Si hay un juego de zombis para consolas de 16-bits que se recuerda con especial cariño es sin duda el Zombies Ate My Neighbors que editó Konami en 1993. Era una aventura de acción completamente desenfadada, en la que había que hacer frente a muchas criaturas con armas de lo más atípicas, como pistolas de agua o latas de refrescos salvando, ya de paso, a muchos supervivientes "negacionistas".
Sí, en medio del apocalipsis zombi, los podíamos ver tomándose un baño en la piscina o tomando el Sol como si no pasase nada... Porque este trabajo de LucasArts era un juego en tono de humor, ante todo. Pero duro de roer, eso sí.
Su colorido aspecto contrastaba con su gran dificultad para completarlo a medida que íbamos avanzando por su medio centenar de fases. Pero eso era un aliciente y la excusa perfecta para juntarse con otra persona para que nos ayudase en esa titánica tarea donde había transformaciones e incluso un bebé gigante cabreado.
Hoy vuelve a ser noticia, por fin, debido a que LucasFilm Games y DotEmu acaban de confirmar su regreso para Nintendo Switch junto con su denostada y bastante olvidada secuela Ghoul Patrol del 94, muy lejos del carisma de la primera aventura.
Saldrán a la venta en un pack el próximo 29 de junio y vendrá acompañado de extras, como una galería desde la que ver diseños de ambos juegos, la posibilidad de guardar partida o desbloquear logros internos. Una colección muy al estilo de la que recibimos en 2019 con Aladdin y El Rey León. Es de suponer, eso sí, que se confirmen más plataformas, ya que por ahora sólo se ha anunciado para Switch.
Actualización: saldrá también para PS4 y Xbox One, aparte de PC (GOG y Steam). Limited Run Games se encargará de su edición física de tirada limitada.
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