interactive, que cansada de ver cómo el juego no llegaba a ningún sitio, estaba planteándose su cancelación. Llevaban varios años trabajando en él y, además de problemas de estabilidad y control en los vehículos, Race N’ Chase estaba en las Antípodas de lo que podría considerarse como divertido.
Sin embargo, sin venir a cuento y sin que los programadores supiesen cómo había ocurrido, el equipo de testeo del juego se cruza con algo que no habían presenciado hasta el momento. El comportamiento de la policía ya no se limita a seguirte de cerca. Algo está provocando que se hayan vuelto completamente locos.
Un error salvador
Estrellando sus coches contra el tuyo, sacándote de la carretera y provocando unos accidentes brutales, está claro que algo ocurre con el código bajo el que se controla el seguimiento de los vehículos de policía. Ya no te persiguen manteniéndose a una distancia prudencial, ahora parece que quieren atravesarte.
Y sí, eso era precisamente lo que estaban haciendo, ya que lejos de seguir un camino que vaya desde su posición hasta un punto cercano al centro del jugador, el error está provocando que vayan hasta el mismo centro. Como no pueden alcanzarlo porque colisionan con el cuerpo del vehículo, lo que hacen es empujarte con violencia en un fallido intento por conseguirlo.
Cualquier error de esta índole sería más que suficiente para arreglar el bug y olvidarse de él porque, en esencia, está haciendo que el juego funcione de forma distinta a lo que estaba planeado, pero no será así en esta ocasión. Para sorpresa del equipo, los testers se lo están pasando en grande intentando esquivar a la policía.
Aquél pequeño error se ajustó para equilibrarlo y se empezó a construir el resto del juego alrededor de esa agresividad policial. Hacer el cabra para cabrear a la policía e intentar darles esquinazo se convirtió en el alma de un nuevo juego y, de las cenizas de Race N’ Chase, nació el GTA que hoy todos conocemos.
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