Mi único problema con los juegos narrativos es que la historia debe ser lo suficientemente potente y ágil para conseguir captar mi atención. Muchas veces me cuesta entrar en la trama, se me hace pesado y acabo perdiendo interés. Tal vez por eso me haya sorprendido especialmente este Dune: Secretos de las Casas.
Sin ser un gran fan de la franquicia, ni en libro ni en cine, mis esperanzas de disfrutar de Dune: Secretos de las Casas eran más bien escasas. Sorprendentemente, varias horas después, ahora esta nueva vuelta de tuerca a su colección de videojuegos y juegos de mesa se coloca en un sitio especial en mi estantería.
Dune desde otro punto de vista
De la mano del espíritu Detective, saga en la que me adentré por primera vez hace ya algunas semanas con Batman: Todo el Mundo Miente, la idea detrás de este Dune: Secretos de las Casas es prácticamente la misma a nivel de ejecución.
En cada uno de los tres capítulos disponibles, más un prólogo que viene de perlas para situar personajes y escenarios entre quienes no conozcan la historia o le hayan dado un tiento a la vieja o la nueva versión en película, el juego nos irá presentando distintos casos.
De la mano de un considerable peso en la lectura y el uso de una aplicación web que servirá para ir un poco más allá a la hora de recabar pruebas, nuestro objetivo es llegar al final de cada capítulo con una idea clara de lo que está ocurriendo, intentar completar el objetivo planteado y avanzar de un mudo u otro dependiendo de si hemos apostado por el modo narrativo o apuntamos a completar el juego a la perfección.
El primer camino, el más interesante de todos, nos permitirá ir mejorando el personaje con el que partimos de cara a los siguientes capítulos y, además, nuestras decisiones afectarán en mayor o menor medida lo que ocurrirá a continuación.
Cómo se juega a Dune: Secretos de las Casas
Por aquello de ir un poco más allá de leer una historia e intentar adivinar qué está pasando, el concepto detrás de Dune: Secretos de las Casas parte de una serie de recursos, un contador de tiempo y una serie de cartas que, al más puro estilo elige tu propia aventura, marcarán el devenir de la historia.
Ya sea en solitario o en modo cooperativo, deberemos gestionar los recursos obtenidos para, por ejemplo, viajar a otra región en busca de más pistas u optar por perseguir a alguien sospechoso que pasaba por allí. A grandes rasgos, si haces esto, levanta esta carta, y se haces esto otro, levanta esta otra.
Siguiendo cierta lógica, dar con las pistas adecuadas antes de que el contador de tiempo llegue al final -va avanzando tras cada decisión- es relativamente fácil, pero lo de convencer a tu equipo para decidir el veredicto final ya es otro tema.
Pese a ser increíblemente fácil a la hora de explicar las reglas y empezar a jugar, sí es uno de esos juegos que requiere una especial atención y predisposición por parte del resto de jugadores para que resulte dinámico y entretenido. Si das con el grupo adecuado, dudo mucho que no termines disfrutando de este Dune: Secretos de las Casas.
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