Movimiento clave entre Xbox y Nintendo, dos de las compañías más importantes del sector de los videojuegos. La primera de ellas se encuentra sumergida en una batalla por conseguir certificar la compra de Activision Blizzard, mientras que la segunda hace ya 10 años que no posee una franquicia tan potente como Call of Duty entre su catálogo.
Con dos necesidades tan paralelas, ambas empresas han firmado un acuerdo histórico con el que Xbox lanzará sus juegos y los de Activision Blizzard en las plataformas de Nintendo. Hablamos de una rúbrica que formaliza un pacto vinculante durante los próximos 10 años. Así lo ha confirmado el vicepresidente de Microsoft, Brad Smith:
Acabamos de firmar un contrato vinculante de 10 años para llevar los juegos de Xbox a los jugadores de Nintendo. Esto es solo parte de nuestro compromiso de llevar juegos de Xbox y títulos de Activision como Call of Duty a más jugadores en más plataformas.
Microsoft y Nintendo han negociado y firmado un acuerdo legal vinculante de 10 años para llevar Call of Duty a los jugadores de Nintendo el mismo día que a los de Xbox, con todas las características y paridad, para que puedan disfrutar de Call of Duty igual que los jugadores de Xbox y PlayStation. Nos comprometemos a ofrecer a largo plazo el mismo acceso a Call of Duty a otras plataformas de juego, ofreciendo más opciones a más jugadores y más competencia al mercado de los videojuegos.
Es decir, hablamos de un contrato con validez hasta el 2033 y, aunque desconocemos los detalles pormenorizados, creará un flujo constante de títulos de Activision y Xbox hacia Nintendo Switch y las futuras consolas que cree la compañía japonesa. En realidad se trata de la formalización de un anuncio que ya reveló Phil Spencer hace un par de meses. Un retorno que se ha hecho de rogar el de Call of Duty, pues no veíamos una obra de la saga en un sistema de Nintendo desde Call of Duty Ghosts de WiiU en 2013.
Sin embargo, una de las lecturas más importantes es la que se obtiene desde la perspectiva de Microsoft. Xbox está teniendo dificultades para convencer a los organismos reguladores de Europa y el Reino Unido y este anuncio no llega en una fecha aleatoria. Hoy mismo se produce una reunión con la comisión europea en la que estarán presentes Phil Spencer, Jim Ryan, Bobby Kotick y representantes tanto de Nvidia como de Google.
De esta forma, Microsoft quiere enviar el mensaje de que Call of Duty y el resto de franquicia de Activision no serán exclusivas tras cerrarse la compra del conglomerado. Es una postura que ha reiterado en múltiples ocasiones, pero por ahora no se ha podido dar carpetazo a la compra más importante de la historia de los videojuegos.
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