Nintendo está de celebración porque una de sus consolas más conocidas en el mundo entero está de aniversario. Ayer mismo, 21 de abril, se cumplieron 30 años desde que la primera Game Boy fue lanzada en 1989 en el mercado de Japón, llegando unos meses después a Norteamérica y ya a finales de los 90 a Europa.
Gunpei Yokoi fue el creador de esta portátil que resultaría un antes y un después en la historia de los videojuegos. Una consola con la que pudiésemos jugar en cualquier parte a cientos de títulos y algunos de los que nos seguimos acordando hoy en día. Tal fue su éxito que durante estas tres décadas se han vendido más de 118 millones de unidades.
La cantidad incluye los diferentes modelos que ha ido recibiendo, como fueron la Game Boy Pocket, además de la Game Boy Color, con la que comenzamos a disfrutar de los videojuegos en colores. El catálogo que tenía la consola es impresionante y nos ha dejado con auténticas obras maestras para aquella época.
Es imposible no acordarse de los míticos Tetris, Super Mario Land, Metroid II o The Legend of Zelda: Link's Awakening, el cual volverá a la vida dentro de poco en forma de remake para Nintendo Switch. También fue la consola que vio nacer el fenómeno Pokémon o en la que debutaron personajes tan conocidos y queridos como Wario, quien llegó a protagonizar hasta su propia aventura con Wario Land.
Durante los años que la Game Boy estuvo a la venta en el mercado también se fueron publicando toda clase de accesorios, entre los que estuvo la Game Boy Camera, el Cable Link para jugar a dobles con un amigo al conectar dos Game Boy, y tampoco podemos olvidarnos del Light Boy, una especie de linterna que se acoplaba a la consola para iluminarla y así jugar por las noches.
Además, otro de los aparatos que se llegó a poner a la venta fue el Super Game Boy. Gracias a él podíamos insertarlo en nuestra Super Nintendo y colocar nuestros juegos de Game Boy para así jugarlos en la consola de sobremesa y en el televisor, pudiendo seleccionar filtros de colores y hasta distintos fondos de pantalla por darle un toque más especial.
En cambio, si hay algo que actualmente no echamos de menos es el hecho de las cuatro pilas (dos con la Game Boy Pocket) que había que emplear para que la Game Boy funcionara. Eso sí, nos proporcionaban una buena cantidad de horas sin tener que preocuparnos por si se agotaban hasta que la pantalla empezaba a desvanecerse poco a poco, lo que suponía que iba siendo hora de colocar otras pilas.
Aun así, la Game Boy la seguiremos recordando con mucho cariño por todos los buenos momentos que nos ha dejado. Por algo es una de las consolas más vendidas de la historia y desde luego, a pesar de haber pasado 30 años, un servidor no descarta echarse unas partidas para celebrar este momento.
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